Argentina no ha mostrado el nivel esperado en este Mundial. El empate ante Islandia en la primera jornada, donde no fueron capaces de entrar en ritmo, la pésima actuación ante Croacia y la victoria por la mínima ante Nigeria son el resultado del mal juego mostrado por la albiceleste.

A estas alturas, parece una verdadera locura pensar que Argentina pueda ganar este Mundial, pero tampoco sería acertado descartarlo. Tras la fase de grupos, comienza un "nuevo" Mundial. La fase eliminatoria da la oportunidad de redimirse y volver a empezar desde cero.

En el meollo de un cuadro más que complicado, los chicos de Sampaoli deberán ponerse las pilas desde el principio y no podrán permitirse ni un solo fallo. La magia de Messi, la construcción de Banega, la garra de Marcos Rojo... Todo será necesario para continuar soñando.

Carencia de un fútbol colectivo (Adrián Hernández, @jahr12)

Lionel Messi es el mejor jugador del mundo en la actualidad y uno de los mejores en la historia de este deporte. Sin embargo, él no es Argentina, él no es el equipo y él no puede cargar con la responsabilidad que supone representar a una nación demandante por la obtención de la tercer estrella.

Tras el partido ante Croacia, el vestuario explotó simulando que la química de los jugadores con el cuerpo técnico era nula. No hay duda de la capacidad de Jorge Sampaoli y tampoco la hay a la hora de reconocer los grandes logros que consiguió con el combinado chileno. No obstante, parece que el cargo se le está complicando y le ha costado dar con la tecla para mejorar en el accionar futbolístico. Hasta ahora, la incertidumbre ha ido saliendo a la luz cuando ha sacado diferentes alineaciones en los partidos, diferentes esquemas tácticos y además, ha dejado entrever que no ha logrado compactar a un plantel de buenos jugadores para obtener un mejor rendimiento colectivo.

En el primer partido contra Islandia tras el empate firmado por Alfreð Finnbogason, el combinado albiceleste careció de ideas para poder abrir el cerrojo europeo. Cuando lo hizo en la parte complementaria, fue mediante chispazos individuales y pocas veces se mostró una acción colectiva para cambiar el rumbo del partido. Dicho empate fue, es y será recordado por el fallo de Lionel Messi desde los once pasos. Probablemente, si el astro hubiese metido el penal, ahora sería el héroe de todo un país futbolero. Pero, lamentablemente, este deporte es tan volátil que una jugada puede catapultar a un jugador como el villano o la gran figura.

"Argentina vislumbra lejos la tercera estrella"

En el partido disputado contra Croacia, los errores defensivos les anularon. Una vez que los croatas anotaron el primer gol, no hubo una capacidad de respuesta en la cancha y tampoco la hubo desde el banquillo. De forma increíble, Lionel Messi pareció ser otro jugador común en el campo, pasando desapercibido y, como muchos de sus compañeros, terminó caminando sobre el terreno de juego.

Aquí entraría otro punto a destacar al enfrentarse a una dinámica y ágil Croacia, ya que Argentina es uno de los equipos más longevos de la gran cita. Futbolistas como Javier Mascherano, Lucas Biglia, Lionel Messi, Sergio Romero, Gabriel Mercado o Sergio Agüero, pasan de la barrera de los 30 años, lo cual no es un impedimento, pero si convierte al equipo en un plantel más lento en muchos aspectos.

Argentina seguirá persiguiendo su sueño | Foto: Selección de Argentina
Argentina seguirá persiguiendo su sueño | Foto: Selección de Argentina

Por último, el corazón y la garra salió en el partido que disputaron contra Nigeria. Siendo consciente de todo lo que el país se jugaba y con la presión que siempre siente por asumir el rol de capitán, Lionel Messi hizo acto de presencia para anotar el primero, aunque Nigeria no se dio por vencida, con que los jugadores argentinos fueron finalmente alcanzados en el marcador.

Entonces, en la recta final tuvieron que aparecer los defensas: uno lo hizo metiendo el centro y otro con la definición para conseguir la anhelada clasificación a octavos.

Lionel Messi sigue sin encontrar un jugador que le ayude a compartir el peso del accionar ofensivo, pues en comparación con figuras como Cristiano Ronaldo en Portugal o Neymar en Brasil, no cuenta con compañeros que le quiten la presión y hagan que pueda jugar más libres para demostrar su fútbol.

