Tras clasificarse para el Mundial sobre la bocina, Argentina aterrizaba en un complicado grupo plagado de selecciones con calidad (Croacia), ímpetu (Islandia) e ilusión (Nigeria). Lo que de entrada ya parecía un grupo incómodo ha llegado a convertirse en una pesadilla para la selección argentina.

Después de empatar antes Islandia y caer de manera más que clara ante Croacia, el conjunto dirigido por Sampaoli se encuentra contra las cuerdas. El último partido contra Nigeria, así como el resultado al que lleguen Croacia e Islandia, dictará si la Albiceleste avanza a la siguiente fase o si, por contra, fracasa de manera estrepitosa en la fase de grupos.

Argentina no puede defraudar y estará en octavos (Álex López – ​@Timo_77)

El próximo martes, 26 de junio, Argentina se enfrenta a su historia. 45 millones de personas sueñan y confían en que los de Sampaoli accedan a los octavos de final del Mundial de Rusia, pese a lo desagradable que han sido estas semanas habiendo conseguido un punto de seis posibles, evitando el fracaso y uno de los mayores ridículos del combinado nacional albiceleste en toda su historia. 

Parece que lo tienen todo en contra, pero la figura de Leo Messi y la del resto de compañeros debe aparecer de una vez por todas. Tras la derrota ante Croacia, el fútbol le da una segunda oportunidad a la bicampeona del mundo, que comenzará un nuevo Mundial, enfrentándose a Nigeria en el que será el último partido de la fase de grupos previo a conocer la sentencia final.

La de Nigeria es la última oportunidad de Leo Messi para levantar el trofeo con el que siempre ha soñado. Quedar fuera sería un fracaso, y el mejor jugador de la historia del fútbol no se lo puede permitir. Ante Islandia y Croacia, se volvió a ver su peor versión, pero no puede repetirse una tercera. Debe ser consciente de lo que representa tanto para su país como para el resto del planeta fútbol. Cargar con las responsabilidades y mandar sobre el verde conlleva su presión. Si caen, que sea con dignidad y orgullo, evitando repetir la misma actitud que mostraron el pasado jueves ante Croacia. Con el '10' a las espaldas, ya lo demostró en la fase de clasificación ante Ecuador, marcando tres goles que permitieron que todo un país consiguiera el pase para Rusia. Ahora, toca que lo repitas, Leo. 

"Leo debe ser consciente de lo que representa"

Leo debe ser consciente de lo que significa para todos los argentinos y para el resto del planeta fútbol. Pero no únicamente de él depende este pase, sino también del resto de compañeros. Mascherano, Dybala, Banega, Di María, Lo Celso, Aguero o Higuaín, no pueden permitirse caer en la fase de grupos. Una generación llena de calidad, de fútbol y de pasión por el balón está perfectamente capacitada para no depender de un único jugador. El país entero confía en que alguno de ellos se saque de la chistera alguna genialidad, alguna jugada de gol para conseguir el triunfo. 

Leo Messi es el verdadero líder del equipo. | Foto: Getty Images
Leo Messi es el verdadero líder del equipo. | Foto: Getty Images

Y, por último, pero no menos importante, cabe comentar que Argentina ya sabe lo que es ganar a Nigeria en la fase de grupos. Concretamente, hace cuatro años, en el Mundial de Brasil 2014, vencieron con un 2-3 al combinado nigeriano, también en la tercera jornada, con un Messi estelar. Marcó dos goles, uno de ellos de falta directa y tiempo después, Marcos Rojo dio el gol de la victoria. 

El próximo martes deben repetirlo. Los jugadores deben borrar las imágenes de los últimos encuentros y llegar con energías renovadas a la fase final. El espíritu albiceleste debe aparecer ante Nigeria. Si lo hace, serán firmes candidatos a levantar el título el 15 de julio.

