El que puede ser uno de los tapados de esta Copa del Mundo vela armas para su debut ante Panamá. Los hombres de Roberto Martínez no pueden evitar portar el estandarte de favoritos en este enfrentamiento, frente a un equipo con escasísimas opciones de superar la primera fase. 

En este sentido, el técnico español quería evitar la confianza entre los suyos, y apuntaba algunas de las fortalezas de los canaleros: "Son un grupo con una ambición grandiosa, merecen muchísimo respeto. Son un grupo muy aguerrido con una gran mentalidad". Y es que dejar fuera a un equipo como Estados Unidos no es cualquier cosa.

Pero no todo son buenas noticias para los diablos rojos. La defensa será la principal damnificada, tras descartar su seleccionador que dos de sus teóricos titulares puedan jugar en Sochi ante Panamá: "Vermaelen puede estar a tono para los últimos dos partidos pero se mantiene trabajando en Moscú, mientras que Kompany estará disponible para la tercera jornada". Una decisión que se tomaba esta misma mañana de domingo: "Vincent Kompany se queda con nosotros. Tomamos la decisión esta mañana de que se mantendrá finalmente en la lista del Mundial".

La reconstrucción de la línea de centrales probablemente supondrá la alineación de Vertonghen, Alderweireld y Boyata. Sin embargo, el mensaje era para todo el grupo: "Lo que espero es un equipo con muchísimo compromiso que va a defender muy bien".

Con todo, la ambición de los belgas sigue siendo máxima. La ilusión ha de ser la de igualar la mejor clasificación de su historia en los mundiales (en 1986 en México). Martínez expresaba el sentimiento de los suyos: "Veo la excitación en los ojos de los jugadores por debutar en esta Copa del Mundo. La forma en que nuestros jugadores se convierten en embajadores del fútbol belga es fantástica: estamos preparados para representar a Bélgica".