El penúltimo partido de la Copa del Mundo de Rusia 2018 será, como suele ocurrir, un partido entre dos equipos de altísimo nivel. A pesar de ser el partido que nadie quiere jugar, pues hacerlo implica haber perdido la chance de jugar la final, no se puede dudar del carácter competitivo de las naciones en duelo. Seguramente, tanto Bélgica como Inglaterra tienen por objetivo ganar el partido y despedirse de tierras rusas con una victoria.
No será la primera vez que se enfrenten ambos combinados. En la fase de grupo los aficionados tuvieron el privilegio de ver el choque entre dos de las naciones más fuertes del torneo. Sin embargo, aquel encuentro fue jugado con ambos equipos ya clasificados a la siguiente ronda y, por tanto, jugaron con un equipo alternativo que privó a los espectadores de ver el ansiado duelo entre capitanes.
En su primer enfrentamiento, Eden Hazard y Harry Kane fueron suplentes para sus selecciones en pro de recuperar el estado físico y guardar energías necesarias para los octavos de final y las rondas por venir. Pero el fútbol ha premiado el espectáculo y en el partido por el tercer puesto de la Copa se podrá vivir ese apasionante duelo entre jugadores con aroma a Premier League.
Tanto Kane como Hazard son las máximas figuras de sus selecciones, los capitanes y los lideres futbolísticos. Suelen verse las caras en uno de los clásicos londinenses en la Premier y ahora pondrán a competir sus habilidades y destrezas en San Petersburgo.
El príncipe belga
La demostración colectiva, pero sobretodo individual, que ha realizado Eden Hazard en la Copa del Mundo ha sido un deleite absoluto. El extremo del Chelsea ha jugado un torneo más que consagratorio para su fútbol y para su carrera. No solo es el capitán de su selección, sino que, al igual que su rival inglés, es el jugador que puede explicar la propuesta de su equipo.
Cuando Roberto Martínez le entregó la cintilla de capitán al número 10 le otorgó el liderazgo de su equipo a nivel emocional y deportivo. Además, le rodeó de la mejor manera y diseñó un estilo y una propuesta que explotara de la mejor manera las innegables cualidades de Hazard. La ubicación del ‘Duque’ en la alineación belga y sus funciones dentro de esquema han visto lo mejor del jugador del Chelsea en cancha a pesar de no haber logrado el pase a la final.
En la presente Copa, Hazard ha podido demostrar sus impresionantes habilidades para driblar a sus rivales, para llevar el balón atado a sus botines y para dejar en ridículo a sus marcadores. De igual manera, ha puesto en escena su fuerza física, un atributo poco común en jugadores de su estatura, pero que él sabe aprovechar al máximo para cubrir el esférico y mantener la posición. El mejor ejemplo de ello fue en los cuartos de final contra Brasil, donde Hazard volvió loco a su marcador Fagner y, aunque siempre recibía de espalda, conseguía voltearse, aguantar el balón o forzar una falta que beneficiara a su equipo.
Los números refrendan el rendimiento de Hazard en la competencia. Jugó cinco de los seis partidos de su selección, faltando únicamente al partido ante Inglaterra en la fase de grupos por las razones ya mencionadas. En cinco encuentros, marcó dos goles y asistió otros dos, tuvo 15 tiros a puerta y completó 12 regates para entrar al área rival, algo que pocos jugadores consiguen teniendo en cuenta la cantidad de gente que se acumula en esa zona. Además, recibió 25 faltas en todo el torneo, mostrando la dificultad que tuvieron sus marcadores para detenerlo. Para poner este dato en perspectiva basta con decir que el único jugador que recibió más faltas que Hazard fue Neymar con 26. El tercer jugador de esa lista está a siete faltas y ha jugado un partido más, siendo Rakitić con 18.
Un ciudadano en Rusia
Al igual que ocurre con su rival, desde la llegada de Gareth Southgate y en especial en esta Copa del Mundo, Harry Kane ha sido la figura central y protagónica de su equipo. El capitán de su selección con 24 años, siendo preferido por encima de jugadores con mayor experiencia como Henderson, Young o Cahill y el principal referente en ofensiva de un equipo que juega de manera vertical y directa.
El goleador del Tottenham Hotspur ha venido de más a menos en el Mundial, algo parecido a lo que le ha ocurrido a su selección. Comenzó de manera implacable en la fase de grupos anotando varios goles. Es verdad que tres de ellos fueron desde el punto penal, pero la influencia que tenía Kane en el juego ingles era mayúscula. Sus movimientos de arrastre y caída a banda eran vitales para la llegada de los interiores, su capacidad de pivoteo y de desmarque dentro del área generaban muchas ocasiones para Inglaterra. Y qué decir de su presencia en el área y de cara al arco rival.
Fue tan influyente que en los dos partidos que jugó en la fase de grupos, en ambos fue reconocido como el Man of The Match por la FIFA y consiguió anotar un doblete y un triplete. Le dio tres puntos vitales a su selección en el tiempo de descuento ante Túnez y sentenció el juego ante Panamá con sus tres goles.
Ya en la siguiente ronda, la influencia de Kane fue bajando paulatinamente. Ante Colombia anotó el gol de su equipo a través de la vía del penal y también marcó su penal en la serie definitiva. No obstante, a nivel de juego las apariciones eran menores. Bajaron tanto el nivel de sus actuaciones que ante Suecia y ante Croacia no consiguió anotar y tampoco tuvo demasiadas chances peligrosas para hacerlo.
A pesar de todo ello, Harry Kane es, hasta el momento, el máximo goleador de la Copa del Mundo con seis goles en cinco partidos, con Lukaku como su perseguidor más cercano habiendo anotado cuatro y una asistencia. Tiene a su nombre tres Man of The Match, dos en fase de grupos y uno en los octavos de final. Con esto, el ‘Ciudadano’ tendrá que aparecer en el juego por el tercer puesto para poder ayudar a su selección a levantar cabeza y quedarse con un premio de consolación y el botín de oro en Rusia 2018.