Los equipos asiáticos representan la parte más débil de las ediciones de la Copa del Mundo. Sin embargo, actualmente algunos de los combinados poseen estrellas con gran talento, que sumado al buen armado de juego podrían significar un peligro inminente para cualquier gigante.

Dadas esas debilidades en cualquiera de las líneas, los seleccionadores de las selecciones pequeñas se ven obligados a jugar repetitivamente atrás y esperar el momento oportuno para contraatacar. A pesar de ello, Corea del Sur se inclina más por lo ofensivo, aprovechando la velocidad de las bandas y el toque rápido para desestabilizar la defensa rival.

La defensa

Shin Tae-yong ha convocado jugadores con el objetivo de balancear al equipo dentro del campo. El sistema propuesto por el entrenador es un 4-4-2. La clásica línea de cuatro atrás se hace presente una vez más, con dos laterales que se sumen al ataque pero sepan regresar con velocidad hacia atrás. Los jugadores que desempeñarán este rol en la Copa del Mundo están mayormente acostumbrados a jugar en el centro del campo, por lo que a la hora de defender será un factor a favor.

Lee Jae-Sung, volante ofensivo importante en el sistema de los surcoreanos | Foto: KFA
Lee Jae-Sung, volante ofensivo importante en el sistema de los surcoreanos | Foto: KFA

El juego es más equilibrado en el medio del campo, donde dos centrocampistas de corte defensivo forman un doble cinco que no solo cumple la tarea de proteger atrás, sino que también posee visión e inteligencia para filtrar y distribuir hacia las líneas de adelante. En esta labor, el capitán Ki Sung-Yueng es el corazón del armado. 

Pocas dudas desde la mitad hacia adelante

Al doble cinco se le suman dos mediocampistas que, aunque sean interiores netos, se abren constantemente para sumarse al ataque por las bandas y/o cubrir a los laterales que avancen metros con el balón. Un ejemplo claro es el reciente amistoso frente a Honduras, donde Tae-yong dispuso a un interior por la derecha como Lee Chung-Yong y un joven velocista como Lee Seung-woo, quien se pegó a la izquierda y realizó la misma tarea que lleva a cabo en el Hellas Verona.

Son Heung-min en el encuentro ante Honduras | Foto: KFA
Son Heung-min en el encuentro ante Honduras | Foto: KFA

El seleccionador surcoreano parece tener claro quien será uno de los atacantes en la alineación titular, y no es otro que Son Heung-Min. La campaña con el Tottenham ha sido muy formidable para el futbolista de 25 años, y por ello se lo califica como la máxima figura del combinado asiático. Por otro lado, la duda de quien lo acompañará permanece latente. Hwang Hee-chan, delantero del Salzburgo, es quien cuenta con mayores posibilidades. El conjunto austríaco se ha marcado una temporada gratificante llegando a la semifinal de Europa League y el joven atacante logró marcar 13 goles en los 37 partidos que disputó.

Modo de juego: pases, velocidad y presión

Claro está que al tener una selección como Alemania en el mismo grupo, el combinado surcoreano se verá obligado a volcar sus líneas hacia atrás para no ser apabullados. Sin embargo, contra México o Suecia se podría observar la verdadera idea de juego de Tae-yong. Basándonos en el último amistoso donde Corea del Sur venció a Honduras por 2 a 0, la mayoría de jugadas fueron obra de toques rápidos y balones filtrados. Incluso el segundo gol llegó, más allá de la desatención en defensa, desde un pase en profundidad hacia la banda.

El equipo asiático es un reflejo del juego que mantienen algunas selecciones gigantes, con un poco menos de talento individual y jerarquía. La defensa intenta salir por debajo con el balón controlado, aunque esto a veces signifique arriesgarse de más y cometer errores. Si el esférico cruza la mitad del campo, todas las líneas se adelantan para esperar atentamente los pases filtrados o un hueco que les permita disparar desde afuera, un factor en el que debemos nombrar especialmente a Son Heung-min, autor de un fantástico remate desde afuera del área que abrió el marcador en el partido frente a Honduras.