El Manchester United dio la campanada y venció en Turín a la Juventus por 1-2. Los Red Devils habían cuajado un muy mal partido en los primeros 85 minutos, aunque en la recta final lograron llevarse tres puntos de oro gracias al balón parado.

El dominio del equipo local fue absoluto desde que la pelota echó a rodar. Las ocasiones se sucedieron para los blanquinegros, que no pudieron concretar su vendaval ofensivo por la falta de acierto y una buena actuación de David De Gea. Sin embargo, parecía complicado que no se fuera a romper el muro inglés. Y así fue. Cristiano Ronaldo enganchó de volea un pase de Bonucci y anotó uno de los goles más bonitos de lo que va de competición para poner en ventaja a los suyos.

Todo indicaba que el cuadro de Massimiliano Allegri lo tenía todo bajo control pero, nada más lejos de la realidad, el final se convirtió en un infierno para ellos. En el minuto 86, Matuidi cometió una falta absurda al borde de la frontal, una oportunidad que Juan Mata no dejó pasar. El español lanzó una auténtica obra de arte para poner las tablas en el marcador. Cuatro minutos después, a punto de entrar en la prolongación, la Juventus volvió a caer en la trampa y regaló una falta peligrosa desde la banda. Ashley Young la ejecutó de manera perfecta y Bonucci acabó introduciendo el esférico en propia puerta tras un barullo en el área.

Con este resultado, la clasificación del Manchester United está mucho más cerca. Una victoria frente al Young Boys en la próxima fecha junto con una derrota del Valencia en Italia pondría matemáticamente a los ingleses en octavos de final. Un empate o una derrota llevarían al cuadro de Mourinho a jugárselo todo en Mestalla en la última jornada.

La próxima parada para el Manchester United antes del parón internacional será viajar al Etihad Stadium para disputar el derbi de la ciudad.