La fecha de amistosos internacionales que se está jugando actualmente es la última oportunidad para que las diferentes selecciones ajusten detalles y busquen el funcionamiento adecuado para encarar el Mundial. Muchos combinados aprovechan para buscar equipos con características similares a sus rivales de grupo, otros aprovechan para medirse con rivales de categoría superior, y muchos otros deciden no disputar partidos y dedicar su tiempo a sesiones de entrenamiento.

En el caso de la selección de Irán, el equipo decidió jugar tres amistosos. El primero lo jugó el 19 de mayo y enfrentó a Uzbekistán, el segundo fue ante Turquía el 28 de mayo, y el último fue contra Lituania el día 8 de junio. El seleccionador iraní aprovechó este plazo de concentración para ensayar diferentes estrategias con su selección y, además, dedicó sus esfuerzos a encontrar al reemplazante ideal de Saeid Ezatolahi, el mediocentro titular de su equipo, quien estará ausente del primer partido por suspensión.

Queiroz aprovechó los amistosos para buscar variantes en su equipo | Foto: @FIFAWorldCup
Queiroz aprovechó los amistosos para buscar variantes en su equipo | Foto: @FIFAWorldCup

En ese sentido, Queiroz comenzó probando un 4-3-3 contra su primer rival, un equipo con poco reconocimiento, pero que era útil en aras de calentar y preparar motores. En la posición de mediocentro jugó Cheshmin, el jugador del Esteghlal de su país. Él estuvo acompañado por dos volantes interiores de recorrido y con mayor libertad, pues Cheshmin es un jugador de corte defensivo que le añade altura al equipo con sus 1,90 metros de estatura. El partido finalizó 1-0 a favor de los iraníes, quienes se llevaron el encuentro, precisamente, con un gol de cabeza de Cheshmin, aprovechando un gran centro desde el tiro de esquina.

Para el segundo partido, el encargado de cubrir el lugar de mediocentro fue Shojaei, uno de los más experimentados de la plantilla. En este caso, el dibujo fue algo más ofensivo en cuanto a las características de los jugadores, ya que se descartó la presencia de un mediocentro puramente defensivo. El combinado de Queiroz perdió 2-1 contra Turquía, consiguiendo el descuento en el minuto 92 a través de un tiro penal convertido por Dejagah. Aquí se volvió a repetir el poderío ofensivo de Irán en las situaciones de juego aéreo, pues el penal fue producto de una mano tras haber ganado por arriba en un córner.

Finalmente, Irán derrotó a Lituania con un gol sobre el final de Sardar Azmoun. En este encuentro, Queiroz uso a Ebrahimi con mediocentro, acompañado por Shojaei y Hajsafi. Con esto, ciertamente, regresó a una postura más defensiva, similar a la utilizada en el primer encuentro.

Quizá los rivales a los que se enfrentó Irán no fueron de talla mundial ni potencias como las que enfrentará en la Copa del Mundo, pero, sin duda, fueron choques importantes para los planes de Queiroz. Seguramente en el Mundial se presentará alguna de las variantes vistas durante los amistosos, con alguno de los reemplazantes de Ezatolahi y con una selección que tuvo tres pruebas para aceitar su funcionamiento en busca del milagro.