Es importante entender el papel dentro de una plantilla y esa es la principal tarea que tienen que desempeñar algunos de los convocados por el que fuera seleccionador nacional, Julen Lopetegui. No son pocos los jugadores españoles que aún no han debutado con su combinado en la cita mundialista, por lo que saber gestionar la ansiedad propia de un futbolista que siempre quiere sentirse importante es fundamental para el bien del grupo. Parece que Fernando Hierro, al igual que su predecesor, va a tener pocos problemas en este sentido, pues la atmósfera que envuelve a la selección española hace tiempo que es buena.

Monreal tiene una dura competencia en la zaga

Uno de los que tiene que vivir con esta incómoda situación es Nacho Monreal. El futbolista del Arsenal vive una realidad diametralmente opuesta a la que tiene en su club, donde es importante tanto dentro como fuera del terreno de juego. Aunque ya es un verdadero premio para él poder estar en Rusia, la gran competencia que tiene con Sergio Ramos o Piqué, en el centro de la zaga, o Carvajal y Jordi Alba, en los laterales, le imposibilita entrar en los planes de Fernando Hierro. Así las cosas, Monreal es uno más dentro del grupo, algo que se refleja, al igual que en el resto de sus compañeros, en la celebración del gol ante Irán.

En un partido tremendamente tosco y difícil de digerir, solo un gol de rebote le dio la victoria a un combinado que aún sigue soñando con ponerse otra estrella de campeones en el pecho. Los iraníes comprendieron a la perfección su papel y lo representaron con maestría. Tanto fue así que los nervios empezaron a apoderarse de unos futbolistas españoles que explotaron de alegría con el gol de Diego Costa. Fue el único que se vio durante los noventa minutos, pero suficiente para sumar por primera vez tres puntos en este Mundial y ponerse, además, en la parte alta de clasificación del Grupo B. Los octavos están más cerca, algo que da más posibilidades a jugadores como Monreal. Cuantos más partidos, más opciones de jugar.