Con la llegada del español Unai Emery al banquillo parisino, Paris Saint-Germain se hizo la idea de que por fin iban a conseguir su primer título en competencias europeas; ¿Las razones? Llegaba un técnico copero, que había conseguido tres Europa League de manera consecutiva; se invirtió muchísimo dinero en las dos temporadas que estuvo Emery en París, en especial en la segunda donde gastaron más de 400 millones entre Neymar JR y KIlian Mbappé. Pero esto no ocurrió, de hecho PSG ni siquiera logró meterse entre los ocho mejores equipos de europa en el par de temporadas del DT español.

Las crítica fueron muy fuertes contra Unai, era el principal señalado por la prensa francesa –es normal que se le mire primero al DT antes que a los jugadores y dirigencia- pero, ¿fue justo esto?; a priori sí, Emery no estuvo a la altura de su plantel, ahora, que no se le haya señalado a los jugadores –bajo rendimiento de los pesos pesados- y a la falta de planificación de la dirigencia parisina, fue totalmente incorrecto. PSG no contó ni con un MCD (mediocampista defensivo) de primer nivel en sus filas, ni con un lateral izquierdo para competir al más alto riesgo europeo, y a cuenta gotas tenía dos interiores que podían hacer pie en partidos de alto impacto; esto denota errores graves por parte de la política de fichajes, y lo peor es que, todavía no tiene jugadores top-10 en estos puestos tan necesitados.

Emery en conferencia de prensa. Foto: Getty images.
Emery en conferencia de prensa. Foto: Getty images.

No aceptar los errores cometidos nunca finaliza bien, terminas tomando decisiones erróneas, dañinas y tercas. Claramente la revisión, reflexión y autoevaluación no existe en el ámbito Nasser y su equipo de trabajo; que llegaron a la conclusión de que los fracasos europeos habían sido culpa única y exclusivamente de Emery. Trajeron al alemán Thomas Tuchel, el cual tuvo un paso por el Dortmund que no fue precisamente exitoso, pero era una opción viable; no era un cambio tan alejado de la idea de juego de Emery y en teoría se traía a un técnico de carácter fuerte para manejar el vestuario parisino, algo de lo que careció el español y en donde a los alemanes suelen destacarse.

Esto tampoco sucedió, los problemas en el vestuario actualmente son más fuertes que la temporada pasada, Adrien Rabiot y Edinson Cavani han sido los principales perjudicados por las decisiones del técnico alemán; que ya utilizó más de cuatro esquemas diferentes durante la temporada. Con Emery hubo una lucha de egos que no pasó a mayores, a este ritmo si sigue la misma situación no sería una sorpresa ver una salida de Rabiot o Cavani del equipo, en busca de un cambio de aires; así que por el tema vestuario la apuesta de Nasser no ha salido bien.

Nasser junto a Tuchel. Foto: Getty images.
Nasser junto a Tuchel. Foto: Getty images.

La táctica del español

Unai Emery mayormente utilizó dos esquemas en sus dos años como DT parisino, 4-2-3-1 y 4-3-3; ataques posicionales para surtir de balones a los tridentes: Di María, Cavani y Draxler –primera temporada- Mbappé, Cavani y Neymar –segunda campaña-, en donde los laterales tenían un papel protagónico en ataque y los encargados de la creatividad ofensiva en el medio eran Rabiot  y Verrati.

XI primera campaña

Uno de los once más repetido por parte del  DT español en su primer año fue:

Esquema: 4-3-3. Cuatro defensas; un medio defensivo, dos interiores; dos extremos, un único delantero centro.

Con este equipo PSG firmó su mejor performance en un partido por Champions de la época reciente, al golear 4-0 al FC Barcelona en el Parque de los Príncipes. ¿Cuál fue el grave error de Unai Emery? Cambiar su identidad y su forma de jugar para la vuelta en España, donde jugó con un 4-5-1 y terminaría sufriendo la remontada más épica de la historia de la competición, 6-1 en el Camp Nou. Una noche que ha dejado una gran mancha en la carrera de Emery, y sobre todo opacó todo lo que consiguió en su paso como DT del PSG. Si en Paris se habla de Unai, automáticamente se piensa en esa gran noche blaugrana y el desastre parisino en Barcelona.

El golazo de Di María en el 4-0 frente a Barcelona. Foto: Getty images.
El golazo de Di María en el 4-0 frente a Barcelona. Foto: Getty images.

Esquema del día de la remontada blaugrana: 4-5-1 defensivo. Líneas retrasadas y juntas apostando al contragolpe. Cuatro defensores bien atrás cerca de su arquero; tres mediocampistas, dos extremos a la par de la línea de medios y enfrente de los laterales; un único delantero corriendo a los defensas centrales y al volante central rival.

El momento del gol que significó la remontada. Foto: Getty images.
El momento del gol que significó la remontada. Foto: Getty images.

