Tras perder en su debut ante el Bournemouth, el Cardiff City quería demostrarle a su público que ya no son equipo de Championship. Enfrente, un Newcastle que dejó buenas sensaciones contra el Tottenham. He ahí que Neil Warnock plantease un partido difícil y con muchos obstáculos, sabiendo que su rival era capaz de hacerle daño en cualquier momento y sin demasiadas complicaciones.

Con Camarasa y Ralls como interiores, el técnico inglés quiso presionar el centro del campo rival, algo que anulaba por completo a Benitez. Y es que sin un mínimo de asociación, el Newcastle tenía pocas alternativas. Además, la posición de Joselu -quien fijaba centrales para la incursión de Ayoze por dentro- era inútil si no existía espacio. Los dos delanteros españoles tocaron poco balón durante todo el partido. Y si esto ocurrió fue debido a la gran actuación de Morrison y Bamba, una pareja de centrales con mucho oficio y bastante perseverancia.

La primera parte no tuvo demasiado. Un Murphy bastante acertado frente a Dummett. Aunque, a decir verdad, el que más sufrió las ofensivas de este fue Manquillo, ya que vio como el extremo derecho del Cardiff City se cambiaba de banda siempre que lo veía oportuno. Este le buscaba constantemente las cosquillas al ex del Atlético de Madrid, quien hizo un sobreesfuerzo físico. En el otro lado, Hoilett y Benett apenas actuaban de cara a gol. Seguramente por el mero hecho de la idea táctica de su equipo, que no era precisamente hacer daño por banda.

Tras el primer tiempo, Manquillo se marchó lesionado y entró por su lugar Hayden, expulsado en el 65' por una desafortunada acción. Y, aunque dicha jugada marcaría negativamente a cualquier equipo, las urracas disfrutaron de sus mejores minutos con un hombre menos. Cabe destacar ahí la figura de Shelvey, desaparecido hasta el momento. El centrocampista inglés sacó su garra y, sobre todo, su inteligencia posicional para demostrar quién domina el centro del campo urraca. Siempre bien colocado y nunca dejándose ganar la espalda, Shelvey supo leer espacios y supo anular las llegadas de Camarasa, incorporado para acciones de ese tipo.

El equipo galés seguía a lo suyo, agobiando al rival mediante la presión de sus mediocentros. Debido a este sistema y, sobre todo, a esta pragmática idea, Camarasa fue sustituido. Pues el ex del Betis destaca por su calidad y su toque, características que poco interesan al Cardiff. Sin embargo, jugar contra uno menos relajó a los bluebirds, que vieron como su rival avanzaba metros sin demasiadas dificultades. Importante ahí Ralls, un jugador que pasó desapercibido desde el inicio pero que fue clave para su equipo. Y es que el mediocampista inglés estuvo muy polivalente durante los noventa minutos, liderando la presión de su equipo y evitando -en cierta medida- las ofensivas finales del Newcastle.

Después de una larga espera llegaría la única ocasión clara del encuentro. Minuto 94 y penalty para el Newcastle. Desafortunadamente para los blanquinegros, Etheridge pararía el lanzamiento de Kennedy. Y a decir verdad, este hizo justicia. Ergo pese a los últimos 15 minutos, el encuentro estuvo muy igualado, sin demasiadas ocasiones y con poco fútbol. Gracias, en parte, a la táctica empleada por Neil Warnock y a las pocas alternativas de las cuales dispone Rafa Benitez. Aunque duela escucharlo, el Cardiff City tiene un claro problema con el gol que debe solucionar. Hoy no pudo ser gracias a su guardameta, pero quién sabe si esta carencia acaba mandándoles de nuevo a la segunda divisón inglesa. El Newcastle, por su parte, va contra viento y marea. Unos problemas cuyo arreglo es complicado, aunque no imposible. Hoy no pudo ser gracias a su guardameta, pero quién sabe si esta carencia acaba mandándoles de nuevo a la segunda divisón inglesa.

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