Fabian Delph, jugador de la selección inglesa, ha sido padre durante la celebración de este Mundial: "Tuve ocasión de ir a casa por un par de días y pude experimentar la euforia que vivía el país. Luego les dije a los jugadores cómo estaba el país. Era increíble. Sería genial llegar y volver a ver a 300.000 seguidores, pero no será así. Tal vez la próxima vez podamos ser primeros o segundos y entonces será muy diferente".
El mediocentro hizo autocrítica sobre su juego, aunque también da importancia a la continuidad y el número de minutos: "Para mejorar pienso que todavía hay facetas de mi juego en las que puedo progresar. La clave es jugar. Si no juegas pierdes el tiempo, las distancias y puedes desmoralizarte. Por eso ha sido importante que haya jugado en mi club para poder llegar a la selección y estar en el equipo de la Copa del Mundo. Esto es lo más destacado de mi carrera".
El jugador Citizen aseguró que la convivencia en la selección es muy similar a la que tiene en su club: "La sensación que tenemos en el Manchester City, la identidad en el terreno de juego y la energía es la misma que los de aquí. El ambiente es excelente; hay muchos jugadores jóvenes y están hambrientos. Me daba la sensación que estaba en una concentración de club. Ha sido una experiencia fantástica para mí personalmente y creo que nos servirá para el futuro".
La selección inglesa llegó a este Mundial como la tercera más joven, con una media de edad de 25,9 años, solo por detrás de Nigeria y Alemania. De hecho, ha sido la selección más joven de las que pasaron la fase de grupos: "Todo ha sido fantástico. Un montón de jugadores jóvenes con ilusión, atrevidos y que van en busca del mismo objetivo. Lo disfruté muchísimo. Es un honor jugar para mi país. No hemos logrado el objetivo pero ha sido una experiencia fantástica y nos coloca en una buena posición para el futuro".