Con lo que mostró el Schalke 04 hoy en el Veltins Arena frente a su gente, a Tedesco le quedan muy pocas oportunidades para sacar adelante a este equipo. Un conjunto que tiene jugadores para mostrar un juego más vistoso pero que se queda en el pelotazo y lo que pueda lograr el delantero de turno, si es que este está dulce y no como hoy. En cambio, el Werder Bremen es un equipo trabajador y ordenado. Es una escuadra que con paciencia supo mover la pelota en su propio campo y en campo rival y liquidó a un equipo sin alma.

En el primer tiempo, los bostezos y el frío fueron lo más destacado. Parecía que el equipo local se quería llevar por delante al mundo pero esa energía duró cinco minutos. Desde entonces, el visitante cogió la pelota y empezó a jugar muy tranquilo y sin ningún afán sabiendo que el empate a ceros le servía y mucho. El medio campo de Florian Kohfeldt estuvo impecable en todo momento, y todo esto sin brillar demasiado. Fue hasta el final del primer tiempo que Maximilian Eggestein abrió el marcador y todo fue aún más sencillo para el equipo de Bremen.

Davy Klaassen, Nuri Sahin y Eggestein estuvieron siempre atentos a luchar y recuperar cada pelota que pasaba por su territorio. Fue por esto, y por el bajo nivel de los volantes del Schalke, que desde los 20 minutos del primer tiempo el equipo local tiró balones largos para que Burgstaller se las ingeniera solo. Klassen y Sahin están teniendo un resurgimiento esta temporada en la Bundesliga y su nivel cada vez incrementa. Además ambos hoy mostraron una faceta de obreros y jugadores que sirven al equipo en lo que sea.

Lo del Schalke sí es tan malo como suena. No hay ideas en el medio campo y casi siempre recurrieron a su mejor jugador, Daniel Caligiuri, para que tirara el bochazo largo. Los delanteros no tuvieron una buena noche ya que sí hubo opciones claras de gol que no supieron concretar y que Jiri Pavlenka también supo resolver a la perfección. Y con jugadores como Sebastian Rudy, que pueden y saben manejar la pelota de la mejor manera y distribuirla para generar opciones de gol, sentados en la banca es muy complicado. También está Yevhen Konoplyanka, que es muy picante y escurridizo en el área rival, pero estuvo hoy como un espectador más.

Ahora a Domenico Tedesco le queda un examen final importantísimo para ver si sigue o no al frente del cuadro azul del oeste de Alemania. Debe ir al infierno de Estambul a enfrentar al Galatasaray por la Champions League y sacar adelante la campaña a nivel internacional, por que en lo local, va de caída. Eso sí, si después de este resultado y este mal juego no deciden sacarlo antes del viaje a Turquía.

El Werder Bremen debe seguir haciendo las cosas como lo hizo hoy en casa del Schalke. Con solidez en defensa, con un gran equilibrio en el medio campo y con jugadores talentosos en la parte de adelante como, Max Kruse, que pueden sacarte de aprietos como pocos. El Schalke debe reconsiderar muchas cosas: su estilo de juego, los jugadores que disputan los partidos, el planteamiento de cada partido y, quién sabe, su técnico incluso. Un equipo de la talla del Schalke 04 no puede mostrar este tipo de juego y hacer que sus hinchas se vayan del estadio faltando 10 minutos para que termine el juego. Es por ellos que todo esto se mueve y merecen mucho más de lo que se vió hoy.

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