Por fin se oficializa un fichaje que venía siendo un secreto a voces. Lucas Torreira ya pertenece al conjunto que ahora dirige Unai Emery, aunque lo cierto es que ya lo lleva haciendo desde hace algunos meses. De hecho, el uruguayo se unió a su selección para el Mundial de Rusia con el futuro cerrado al noventa y nueve por ciento, al menos así lo han hecho saber tanto familiares como miembros de la directiva de la Sampdoria, club de procedencia del mediocentro de 22 años. Esta anticipación del cuadro Gunner ha sido todo un éxito, más teniendo en cuenta el gran Mundial que ha hecho el natural de Fray Bentos. Suplente en los dos primeros partidos de los dirigidos por Óscar Tabárez, pronto el Maestro se dio cuenta que los uruguayos estaban más equilibrados con Torreira en el campo.

La llegada de Torreira puede cambiar el esquema del Arsenal

Equilibrio que buscará también el sucesor de Arsène Wenger. Y es que, de hacerse con la titularidad en el centro del campo del Arsenal, Torreira parece que va a cambiar el 4-2-3-1 habitual del técnico francés por un 4-3-3 en el que actuaría como mediocentro de contención. Con una excelente colocación sobre el verde, el uruguayo es capaz de crear y destruir al mismo tiempo. Puede convertirse en el escudero de una pareja formada por Ramsey y Xhaka que, con Torreira en el campo, pueden tener mucha más llegada al área contraria, con todo lo que ello significa teniendo en cuenta el tipo de jugadores que son.

Esa posición fue la que ocupó en la Sampdoria, club en el que recaló procedente del Pescara previo pago de 2 millones de euros. Con los dirigidos por Marco Giampaolo llegó a acumular un total de 74 partidos, en los que dejó cuatro goles y las mismas asistencias. Aunque su contribución ofensiva no destaca por sus guarismos, sí lo hace en términos defensivos, pues en sus dos temporadas en el club del Luigi Ferraris apenas ha visto 14 tarjetas amarillas, siendo seis de ellas la pasada temporada, cuando disputó 36 de los 38 partidos de la Serie A.