Se cumplieron los pronósticos en Samara. Inglaterra venció a Suecia y Welbeck se quedó en el banquillo, sin disputar ningún minuto en el encuentro que le dio el pase a las semifinales del Mundial a su combinado. De nuevo Gareth Southgate volvió a apostar por su once de gala, ese en el que destacan Harry Kane y Raheem Sterling en la punta de ataque. Si algo funciona para qué cambiarlo, pensará el seleccionador, y lo cierto es que, sin un fútbol brillante, los Three Lions están a un paso de la gran final. Les queda medirse a Croacia, una selección que comparte un atributo con los británicos.

Y es que, ambos combinados pueden sentirse orgullosos de tener un once de garantías que, sin embargo, les acarrea un problema paralelo: el cansancio. Tanto Southgate como Dalic manejan once hombres en los que han depositado su confianza desde el inicio de la cita mundialista. Aunque es verdad que hicieron muchas rotaciones en el tercer encuentro de la fase de grupos dada su clasificación a la siguiente ronda, ambos técnicos han agotado la batería de sus referentes. Por delante tendrán algo más de tres días para tratar de recargar esas pilas con la intención de volver a disponer aquellos en los que más confían.

Este hecho es el que limita la participación de Danny Welbeck, el futbolista del Arsenal que apenas tomó parte del combinado inglés en ese encuentro de rotación frente a Bélgica en el que terminaron perdiendo 0-1. Muy posiblemente esa va a ser la participación del Gunner en este Mundial, pues ni los resultados en contra, como ante Túnez o Colombia, ni los que se ponen a favor, como frente a Panamá o Suecia, hacen variar las ideas de Gareth Southgate. Solo el resultado final determinará si la gestión de la plantilla del seleccionador es la idónea.