Corrían los 25´ del segundo tiempo, Lille defendía con alma y corazón el 0-0, PSG buscaba por todas las vías posibles la apertura del marcador que parecía no iba a llegar, pero apareció él; el chico que asombró al mundo con su habilidad, capacidad física y su facilidad para marcar goles, Mbappé. El joven francés recibió un pase de Neymar (desviado en un defensor), y antes llegar al área sorprendió a los defensa y al arquero rival perfilándose y rematando de primeras al palo más alejado del guardameta, marcando de esta manera el tan ansiado primer tanto. El segundo de la noche lo hizo el extremo paulista Neymar, que armó una gran pared con Kilian, dejó a un par de rivales en el camino y encontró el espacio para el remate, que se desvió en un contrincante clavándose en el primer palo del portero. El gol para Lille lo convirtió el marfileño Nicolas Pépé, que después de una mano insólita en el área por parte de Kehrer, transformó el penal que decoró el resultado para el conjunto de Christophe Galtier.

El momento del remate. Photo: Getty images.
El momento del remate. Photo: Getty images.

Planteamientos distintos

Thomas Tuchel sorprendió implementando un 3-5-2, en donde solo hubo un mediocampista nominal, Marco Verrati. Del resto eran defensores, laterales, extremos y delanteros. El once inicial fue: Buffon en al arco; Marquinhos, Thiago Silva y Kehrer en la línea de tres; Meunier y Bernat los laterales/carrileros, Verrati volante central, Di María y Draxler los volantes creativos y Neymar junto a Mbappé los dos puntas.

Buffon antes de su vuelta a la titularidad. Foto: getty images
Buffon antes de su vuelta a la titularidad. Foto: getty images

Por otro lado Christophe Galtier utilizó un esquema más conocido por sus jugadores, 4-2-3-1 que en defensa se convertía en un 4-5-1 bien marcado. Mike Maignan fue el portero; Touré, Soumaoro, Fonte y Zeki Çelik en la línea de cuatro; Xeka y Thiago Mendes en el doble pivote, adelante de ellos se formó una línea de tres con Bamba, Ikoné y Pépé; en punta apareció solitariamente Rafael Leão.

Foto: Getty images.
Foto: Getty images.

Las acciones del juego fueron claramentes dominadas por el equipo de la capital, que se adueñó de la posesión del esférico, pero careció de profundidad en sus ataques posicionales, pese a tener en exceso jugadores de mucha velocidad. Y es que si no tienes jugadores que sean capaces de aprovechar la explosividad del equipo –salvo Verrati- con pases entre líneas y en profundidad, se hace muy complicado romper bloques defensivos como los propuestos por Lille.

Factor individualidades

Se puede competir y complicar, lo hizo Marseille en el Vélodrome y Lille en el Parc des Princes, pero la realidad de calidad es abismal. Es muy difícil para los equipos de la Ligue 1 competir ante la diferencia individual del PSG, y es que, haciendo un partido prácticamente perfecto a nivel defensivo (Paris casi no había generado ocasiones esta noche) Mbappé y Neymar provocaron dos goles en un abrir y cerrar de ojos, liquidando todo el esfuerzo colectivo realizado por el combinado de Galtier.

Neymar celebra. Foto: Getty images
Neymar celebra. Foto: Getty images

Lo nunca visto

Es cierto que la liga no es la más competitiva, que la diferencia de planteles es gigante entre los parisinos y el resto, que los grandes históricos no están en su mejor versión -Olympique Marseille y Olympique Lyon- pero no se puede dejar de destacar el arranque histórico del equipo de Thomas Tuchel. Doce victorias en doce partidos disputados, nunca antes se había visto en las cinco grandes ligas europeas. Historia pura.

Foto: Getty images.
Foto: Getty images.

Triunfo con miras al futuro

Con la victoria sobre Lille, los de Tuchel ya tienen la cabeza puesta en el vital compromiso del martes por la UEFA Champions League, ante el Napoli de Ancelotti en el San Paolo. El equipo de la capital está en estos momentos fuera de los 8vos de final de su principal objetivo de esta campaña, The Champions. La situación empeoró con el último empate 2-2 de local ante el conjunto italiano, que los dejó con la obligación de ir a Italia a sacar los tres puntos que los ubique en puestos de clasificación. Un traspié en Italia significaría olvidarse del primer puesto, y tener que ganar sus dos compromisos restantes ante el Liverpool y la Estrella Roja. Un lujo que no pueden darse los dirigidos por el alemán Thomas Tuchel.