Esta auténtica batalla por la permanencia fue el primer enfrentamiento entre ellos en la historia Premier League, y finalmente el Cardiff City fue quien salió victorioso. El cuadro galés se anotó la segunda victoria en la liga con el último suspiro al superar 2-1 a un Brighton que aguantó con diez hombres durante casi una hora pero terminó sucumbiendo debido al postrero tanto del marfileño Sol Bamba que desató la locura en Gales.

Dos goles y una roja que marcó el curso del partido

La historia comenzó ideal para Brighton, que en el origen del encuentro halló la apertura del marcador gracias a la pelota quieta. Un tiro libre al segundo palo de Solly March halló la cabeza del capitán Lewis Dunk, quien aprovechó un pésimo cálculo en el salto de Sol Bamba para colocar el 1-0. En un contexto muy parejo, en donde las jugadas elaboradas escasearon y lo que dominó fueron las imprecisiones, Cardiff encontró la igualdad antes de la media hora acarreando a cuestas sus limitaciones ofensivas. Kadeem Harris se internó en el área y sacó un centro cuyo desvío en el camino favoreció a Callum Paterson, quien empujó el balón de cabeza al fondo de la red e igualó.

Apenas siete minutos más tarde del 1-1 local iba a llegar una jugada que  condicionó el resto del partido para el Brighton: Dale Stephens se impuso en una pelota dividida, pero inmediatamente después su control quedó largo y terminó encontrando la pierna de Greg Cunningham. El juez Martin Adkinson no tuvo otra opción que expulsarlo directamente, lo que dio por iniciado un largo periplo en el que la visita se replegó en su área para defender los largos pelotazos, centros y hasta laterales al área del Cardiff para intentar llevarse al menos un punto. Lejísimos quedó el zurdazo desviado de March, antes del empate, y Chris Hughton optó por replegar a los suyos al introducir a Yves Bissouma en lugar del mencionado extremo.

La revancha de Sol Bamba

Las circunstancias le presentaron un partido impensado a Cardiff, que contó con un inédito protagonismo frente a un oponente decidido a protegerse. No obstante, las limitaciones ofensivas de los de Neil Warnock quedaron bastante expuestas: los laterales al área de Aaron Gunnarsson y los constantes envíos aéreos hicieron del encuentro una secuencia de acciones gregarias a las que Brighton su fue acomodando. El único capaz de romper con esto fue Harris, el más destacado del duelo. El diminuto extremo tomó la pelota sobre la derecha y sacó un zurdazo colocado que fue a parar directo al travesaño, en lo que fue la ocasión más clara de los Bluebirds. Pasada la hora de juego fue Paterson quien tuvo su doblete, pero Mathew Ryan apareció para negárselo.

El Brighton apretó los dientes y se defendió con todo en los últimos minutos, aunque a diez del final tuvo su ocasión de ponerse en ventaja. Bissouma avanzó en una corajeada, se conectó con José Izquierdo y el colombiano ejecutó un derechazo furioso que Neil Etheridge manotéo por encima del arco. No obstante, la resistencia visitante terminó cediendo justo al final y Cardiff se llevó el choque en una jugada híper caótica. El enésimo lateral al área de Gunnarsson encontró primero una peinada y luego una chilena de Bamba que dio en el palo. El rebote lo tomó Paterson, a quien entre Dunk y el travesaño le negaron el tanto.

Sin embargo, Bamba fue el que más rápido capturó ese rebote para hacer de la tercera la vencida, enmendar su fallo en el tanto rival y establecer el 2-1 definitivo.  La alegría fue total en el Cardiff City Stadium porque los Bluebirds encontraron finalmente el triunfo por el que empujaron durante toda la segunda parte.

El festejo de un Bamba que pudo ser villano, pero terminó salvando el día al otorgarle el triunfo a los Bluebirds. (Foto: Reuters)
El festejo de un Bamba que pudo ser villano, pero terminó salvando el día al otorgarle el triunfo a los Bluebirds. (Foto: Reuters)

A pesar de los tres puntos de hoy, Cardiff no logró salir de la zona de descenso debido al empate de Southampton -al que igualó en puntos, pero tiene mejor diferencia de gol- frente a Watford y la victoria de Newcastle ante Bournemouth, por lo que Neil Warnock se tendrá que conformar con festejar sus 100 encuentros al mando de los Bluebirds con esta victoria antes de seguir luchando por mantenerse en la Premier. Los Seagulls, por su parte, volvieron a mostrar que de visitante les cuesta mucho: solamente han ganado en una de sus últimas veinte salidas -5 empates y 14 derrotas-.