Asimismo, el nivel defensivo ha dejado mucho que desear. Si desean tener éxito, deberán cerrar los espacios en el sector ofensivo y darle variantes tácticas a su mejor estrella para generarle daño a los galos, quienes asumirán el rol de próximos rivales y firmes aspirantes a hacerse con el título.

Argentina vislumbra lejos la tercera estrella, con un vestuario partido, sin haber encontrado el entendimiento con su técnico y con jugadores que han demostrado tener poca confianza en sí mismos para poder cambiar las cosas que hasta ahora se han dado.

Argentina pasará a cuartos de final (Christian Torres, @ctsportssarg)

Cuando se toca fondo como se tocó después de la derrota que el equipo experimentó ante Croacia, lo único que queda es levantarse y reaccionar para lo que viene. Argentina sabe de primera mano lo que es sufrir en esta gran cita. Antes de disputar el partido que disputaron ante Nigeria, pocos creían que Argentina podría clasificarse por los muchos conflictos internos que había, las malas actuaciones de los jugadores y las malas decisiones del cuerpo técnico, que hacían presagiar que la eliminación cobraría vida de forma inminente.

Pero nunca se deben subestimar el corazón y el coraje del combinado nacional albiceleste. Como un ave fénix y con Lionel Messi a la cabeza, el equipo resurgió de las cenizas y logró una clasificación milagrosa venciendo a la potencia africana con un 2-1 en el electrónico y consiguiendo el billete que les permitiría presenciar el siguiente reto.

Lionel Messi celebrando el primer gol de Argentina ante Nigeria | Foto: Getty Images
Lionel Messi celebrando el primer gol de Argentina ante Nigeria | Foto: Getty Images

De cara a lo que viene, Argentina saldrá a reaccionar a pie de campo, ya que el plantel, con Jorge Sampaoli a la cabeza, llega a su siguiente asalto con la cabeza bien alta, suspirando por todo un país y habiendo superado el peor bache posible. Así pues, el plantel llega con una subida de ánimo que el rival no tiene.

En el partido jugado ante Nigeria, Argentina demostró momentos de buen fútbol y una energía inigualable que hizo que la ilusión subsistiera en momentos tan difíciles.

Otra situación que hace pensar que Argentina se clasificará hacia una nueva instancia es la de la experiencia que los jugadores tienen en partidos de tal envergadura. Siendo bicampeona, Argentina es un equipo donde la mayoría de jugadores pasaron por estas situaciones en las citas anteriores y por ello saben cómo jugar estos partidos.

"Lo único que queda es levantarse"

Francia tiene un gran equipo, incluso mejor que Argentina en cuestión de calidad de jugadores, pero muchos de los militantes bajo las órdenes de Didier Deschamps, tienen poca experiencia en estos partidos y a la postre, seguro que esa inexperiencia les pasa factura.

Otra motivo que fundamenta la posición de que el combinado albiceleste prorrogará su sueño es el de que Argentina no es el candidato para ganar. Francia, que ha terminado en primera posición durante la fase de grupos, es un rival de extrema dificultad y ambos equipos saldrán a por todas a sabiendas de que todo está en juego. Es la oportunidad perfecta para reaccionar. Esa búsqueda provocará una descompensación defensiva en el rival de la que Messi y compañía sacarán mucho rédito.

Antes de este partido, Argentina era el equipo que iba a buscar el triunfo y el rival era el que esperaba el contragolpe. En esa situación, Argentina encontraba muy pocos espacios libres para atacar. Ahora, en la situación inversa, todo será más sencillo y encontrará muchos huecos defensivos especialmente por la zona de los laterales.

Por último, el combinado albiceleste cuenta con un plus que tiene nombre y apellidos: Lionel Messi. Se sabe que en un partido de futbol, ningún jugador puede ganar un partido él solo. Pero el asumir el rol de máxima estrella, conlleva estar en los focos de atención de toda una afición. Si Messi está inspirado y con un buen día, las probabilidades de un triunfo son muy altas. Además, él mismo conoce a los defensores y sabe cómo atacarles (Umtiti es su compañero en el FC Barcelona y Varane uno de sus enemigos íntimos en el Real Madrid). Este detalle sirve de referencia y además, los antecedentes le dan la razón: Argentina nunca ha perdido en los octavos de final. Francia y Argentina se enfrentaron en dos ocasiones y en ambos encuentros, la victoria se puso de parte del combinado albiceleste.