Sufriendo más de la cuenta. Así ha obtenido la Selección Francesa sus primeros tres puntos en esta Copa del Mundo. Los galos tuvieron que sudar tinta china para superar (2-1) a una sorprendente Australia que dio sensación el algunos tramos que no se merecía la derrota. Un partido histórico en Kazán, pues es el primer choque donde el VAR cambia por completo una jugada.

Se las prometía felices Francia en los primeros compases del partido. Australia se presentó tarde y los galos lo aprovecharon con balones al espacio, buscando la profundidad de sus delanteros. Así llego la primera gran ocasión del encuentro. Tolisso lee el desmarque de Mbappé, filtra un gran pase hacia el interior del área y en el mano a mano, Mathew Ryan detiene el disparo del atacante del Paris Saint-Germain.

Control francés, comodidad australiana

Y ahí terminó la primera parte de Francia. En los primeros diez minutos del choque, los pupilos de Deschamps dispararon a portería en cuatro ocasiones. En los siguientes 35, sólo una vez. Cuando los Socceroos despertaron, les bleus se quedaron sin ideas. Pogba dio unos pocos destellos de calidad pero en líneas generales estuvo desaparecido en el terreno de juego.

Australia estuvo más cerca que Francia de marcar en el primer tiempo

Cuando Australia estuvo más cómoda, empezaron a llegar las actuaciones de Aaron Mooy y Mile Jedinak. Sobre todo por parte del centrocampista del Huddersfield, omnipresente durante los 90 minutos. No sólo cortó balones e interceptó pases, sino que de sus botas nacieron las mejores opciones de los auriverdes. El balón parado fue el mejor amigo de los Socceroos durante el primer tiempo.

En una de esas faltas laterales llegaría la ocasión más claras de los primeros 45 minutos. Mooy la colgó, Saisnbury peinó el balón y Tolisso toca ligeramente la bola. Fue Hugo Lloris el que, con una estirada decisiva, evitó el primer gol australiano.

Griezmann celebra el primer gol del partido | Fotografía: Robert Cianflone // Getty Images
Griezmann celebra el primer gol del partido | Fotografía: Robert Cianflone // Getty Images

Y poco más en la primera mitad. Los Socceroos estuvieron muy cómodos en defensa y apenas pasaron apuros. Francia pagó cara su lentitud a la hora de mover el balón y no logró ese factor sorpresa para inquietar a sus rivales.

El VAR actúa por primera vez en un Mundial

No había ocasiones y durante los primeros compases del segundo tiempo parecía que el guion sería el mismo. Hasta que apareció el VAR. Risdon cortó de manera providencial un balón a Griezmann cuando ya iba a encarar a Mathew Ryan. Los jugadores galos reclamaron tímidamente un posible penalti, pero Andrés Cunha dejó seguir el juego. Pero cuando el balón salió, el videoarbitraje avisó al colegiado uruguayo. Había un ligero contacto del defensor australiano sobre el atacante colchonero. Suficiente para rectificar y señalar la pena máxima.

En apenas cinco minutos se señalaron dos penaltis

Presión máxima para Antoine Griezmann. Era su primera ocasión desde que anunció que se quedaba en el Atlético de Madrid. No falló el delantero francés. Disparo potente, a la derecha, prácticamente imparable. Ryan se quedó clavado en el centro de la portería. No había nada que hacer ante un disparo así.

Parecía que el guion del partido cambiaba de forma radical. Australia tenía que venirse arriba, presionar a los galos y Francia podría tener espacios con los que contragolpear. Nada más lejos de la realidad. En otra falta lateral, Mooy colgó el balón y Samuel Umtiti, con un error casi inexplicable, saltó con los brazos en alto. El esférico impactó en uno de ellos y Andrés Cunha volvía a señalar penalti.

Mile Jedinak celebra el tanto del empate | Fotografía: Laurence Griffiths // Getty Images
Mile Jedinak celebra el tanto del empate | Fotografía: Laurence Griffiths // Getty Images

Esta vez la responsabilidad cayó en Mile Jedinak. El capitán de los Socceroos era el que había metido a su país en el Mundial, anotando un hat-trick en la repesca contra Honduras. Y si Griezmann no falló, el jugador del West Ham tampoco. Engañó a Lloris con un disparo por abajo, con el interior. 

El empate sentó como un auténtico jarro de agua fría para los franceses y fue el impulso que necesitaba Australia. Los hombres de Van Marwijk llegaron incluso a dominar el algunas fases del partido. Deschamps sorprendió quitando a Griezmann y metiendo a Olivier Giroud. Démbélé, muy desaparecido durante el partido, fue sustituido por Nabil Fekir.

Y si primero fue el VAR el que ayudó a Francia, en los últimos diez minutos de partido fue la tecnología de gol. En la primera gran combinación de la sala de máquinas de los galos, Pogba disparó al travesaño y la pelota picó dentro. El colegiado ni señaló el gol ni dejó seguir. Simplemente se limitó a mirar su pulsera y dio el gol a los franceses. 

En los últimos compases del encuentro, Francia sí supo controlar los ataques australianos y vivió un final de partido relativamente tranquilo. Quedan muchos aspectos que mejorar y pulir en el juego galo, pero los tres primeros puntos ya están en su haber. Los Socceroos se marchan con la cabeza bien alta, sabiendo que tras este partido tienen opciones reales de ser segundos de grupo.

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Sobre el autor
Nehemías Dorta
Periodismo en la ULL. Coordinador adjunto de las redacciones de la UD Las Palmas y Portugal. El fútbol portugués como gran pasión. Aprender haciendo lo que más quieres, eso no tiene precio. ¡Nos leemos!