 

Segundo año

La segunda temporada fue el voto de confianza para Emery por parte de la directiva, en aquella oportunidad se gastó muchísimo dinero apostando todo a la máxima competición Europea, la Champions League. Más de 220 millones para fichar a Neymar, más de 180 millones para sumar a Mbappé; dos compras que le dieron un salto de calidad sin igual al ataque parisino. ¿El problema? Que no se sumaron piezas de jerarquía en donde el equipo más necesitaba, el lateral izquierdo y el medio sector. Matuidi se fue a la Juventus por un precio muy bajo; dejando al mediocampo parisino debilitado, el flanco izquierdo de la defensa careció de un lateral top durante toda la temporada, PSG con todo y la salida de Blaise a la Juve; no fichó a un volante de primer nivel habiendo opciones interesantes en el mercado. Todo quedó opacado por las contrataciones millonarios de Neymar y Mbappé, más la llegada de Dani Alves al plantel para reforzar el sector derecho –lugar donde había un lateral top, Meunier-. Mucho dinero gastado, pero no hubo sabiduría en la toma de decisiones, Paris estaba destinado a otro fracaso europeo.

El equipo más utilizado por Emery en su segundo año: 4-3-3. Aréola le ganó la pulseada a Trapp por la titularidad en el arco, una línea de cuatro defensores; en donde Alves y Yuri eran las incorporaciones en banda. Tres mediocampistas, y un tridente letal: Cavani, Mbappé y Neymar JR.

Un equipo sin solidez no tiene nada que buscar en la Champions

Al bueno de Giovani Lo Celso le tocó hacer de volante central en el partido más importante de la temporada –Ante Real Madrid en el Santiago Bernabéu- cuando el argentino habitualmente es interior o media punta, el lateral izquierdo fue Yuri; que había firmado una buena temporada con la Real Sociedad; pero no era un lateral para competir en duelos de alto impacto por Champions. Con estos dos ítems desfavorables para Emery y su Paris Saint-Germain, el equipo funcionó muy bien hasta que, Unai decidió hacer un cambio de formación al minuto 66 de partido:

Esquema: 4-4-2. Cuatro defensores; en este caso un doble lateral por derecha (Meunier-Alves). Dos volantes centrales –Verrati y Rabiot-. Draxler/Lo Celso como extremo/carrilero izquierdo trabajando la banda competa. Neymar Y Mbappé los delanteros. Emery saca a Cavani para dar entrada a Meunier por derecha. Así jugó PSG durante 17´ hasta que el Real marcó el segundo tanto y realizó la segunda variante, Draxler por Lo Celso (cambio tardío.)

Zinedine Zidane (DT del Real en ese entonces), no dudó en responder con un doble cambio ante la propuesta de Emery, que estaba funcionando durante lapsos realmente competitivos en el Bernabéu. Dio entrada a Marco Asensio por Isco y a Lucas Vázquez por Casemiro, armando otro 4-4-2 pero mucho más ofensivo. Explotó las bandas y por ahí vinieron dos goles en cuestión de tres minutos. Golpe lapidario para el conjunto de Emery.

Marcelo celebra con Zidane. Foto: Getty images.
Marcelo celebra con Zidane. Foto: Getty images.

El Real de Zidane se devoró al PSG de Emery  después de 80´ parejos en la ida, un recital blanco que terminó con un global de 5-1.

Emery rescató la temporada rompiendo récords a nivel local, recuperó el título de Ligue 1 tras perderlo en su primera campaña ante Mónaco; pero eso no le dio el crédito para aguantar otro año en Paris, que al finalizar la temporada optó por cambiar de director técnico.

La llegada de Tuchel

No es nada fácil aterrizar en un club que tiene la obligación de, ganar todo lo que dispute a nivel local, tener un muy buen desempeño en Champions y encima jugar muy bien. Thomas Tuchel aceptó ese reto, la exigencia del banco parisino se ha vuelto altísima con el nivel de plantilla que tiene a disposición; tienes mucho para perder y muy poco para ganar. ¿Por qué ocurre esto? Porque ganar todos los títulos a nivel local, es tu obligación; jugar lindo, es tu obligación; hacer una buena Champions, es tu obligación. La única forma en la que te pudieran destacar, es ganando el triplete; y esto lo han logrado contados equipos, no cualquiera está hecho para conquistar Europa y sus torneos locales en la misma temporada.

Tuchel en los entrenamientos. Foto: Getty images.
Tuchel en los entrenamientos. Foto: Getty images.

 

La idea del alemán

Al principio de campaña se notó una idea similar a la de Unai Emery, 4-2-3-1 con mucha posesión y ataques posicionales. La principal diferencia fue la posición ocupada por Neymar, que pasó de ser un extremo por izquierda a una especie de enganche. Un puesto que pocas veces se le vio situado a Neymar, centralizado y atrás del nueve; muy parecido a la función que cumple actualmente Messi en Barcelona –salvando las distancias-.

