La injusticia tomó el Otkrytie Arena de Moscú, sobre todo en lo que respecta a David Ospina. El duelo entre ingleses y colombianos era uno de los que más interés despertaba en lo que a los octavos de final se refiere. Dos selecciones que no dejaron un mal sabor de boca en la fase de grupos se ponían frente a frente para seguir vivas en un lado del cuadro del todo asequible. Con la idea en mente de no caer eliminados, ambos conjuntos se plantaron en el terreno de juego con más miedo que fútbol.

La precaución se apoderó de unos jugadores que por momentos le pusieron las cosas muy complicadas a un colegiado que no dudó a la hora de señalar el que sería el primero de los once penaltis que se lanzarían para determinar el equipo que accedía a la siguiente ronda. Seguro bajo los palos, Ospina no pudo hacer nada ante el excelente lanzamiento de un Harry Kane que repetiría minutos más tarde. Se ponía por delante Inglaterra que, además, dominaba a su antojo el balón. Sin embargo, la enésima jugada de estrategia que remata a la red Yerry Mina llevó el encuentro a la prórroga y, finalmente, a los lanzamientos de penalti.

Ospina detuvo uno de los cinco penaltis en la tanda

Fue ahí donde David Ospina pudo convertirse en héroe, pero su proceso de transformación fue eclipsado por otro protagonista, Jordan Pickford. El colombiano fue el primero en detener una pena máxima para dar esperanzas a los cafeteros, que saltaban de alegría durante el lamento de Jordan Henderson. No obstante, poco o nada tardó el guardameta del Everton en aparecer. Primero para desviar con la mirada al travesaño el disparo de Mateus Uribe y, más tarde, para detener el lanzamiento de un Carlos Bacca que, al igual que el portero Gunner, fue testigo de la increíble parada del meta inglés. Dier fue el que materializó la remontada en el desempate y, con ello, mandó a casa a un Ospina que puede estar contento de su actuación en Rusia.