Guía Grupo H Mundial de Rusia 2018: igualdad y sorpresas

Polonia, Senegal, Colombia y Japón son los equipos pertenecientes a este grupo y cada uno propone cosas interesantes sobre la mesa y por supuesto esperan tener una participación importante este año en Rusia.

Polonia, en busca de nuevas alturas

La cabeza de grupo en el sorteo realizado en diciembre fue Polonia, gracias a que fue el primer clasificado de su grupo de las eliminatorias europeas y sus puntos en el ranking FIFA lo ubicaron en un buen puesto. No tuvo inconvenientes en ser el primero entre Dinamarca, Montenegro, Rumanía, Armenia y Kazajstán.

Si bien no fue un grupo que presentara mayores inconvenientes, de todas maneras, se destacaron gracias a la gran forma de su estrella sin dudas, Robert Lewandowski. El delantero ha sido vital para los últimos buenos años de su selección. También jugaron una buena Eurocopa llegando a cuartos de final cuando fueron eliminados en un difícil partido con la posterior campeona Portugal.

Una selección tal vez algo subestimada, pero que puede tener muy buenos resultados, además de llegar con la ilusión acumulada de 12 años sin ir a un mundial.

Senegal, el orgullo africano

Por otro lado, está también la selección de Senegal, primera en el grupo D de las eliminatorias africanas y sin dudas una de las revelaciones de los últimos años. Están liderados por su mayor figura y estrella en Inglaterra, Sadio Mané. Fue parte del tridente ofensivo más efectivo en Europa de esta última temporada.

Además, tiene varios nombres nuevos que aportan frescura a su juego y liderados por Aliou Cissé, ex jugador de la selección y capitán de la única camada que pudo participar de un mundial en 2002, cuando hicieron historia llegando a cuartos de final.

Esta, en su segunda participación, tienen la oportunidad de volver a demostrar que tienen las herramientas para volver a sorprender y avanzar en la competencia.

Colombia, a recuperar sensaciones

El tercer equipo del grupo es Colombia que, si de sorpresas o revelaciones se habla, fue una de las llamativas de hace cuatro años en Brasil. Desde 2012 los colombianos empezaron un proceso de la mano del argentino José Pékerman, quien encontró la fórmula para posicionar a la selección cafetera en los más altos estándares.

Fueron a Brasil después de 16 años de no ir a un mundial y llegaron a cuartos de final mostrando uno de los mejores juegos del torneo y aunque fue eliminado por el anfitrión en esa instancia, para muchos fue una de las mejores selecciones que compitieron.

De hecho, la figura y goleador de la competencia fue su más grande estrella James Rodríguez, que después de tener un paso con altibajos en el Real Madrid, realizó una gran temporada en el Bayern Múnich. Los colombianos tienen la mayoría de sus esperanzas en él y el delantero Falcao García, quien no pudo estar en Brasil hace cuatro años por una rotura de ligamentos.

Ahora con sus dos pilares presentes, la dirección de Pékerman y una renovación importante en algunas posiciones, esperan poder al menos igualar la conseguido en el mundial pasado y demostrar que son unos de los mejores equipos latinoamericanos.

Japón, a nadar entre tiburones

Por último, está Japón que es, tal vez, el equipo de este grupo que llega con más dudas. Eran dirigidos por el bosnio Vahid Halihodzic que consiguió clasificar a la selección nipona, pero que, tras varios amistosos negativos, la Asociación Japonesa de Fútbol, decidió despedirlo.

De esa manera en abril de este año llegó al cargo Akira Nishino, director deportivo de la federación.

Si bien se clasificaron como el primer equipo del Grupo B de las eliminatorias asiáticas, no vienen dejando buenas sensaciones, pero eso no significa que sus rivales deban confiarse. Ya se sabe muy bien de la velocidad que caracteriza al fútbol japonés, con el que seguramente querrán sorprender.

Por supuesto querrán superar los octavos de final, instancia más lejana a la que han llegado en los cinco mundiales de los que han hecho parte, pero para ello, tendrán que superar sus propias dificultades.

Es sin duda un grupo del que se puede esperar cualquier cosa, especialmente por cada una de las selecciones que lo conforma.