Esquema: 4-2-3-1. Cuatro defensores; dos volantes centrales, dos extremos; un enganche y un nueve. La principal sorpresa o variante implementada por Tuchel, fue la posición y función de Neymar; que ha jugado mucho más centralizado a diferencia del año pasado con Emery. El diez sigue respondiendo, pese a que muchos se están quedando más con la capacidad goleadora y física de Mbappé, el crack brasileño es el que se ha montado el equipo al hombro en los momentos difíciles de la temporada (Ante Nápoles en el San Paolo el más claro ejemplo.) Resaltar que, Marco Verrati se perdió los primeros partidos de la temporada por lesión; y su posición la ocupaban otros jugadores hasta su vuelta. Marquinhos, Lass, Bernéde pasaron por ese puesto hasta la llegada del italiano.

Todo marchaba bien hasta que llegó la primera prueba de fuego, ante Liverpool en Anfield. Partido que derivó en la primera caída del PSG en la temporada (3-2.) Un encuentro que será recordado como el día en el cual, Tuchel puso de mediocentro a Marquinhos en un partido de UCL; y donde el jovén francés Kilian Mbappé, pasó de ser héroe a villano en cuestión de diez minutos. Ya que anotó el gol del empate al minuto 83 (2-2) pero perdió el balón que significó la derrota de su equipo en la última jugada del encuentro –gol de Firmino a los 93´-.

Gol de Firmino, 3-2. Foto: Getty images.
Gol de Firmino, 3-2. Foto: Getty images.

El esquema de Tuchel vs Liverpool fue: 4-2-3-1. La única diferencia al primer esquema, es la utilización de Marquinhos en el doble pivote junto a Rabiot.

De ahí en adelante todo cambió, empezaron las dudas en cuanto al juego, al dibujo táctico, al manejo de grupo, al nivel de la plantilla; ese encuentro perdido significó dolores de cabeza futuros para el DT alemán.

Los dibujos tácticos de Tuchel

Thomas aún no ha conseguido un esquema fijo, probó con el 4-2-3-1 con Neymar de enganche, 4-3-3 con el tridente compuesto por Cavani, Mbappé y el diez brasileño; 3-5-2 teniendo a Verrati como único mediocampista nominal, Draxler y Di María interiores; dos carrileros, Neymar y Mbappé en punta. Siendo sacrificados Cavani y Rabiot en la mayoría de las ocasiones. También ha probado suerte con el 3-4-2-1, donde Cavani y Rabiot sí han tenido lugar.

Esquema del PSG en la victoria 2-0 frente al Olympique de Marsella: 3-4-2-1 o 3-1-3-2-1. Una línea de tres centrales, en frente un único volante o mediocampista nominal –Verrati-. Dos carrileros, Bernat y Meunier. Draxler situado más adelante que Verrati, por detrás de Neymar y Di María; pero intercalando mucho con el diez brasilero. Y un delantero, Choupo-Moting.

Esquema contra Nápoles por la Champions: 3-1-4-2. Buffon en esta oportunidad se hizo de la portería evitando una tragedia del equipo parisino en Italia, apenas lograron rescatar un punto en aquella oportunidad que fácilmente pudo acabar en derrota ante el conjunto de Carlo Ancelotti. Tuchel apostó por tres defensores centrales, dos carrileros; un volante central que era Verrati, dos interiores –Di María y Draxler- y dos delanteros, Neymar y Mbappé; en donde el brasileño tenía libertad para moverse por todo el frente del ataque.

Una alineación que dio mucho pie para la polémica, porque prefirió utilizar a dos extremos para reconvertirlos a interiores (como es el caso de Draxler y Di María) en vez de Rabiot por ejemplo, que venía teniendo buenos desempeños en el equipo parisino. Otra decisión extraña fue, prescindir de Cavani del once titular; algo totalmente inesperado.

Último dibujo tactico de Tuchel por Ligue 1, victoria 4-0 ante Mónaco: 3-4-2-1. En donde la principal diferencia de otras alineaciones fue la inclusión de Cavani y Rabiot a la formación titular. Para destacar que hubo muchas rotaciones por parte de Thomas Tuchel para este encuentro, Nkunku y Diaby no suelen jugar disputar minutos; aunque ambos han logrado buenos rendimientos en sus pocas oportunidades.

El balance general

Hasta ahora se puede llegar a una sola conclusión, irregularidad. En el juego no deslumbra, ¿es efectivo en competiciones locales? Sí, de hecho; el PSG de Tuchel ha firmado el mejor arranque de cualquier equipo en las principales ligas europeas, trece victorias en trece jornadas disputadas. Locura total. El problema está en la falta de competencia de su liga, lo cual perjudica directamente en el rendimiento del equipo en la Champions. Ahora mismo el PSG está fuera de los puestos que dan lugar a los 8vos final, tercero con cinco unidades, por debajo de Nápoles y Liverpool que tienen seis puntos.

Neymar en el San Paolo. Foto: Getty images.
Neymar en el San Paolo. Foto: Getty images.

Es muy temprano para tildar de malo o bueno el trabajo de Thomas Tuchel en el banquillo parisino, pero las sensaciones hasta ahora son las mismas –peores en el ámbito europeo- que las de Emery. Así que el alemán tendrá que cambiar algo, seguir probando y buscando hasta encontrar una propuesta que funcione. El pequeño gran problema, es que de nada servirá encontrar el esquema y la identidad de juego si te eliminas en primera ronda de tu principal objetivo, The Champions.