Se vislumbra el fracaso (Iván Giner – @ivanginer8)

Argentina, más por la presencia de Leo Messi que por su fútbol, llegaba al Mundial de Rusia como uno de los combinados favoritos para alzarse con el trofeo. Sin embargo, los sudamericanos están viviendo un auténtico infierno desde que aterrizaran en tierras europeas. Con una derrota y un empate en sus dos primeros partidos, están rozando el abismo y la frustración que significaría caer en fase de grupos. El empate frente a Islandia en el debut sembró algunas dudas que acabaron recogiéndose en la goleada que los croatas le endosaron el pasado jueves con un 0-3 en el electrónico.

Sin embargo, el grupo se ha desarrollado de tal forma que ganándoles a los nigerianos y con una derrota o un empate de Islandia frente a Croacia, accederían a los octavos de final. El panorama parece una quimera, ya que es difícil confiar plenamente en que vayan a derrotar a los africanos.

Con dificultades para llegar a Rusia

Todos saben de la dureza del grupo de clasificación sudamericano para el Mundial y Argentina lo vivió este año en sus propias carnes, clasificándose de forma agónica en la última jornada. A lo largo de toda la clasificación, Sampaoli en particular y todos los jugadores en general, recibieron innumerables críticas por el fútbol mostrado a pie de campo, el cual generaba muchísimas dudas y el cual los clasificó de milagro para la cita mundialista. Entonces, volvieron a ver el abismo desde muy cerca cuando se presentaban en la última jornada en Ecuador, a 2.850 metros de altura, para jugarse el pase a la gran cita.

"Argentina tuvo que esperar a la última jornada para conseguir la clasificación"

Y la cosa se torcía pronto. A los 30 segundos, Romario Ibarra adelantaba a los ecuatorianos y toda Argentina veía la debacle más cerca. Sin embargo, apareció el de siempre. Leo Messi anotó tres goles y selló la sentencia definitiva que les permitía prorrogar la ilusión una vez más.

El clima

Uno de los factores que denotan presión es el de la postura de la hinchada albiceleste. La afición argentina vive el fútbol como en muy pocos sitios se vive, y esa pasión hace que cuando las cosas no van bien, las consecuencias puedan ser gravísimas. Ahora mismo, la moral de los aficionados tiende a ser baja y así lo han mostrado a la hora de meterse en el papel de una hinchada que ya no confía en los jugadores y que demuestra su malestar continuamente. Sampaoli y los jugadores han pasado a estar en el punto de mira de todos aquellos aficionados en los que en vez de recalar la esperanza, ha recalado la desconfianza y la poca ilusión que mantienen en este mal trago.

Leo Messi capitanea las esperanzas de los albicelestes | Foto: Getty Images
Leo Messi capitanea las esperanzas de los albicelestes. | Foto: Getty Images
 

El apoyo es un añadido. A pesar de las críticas recibidas, también es cierto que pese al descontento que prima en las graderías, todos se dejan el alma en cada partido animando a los suyos y tiñendo el campo de azul celeste y blanco continuamente.

La eliminación, una hipótesis muy real

Resumiendo todos los puntos anteriores, se puede llegar a la conclusión de que es muy posible que Argentina quede eliminada. Los albicelestes accedieron a la gran cita de milagro, están en él sin haber demostrado absolutamente nada y se pueden ir de él provocando un auténtico terremoto en su país.

Los de Sampaoli se la juegan frente a Nigeria, cuyo precedente tampoco invita al optimismo. En su último amistoso, jugado hace menos de un año, los africanos les golearon con un 2-4 en el marcador y por aquel entonces, no estaba Leo Messi para desencallar la situación.

El clima de tensión en el país, el clima de tensión dentro del vestuario, la mala versión futbolística demostrada en estos dos primeros encuentros y el absentismo de Leo Messi en esta gran cita, hacen pensar que Argentina quedará eliminada de la fiesta moscovita y que, entonces, volverá a conocer el infortunio de primera mano, quedando anuladas las expectativas fijadas en la que sería su tercera estrella si hubiera margen de reacción.