Francia sigue generando buenas sensaciones en este mundial, mejorando partido a partido. En un a priori complicado cruce de cuartos de final ante la Uruguay de Tavares, los jugadores de Didier Deschamps mostraron orden y seriedad en el terreno de juego, concentración y -a la hora de la verdad-, mayor acierto de cara a puerta. El dominio del esférico fue suyo y dio la impresión que todavía se reservaban munición en las mochilas.

"Creo que merecíamos el resultado, jugamos contra una buena versión de Uruguay, pero estuvimos mejor", declaraba Deschamps al certificarse el pase a semifinales. Y lo hacía con la seguridad que sus propios jugadores habían transmitido sobre el terreno de juego: "Tengo un equipo más joven, ya jugaron como equipo antes, pero los requisitos de hoy eran aún más altos porque los oponentes mejoran a medida que progresas". Y es que los sudamericanos parecieron en el choque menos equipo, menos ogro que en sus actuaciones anteriores. Quizá la ausencia de Cavani, quizá la pifia de Muslera... 

Sin embargo, el técnico francés no quería guardarse ningún reconocimiento a los suyos ni minusvalorar lo conseguido: "Estoy orgulloso, mi orgullo es el de todo el grupo, y aquí quiero mencionar a mi equipo técnico, que me ayuda día tras día." Y hacía especial énfasis incluso en uno de sus jugadores, quizá uno que está brillando menos que el resto pero cuyo sacrificio permite brillar a los Griezmann, Mbappe y Pogba: "Giroud siempre es generoso y no se queja cuando se trata de trabajar duro. Puede que no tenga el estilo extravagante de otros jugadores, pero el equipo lo necesita en todos y cada uno de los partidos. Él hace muchas cosas para que el equipo esté equilibrado. Los jugadores a su alrededor se benefician."

De esa manera Les bleus ya están en semifinales, donde se encontrarán ante Bélgica.