En un encuentro parejo donde las distracciones colectivas e individuales fueron determinantes, los lusos no pudieron vencer al conjunto holandés y se quedan con un amargo punto que los deja a la expectativa de qué ocurra la próxima fecha en Grecia entre Ajax y AEK Atenas

Desde el dibujo táctico y lo visto en el partido pasado en Ámsterdam se sabía que sería un encuentro cerrado, ambas escuadradas en el papel jugaron con 4-3-3, elemento no menor y fundamental para entender un poco el desarrollo del juego.  Los primeros minutos fueron de pragmatismo y especulación total, se sabía que quien perdiera tendría un pie afuera de la Champions y desde las matemáticas esta posibilidad era algo que preocupaba más al local, hasta que en el minuto 29 y desde un saque de banda el Benfica logra romper el cero, la salida en falso de André Onana sería totalmente influyente para que esto fuera posible. 

Los minutos posteriores al gol del local no serían muy distintos al inicio de partido, muchísima fricción y juego fuerte por ambas escuadras, donde Ajax tenía más la iniciativa e intención de atacar por una clara necesidad y con el resultado que estaba sacando a esa altura el Bayern München (1-0) , en los últimos quince minutos de partido se vieron 4 tarjetas amarillas, eso habla de la intensidad y pulsaciones que manejaba el encuentro. 

Las lesiones que condicionaron a Benfica

El trajin de la temporada y el altísimo nivel e intensidad con el que se jugaba la contienda obligaron a Rui Vitória a mover su banco de suplentes, Eduardo Salvio dejaría el terreno de juego al minuto 48 para que de la mano Rafa Silva se sostuviera un resultado valiosísimo por cómo se desarrolla el grupo, posterior vendría la lesión de Jonas Gonçalves Oliveira que sería reemplazo por el suizo Haris Seferović

La respuesta de Ajax no se haría esperar y al minuto 61 con una genialidad del marroquí Hakim Ziyech con un pase frontal de 30 metros y una resolución rustica de Dušan Tadić, el resultado se igualaría, el envión anímico de los holandeses no se haría esperar y con su fútbol ya más que reconocido, juego de transiciones rápidas donde los extremos (David Neres- Hakim Ziyech) juegan un papel fundamental para que el centro delantero o el volante que viene siguiendo la jugada llega a rematar, la balanza se inclinó notoriamente hacia el visitante pero no sería suficiente para romper la igualdad,  la figura del encuentro fue André Onana que después de la desafortunada acción que le costó un gol a su equipo, supo mantener la igualdad en repetidas ocasiones. Otro de los puntos altos fue el del capitán de Ajax, Matthijs de Ligt, que nos tiene acostumbrados a rendimientos superlativos, esta noche no fue la excepción a la regla.

En Grecia se define todo

Para Ajax la clasificación se juega en Grecia, ya que ganando su partido sumaría once puntos en su grupo y para Benfica sería matemáticamente imposible alcanzarlo, por otra parte los portugueses visitarán al Bayern München en Alemania, un equipo irregular pero que no deja de tener futbolistas determinantes en todas su líneas y que será una gran prueba de coraje y estrategia para Benfica, sin embargo la clasificación en esta ocasión no depende de ellos. 

Por el lado luso, tendrán dos encuentros previos al choque contra el Bayern München, uno liguero y el otro por la cuarta fecha de la Copa de Portugal, por otra parte Ajax tiene un camino más tranquilo de cara al viaje a tierras mediterráneas, dos encuentros por la Eredivisie contra rivales de peso menor.