Chelsea e Inter medían sus fuerzas en una reconstrucción de los apasionantes encuentros entre los de Spalletti y el Napoli del propio Maurizio Sarri ahora ocupando el banquillo blue. El conjunto italiano llegaba más rodado a este encuentro, siendo este su quinto amistoso, a diferencia del cuadro inglés, que disputaba su segundo compromiso mientras Sarri trata de implantar su sello y estilo en una plantilla nueva.

Un Chelsea con olor a Sarri

La primera mitad del encuentro nos deparó un dominio de partido claramente desequilibrado en favor del Chelsea, que mandó desde la posesión en un arranque al que el Inter tardó en adaptarse. Los pupilos de Sarri formaron en un 4-3-3 claro con Jorginho como pivote y primer engranaje en la salida de balón blue. Como ya hiciera estas últimas temporadas en su Napoli, el italobrasileño bajaba su posición llegando incluso a la altura de los centrales, en una práctica táctica denominada como 'salida Lavolpiana', permitiendo a los laterales ganar en amplitud y abrir el juego para desplegar la presión rival y así ganar opciones de pase. Una salida que con Jorginho gana un plus en clarividencia y ritmo, pues contemporiza muy bien la jugada para encontrar la mejor opción en forma de pase vertical o de ruptura. Algo que era muy característico en San Paolo y que ahora Sarri está modelando para que también sea habitual en su nueva casa, Stamford Bridge.

Jorginho en uno de sus encuentros con el Napoli | Foto: Getty Images
Jorginho en uno de sus encuentros con el Napoli | Foto: Getty Images

El Chelsea presionaba con muchos hombres en campo contrario en un bloque alto que dificultaba mucho las posesiones de un Inter que apenas intentaba circular el balón, buscando más hacer daño a través de transiciones rápidas, recuperaciones en campo contrario o bien con constantes balones largos a la espalda de los laterales ingleses buscando el desmarque al espacio de los extremos nerazurri. Poco a poco el Inter se fue acomodando al planteamiento de partido blue, pero en los primeros minutos sufrió mucho con las triangulaciones londinenses en campo contrario, hasta el punto de acabar encontrando el gol por parte del conjunto inglés tras una recuperación en un saque de banda interista cercano a su propio área, en una acción muy poco contundente de la zaga italiana que permitió a Pedro -todo un especialista en abrir marcadores- aprovechar el disparo rechazado de Morata para abrir el marcador. El Chelsea haría efectivo su dominio con esa victoria parcial al descanso, pero en la segunda mitad las tornas se cambiarían.

Un Inter más reconocible

En la segunda parte del partido el Inter comenzó a ser más propositivo a partir del balón, con un Asamoah más participativo en salida en posiciones más retrasadas por el centro del campo dando más oxígeno a un conjunto milanés que necesitaba poder asentarse con balón para difuminar el dominio y el contexto de partido que había dibujado Sarri con su Chelsea. El paso de los minutos fue dando poso a un Inter que confió en sus opciones, tanto a través de la posesión, como de esos balones largos buscando a sus extremos al espacio aprovechando la altura de las líneas blues, seguramente la mejor vía que encontró Spalletti para hacer daño al conjunto inglés, a la que lógicamente no renunció.

La mayor participación ofensiva de Lautaro Martínez, que entró al campo en el único cambio del técnico toscano al descanso, en lugar de un Emmers algo desapercibido, fue clave para hacer jugar al Inter en campo contrario y activar a Icardi y Candreva, que comenzaron a moverse por todo el ancho del campo -aunque principalmente por el sector zurdo del ataque- y a poner en dificultades a la defensa inglesa. Pero el factor diferencial en la segunda parte, además de todo lo mencionado anteriormente, fueron las apariciones desde segunda línea de un Gagliardini que llegaba constantemente al área con peligro, hasta tal punto de ser el autor del gol del empate definitivo, tras una recuperación del Inter en campo contrario y una rápida transición con Lautaro arrastrando a uno de los centrales que cerraban y dejando el espacio a la carrera para el italiano que aprovechó la asistencia de Icardi para definir ante Willy Caballero y poner el 1-1 en el marcador.

Los once metros fueron entonces los que definieron el vencedor de este encuentro. Con un Chelsea que hizo pleno de goles mientras el error de Skriniar en la tanda hizo que el conjunto blue fuese el vencedor de un encuentro muy interesante para ir analizando la que puede ser la base de dos equipos y proyectos que podrán dar que hablar esta temporada en Premier y Serie A respectivamente.