Partidazo. Nada más que agregar a la descripción de lo que se vivió en el Signal Iduna Park. Tuvo de todo el partido. Intensidad, goles, remontada, fricción, penal y hasta un gol anulado en el final por fuera de lugar que hubiera empatado el partido. Buenísimo lo que se vivió hoy en un nuevo capítulo en la historia de Der Klassiker. Además el Borussia Dortmund es más líder que nunca y parece que la crisis del Bayern Múnich continúa. ¿Será esta la última vez que Niko Kovac esté al frente del equipo bávaro?

El partido de hoy fue jugado casi que en capítulos. El primero sería “El Limbo”, en el que ambos equipos salieron a la cancha con ambición pero con las precauciones necesarias para no regalar nada. Un espacio en el que el Dortmund atacaba por unos minutos, luego respondía el Bayern pero ni fu ni fa. Luego vendría “La Apertura”, en el cual el Bayern demostraba un juego mejor que el de su rival y se pasaba al frente abriendo el marcador con un gol que se veía venir de Robert Lewandowski. Además vendría el desconcierto y la timidez del BVB que le pasaba factura la juventud de su equipo.

Así terminaría el primer acto y todos a los vestuarios. Incertidumbre por lado y lado. El Bayern tenía pasajes del juego en el que podía manejar muy bien la pelota y liberarse de la presión del rival, pero también perdía el balón en salida o en el medio campo que le empezaban a complicar la noche, se debía ajustar algo. Kovac no lo hizo. El equipo de casa no tenía un referente en el área rival, Mario Götze entraba y salía para que los centrales visitantes no tuvieran a quien referenciar pero no pudo influir en ningún momento. En el medio campo Lucien Favre había puesto dos jugadores muy de marca y entendió que era un partido para disputar y para ganar.

Para comenzar el segundo acto, entró Mahmoud Dahoud por Julian Weigl y le cambió la cara al conjunto de casa. También tuvo que haber una que otra cachetada y regaño a jugadores para que despertaran y fueran a jugar como lo habían demostrado en lo que va de la temporada. Entre esos, Jadon Sancho. Así es como comienza el siguiente capítulo de esta obra llamado: “El Despertar”. Solo cinco minutos pasaron para que Sancho recuperará un balón, encaró y se la diera a Marco Reus para que ganara un penalti a favor. El empate había llegado pero los de rojo no se quería quedar atrás y con una jugada con marca registrada del Tiki Taka, el Bayern encontró nuevamente la ventaja en el marcador.

Los cambios en el Borussia Dortmund debían seguir llegando y así lo entendió Favre. Sabía que su ataque había despertado y que le faltaba algo para terminar de engranar el sistema. Así es como comienza el capítulo de “La Llave”. A los 59 minutos de juego ingresó Paco Alcácer en lugar de Götze y cambió el partido. Mucho movimiento de los extremos, entrada y salida constante de Reus y además cambiaba de posición con Alcácer, un baile perfectamente improvisado de los cuatro de arriba que descongestiona el medio del campo y llegó el empate para el local. Grandiosa jugada entre Sancho y Lukasz Piszczeck que manda el centro y Reus define con gran categoría.

En los últimos veinte minutos de juego la intensidad era mucho mayor. El Bayern hacía mucho tiempo que no aparecía y solamente se salvaba de oportunidades que desperdició su rival para ganar el partido. Hasta que en el minuto 73 se animaría a atacar sin saber lo que le esperaría. Recuperación de Sancho en propio cambio, se la entrega al que sabe con la pelota en los pies y Reus casi que de memoria se la tira a Paco que se va solo frente a Neuer. Amaga una vez, dos veces y termina pinchando el balón. Golazo para completar el presente capítulo: “La Remontada”.

Kovac entendió todo mal en el partido. Debió buscar el partido desde el medio campo tal y como lo hizo su rival, pero no quiso hacer algún cambio en el esquema ni en los nombres hasta después de recibir el tercer gol. Después intentó con el viejo truco de meter más delanteros para buscar un gol, pero si no hay alguién que les lleve el balón a ellos es muy complicado. El Dortmund ya asentado en el partido, supo manejarlo muy bien y solo sufrió hasta el final con un centro por la derecha de Joshua Kimmich que Lewandowski resuelve con un taco de otro partido y la manda al fondo. Por suerte para el local, el polaco estaba en posición irregular y todo quedó invalidado. Es así como termina el último capítulo de uno de los mejores clásicos alemanes de los últimos años, “Las Dos Caras” con alegría por un lado y tristeza del otro.