Encarar de nuevo una temporada sabiendo que eres uno de los clubes más laureados de tu país y uno de los que mejor palmarés y respeto ostenta en el continente con la incertidumbre, un año más, de no saber si el rendimiento estará a la altura de tu historia, debe ser algo muy difícil de asimilar. Aunque esa es la situación de un Milan que por desgracia ya se está acostumbrando a esta sensación temporada tras temporada. El segundo club con más títulos de liga en territorio trasalpino tras la Juventus, y el conjunto italiano con más Champions League en sus vitrinas, siendo el segundo en toda Europa con 7 orejonas, pone un listón de exigencia máximo, pero ya son muchos los años en que prometen volver a un estatus que han ido perdiendo con el tiempo. 

Un proyecto que vendía ilusión pero que de nuevo se quedó en la orilla

La última campaña arrancó con un proyecto ilusionante debido a una fuerte inversión por parte del nuevo grupo accionarial de capital chino, incorporando nombres talentosos y con proyección, así como el golpe sobre la mesa que supuso la contratación de un Bonucci que se convirtió rápidamente en líder del vestuario, icono de la grada y capitán de la squadra rossonera. Aunque curiosamente, un año después, ha vuelto a ser protagonista para volverse villano en la mitad roja de Milán. Las vueltas que da el fútbol.

Leonardo Bonucci como capitán del Milan. | Foto: Getty Images
Leonardo Bonucci como capitán del Milan. | Foto: Getty Images

A pesar de la inversión y la ilusión que despertaban los nuevos nombres que se enfundaban la zamarra lombarda, todo el optimismo de propios y extraños se fue diluyendo en un arranque de la temporada ciertamente irregular. Hasta el punto que mediada la campaña, allá por el mes de diciembre, el crédito del técnico que había logrado el primer título de la entidad desde 2011, Vincenzo Montella, se termina y acaba siendo cesado tras el histórico empate ante el Benevento, que supuso el primer punto para el club de Campania en Serie A y que todos recordaremos por cómo se produjo con aquel gol de su portero en los minutos finales del descuento. Su lugar en el banquillo lo ocuparía un hombre de gran carácter, conocedor y partícipe de la historia del club y que venía sobre todo a dominar un vestuario lleno de calidad como para revertir la situación: Gennaro Gattuso. Desde la llegada del entrenador calabrés el rendimiento del equipo cambió radicalmente, aunque le costó unos partidos arrancar, pero pasó de estar al filo de los puestos de clasificación europea muy alejado de sus rivales directos a estar metido de lleno en la lucha, aunque la distancia con el objetivo principal, la Champions League, estaba muy lejano. En la Europa League, Montella había superado la fase de grupos, y con Gattuso superaron la primera ronda de eliminación ante el Ludogorets, aunque cayeron en los octavos frente al Arsenal. En Serie A se acabaron asentando en esa zona de clasificación para la próxima Europa League en una dura pugna por los puestos de clasificación entre varios equipos, pero los rossoneri lograron alcanzar el objetivo con cierta solvencia.

Nuevo técnico, nuevo sistema y nuevas esperanzas

Los cambios de Gattuso fueron más enfocados a la vertiente emocional y mental de sus jugadores, pero también hubo cambios importantes en la táctica. De la defensa de tres y una especie de 3-4-2-1 asimétrico de Montella se pasó a un definido 4-3-3 por parte del técnico calabrés. Y con el trabajo de mercado que han hecho durante esta temporada todo parece encaminarse a repetir esquema. Tras la ya citada salida de Bonucci de vuelta a la Juventus, el Milan perdía ese símbolo, ese jugador de verdadera élite que marcase el punto de partida de un proyecto de retorno a lo más alto, aunque con su vuelta a Turín y la necesidad de la Vecchia Signora de vender, el conjunto lombardo ha logrado hacerse con dos piezas que pueden dar mucho de sí en la disciplina rossonera: Gonzalo Higuaín como jugador top y Mattia Caldara como proyecto de mucho futuro. Y es que analizando la plantilla de Milanello nos encontramos con una retaguardia que probablemente sea la que más proyección tenga de toda Italia. Caldara se suma a los ya presentes Romagnoli, Calabria y Conti, además del “experimentado” de tan solo 19 años en portería Gigi Donnarumma, que además esta temporada contará con la ayuda de todo un veterano para continuar su aprendizaje, el internacional español Pepe Reina, que llegó libre procedente del Napoli. Precisamente toda esa ilusión y proyección de la zaga se veía muy bien compensada con la experiencia que aportaba Bonucci, todo un acierto para los analistas, sin embargo su marcha deja a una defensa huérfana en ese aspecto; pueden ser jugadores que lleguen a un altísimo nivel, pero ahora mismo son más proyectos que realidades, y aunque su potencial sea tan alto, el rendimiento inmediato para la exigencia del Milan será algo que valorar durante la presente campaña.

Piña de Gattuso que marcó un antes y un después. | Foto: acmilan.com
Piña de Gattuso que marcó un antes y un después. | Foto: acmilan.com

El potencial de su defensa y sus buenos movimientos en el mercado en el ataque contrastan con un centro del campo limitado.

Si avanzamos en líneas, el centro del campo sigue siendo una de las zonas que más dudas alberga, pues si bien se han reforzado con la llegada del francés Bakayoko, cedido procedente del Chelsea, aportando músculo y trabajo en la medular, surgen dudas respecto a la profundidad y calidad de la misma línea, pues solo Bonaventura se presenta como un jugador capaz de dirigir y llevar el peso del juego de su equipo, y en el banquillo garantías no abundan. En ataque la cosa cambia, y es que al liderazgo y buen hacer de Suso, siempre destacando como uno de los mejores si no el mejor del conjunto rossonero, se le une la experiencia y el nivel de un Gonzalo Higuaín acostumbrado a luchar por el Capocannoniere en Italia allá donde va, en una liga que conoce a la perfección y que le da una pegada al Milan de la que carecía. La vuelta de Bacca tras una exitosa campaña en Villarreal y los refuerzos de Borini de forma definitiva o Halilovic aportan variedad de recursos y opciones en una línea ofensiva de mucha calidad y, ahora también, pegada. Las salidas de Kalinic o la cesión de André Silva a Sevilla son menos teniendo en cuenta cómo se ha reforzado la entidad de Milanello en este mercado estival.

Onces titular y suplente del Milan

Onces probables titular (izq.) y suplente (der.) del AC Milan | Foto: lapizarradelmister.es
Onces probables titular (izq.) y suplente (der.) del AC Milan | Foto: lapizarradelmister.es

Un proyecto que una vez más, y a pesar de todas las controversias económicas que pueda sufrir, vuelve a ilusionar a una afición que año tras año espera que este sea el definitivo para volver a la élite. Empezando por clasificarse para la Champions League, algo que tiene los ojos puestos muy fijamente por parte de Gattuso y de toda la afición rossonera. Mimbres y calidad hay como para, por lo menos, estar cerca del objetivo a alcanzar y luchar por él.