Senegal formó parte de la máxima justa mundialista por última vez en Corea del Sur y Japón 2002, en aquella edición quedó eliminada en los cuartos de final y Turquía fue su verdugo en la prórroga (0-1 en Osaka). El gigante asiático también anhela reivindicarse tras la pálida imagen que dejó en Brasil 2014.
Mucha intensidad y poca contundencia
El partido inició intenso por los samuráis azules, buscaban afianzarse con nuevas certezas en una zona muy pareja. Mientras que los leones de Teranga, Sadio Mané apareció desmarcado y por poco abre la cuenta.
A los dos minutos, Japón apostaba por aprovechar algún contragolpe. Nagatomo se asoció con Shibasaki. Niang generó un saque de esquina, Senegal tomó mayor protagonismo en el arranque. Sabaly remató y el balón se fue desviado. Akira Nishino se quedó un poco pensativo porque su estrategia original no resultado. El combinado africano aprovechó las bandas y dejó expuesta a la defensa japonesa.
Genki Haraguchi intentó perfilarse en el área rival, Senegal jugaba mejor y anuló todos los circuitos al gigante asiático. Tras 16 años de ausencia en la máxima justa mundialista, Sadio Mané se cobró su revancha en 11 minutos de juego. Makoto Hasebe se animó de media distancia, Japón reaccionó. Yuya Osako estaba un poco aislado, el combinado asiático insistió por todos los medios equilibrar las acciones.
A los 24 minutos, los senegaleses adelantaron sus líneas y ganaban constantemente las espaldas, Kagawa no pudo aprovechar un error defensivo. Rusia 2018 tuvo una tónica marcada, un Mundial con resultados sorpresivos e inusuales.
Japón estuvo muy imprecisa, perdió la posesión del balón y por momentos le costó elaborar juego asociado. Koulibaly la mandó afuera. El delantero estrella del Liverpool simuló una falta. Senegal se mantuvo firme y necesitaba aumentar la diferencia. Takashi Inui fue el héroe transitorio en un momento complicado.
El partido dio un giro sorpresivo, ambos soñaban con diferentes contrastes hacia la próxima instancia. Niang golpeó a Shinji Kagawa, los samuráis azules recuperaron la memoria. Sarr centró y por poco Senegal anota el segundo. Ambos no se dieron tregua y nos deleitaron con un auténtico partidazo. Alguno de los dos deberá arriesgarse para adjudicarse tres puntos vitales.
Lluvia de goles
En el complemento, Senegal volvió más decidida. Japón tampoco quedó relegada y optó por un estilo más directo. Sadio Mané tuvo una oportunidad dorada y le falta contundencia para generar más peligro en el área japonesa. Maya Yoshida ganó un tiro libre, el gigante asiático mejoró notablemente en comparación con la primera parte.
A 40 minutos para que concluya el partido, estaba para cualquiera de los dos. Niang remató y Eiji Kawashima contuvo el balón. Gen Shoji recibió un codazo, Japón necesitaba mantenerse en la lucha por estar entre las 16 mejores.
Yuya Osako erró, la selección japonesa desaprovechó un mano a mano. El gigante asiático tuvo contra las cuerdas a su similar senegalés. El travesaño negó el doblete a Takashi Inui. Los leones de Teranga se aferraron a sus individualidades.
A los 71 minutos, Wagué anotó el segundo. Japón recibió otro jarrón de agua fría en su mejor momento. Akira Nishino quedó preocupado, sus dirigidos cometieron muchos errores en el fondo. El gigante asiático generó más, Niang centró y Sadio Mané no pudo estirar el marcador.
Keisuke Honda le puso suspenso al encuentro, desató la algarabía de los fanáticos japoneses. Ambos exhibieron muchas falencias en salida. Los últimos minutos fueron de ida y vuelta. Shinji Okazaki apareció sin marca en el área rival.
Diouf cometió una falta en ataque en el segundo minuto de adición, Kouyaté mandó el balón al lateral. Makoto Hasebe fue amonestado. Los samuráis azules y los leones de Teranga ahora tienen cuatro puntos, ambos parten parcialmente con ventaja en una zona muy competitiva.
La última jornada se jugará en simultáneo el jueves 28 de junio, Japón se medirá con Polonia en Volgogrado y Senegal tendrá un choque exigente frente a Colombia en Samara. La segunda semana de competición no fue la excepción, 11 días competición y este hermoso deporte sigue sorprendiendo.
