Sorpresas agradables y desagradables. Imprevistos que generan euforia o desesperación. Sobresaltos gratos o antipáticos. En definitiva, una realidad que no se sabe muy bien qué va a deparar. Así es la temporada que están teniendo West Ham y Arsenal. Un curso lleno de situaciones atípicas que les están impidiendo rendir con regularidad. Sin llegar en su mejor momento, ambos se citan en el London Stadium para dar comienzo a la 22ª jornada de Premier League.
En mitad de la tabla, los Hammers están lejos de su mejor nivel. Prometían mucho tras haber conseguido armar un proyecto ilusionante, pero poco a poco han ido perdiendo atractivo hasta quedar sin objetivos. Lejos del descenso, los puestos de Europa se antojan imposibles. En parte, esta decepción llega tras su mal bagaje como local, pues han sumado los mismos puntos, catorce, delante de su afición que lejos de ella. Por su parte, los Gunners han caído en su rendimiento lejos del Emirates Stadium hasta el punto de ser el peor equipo del top seis de Inglaterra. No solo no ganan, sino que pierden la oportunidad de ocupar unos puestos de UEFA Champions League que fueron marcados por Unai Emery como el principal objetivo de este curso.
Un Unai Emery que, al igual que su homólogo en el banquillo del West Ham, Manuel Pellegrini, llegó esta temporada a la institución londinense. Su ida caló pronto gracias, en gran medida, a los buenos resultados, pero parece que esta no es la base sólida que pretendía el de Hondarribia. Su equipo sufre, y mucho, en defensa, mientras que sí puede alardear de sus prestaciones ofensivas. El chileno, por su parte, no ha podido dar continuidad a un plan alterado constantemente por los problemas de lesiones. Un sinfín de pasos por la enfermería ha dilapidado una idea atractiva de Pellegrini para un conjunto con presente y, sobre todo, futuro.
Queda por ver cómo salen ambos del mercado invernal, pues en eso también coinciden. Ambos están en los focos desde que se abriera la ventana de transferencias. El conjunto del London Stadium puede perder a su gran estrella, un Marko Arnautovic que ha recibido la llamada de la liga china. El montante económico ha eclipsado lo deportivo y parece que el austriaco no ve con malos ojos una salida. En el Arsenal destaca la llegada de Denis Suárez, el centrocampista del Barcelona que parece que será Gunner una vez se concrete la cesión. Descartado Banega, la salida de Aaron Ramsey es el otro foco candente. La Juventus, principal equipo interesado, marcará el desenlace de los acontecimientos. En definitiva, un encuentro imprevisible que, además, aguarda muchas más peculiaridades.
Por debajo de lo esperado
Cuatro derrotas en sus primeros cinco partidos de liga hacían presagiar que la etapa de Manuel Pellegrini al frente del West Ham no sería nada cómoda. Lo racheado de los resultados de su equipo ha derivado en un conjunto que se ha quedado sin objetivos en pleno mes de enero. A pesar de un buen tramo en diciembre, en el que consiguió cuatro victorias ante Newcastle, Crystal Palace, Cardiff City y Fulham, los Hammers suman dos derrotas, un empate y una sola victoria tras ese compendio de cuatro triunfos. Así parece imposible que peleen por Europa. Más aún cuando, aparte de los seis grandes de Inglaterra, equipos como Leicester o Watford parecen más competitivos.
El West Ham ha conseguido los mismos puntos en casa que fuera
Otro debe además del de conseguir una estabilidad a base de resultados es el de lograr vencer y convencer delante de su afición. Cuatro victorias, dos empates y cinco derrotas hacen del West Ham un equipo que ha conseguido los mismos puntos en su estadio que fuera, catorce. Si bien han tenido rivales incómodos, como Manchester City, Tottenham, Chelsea, con el que lograron un empate, o Manchester United, al que ganaron, las derrotas frente a Bournemouth, Wolverhampton o Watford les han privado de dar un paso al frente en la clasificación.
Sin embargo, la situación se puede torcer aún más si la marcha de Marko Arnautovic se lleva a cabo. El delantero, que llegó al West Ham en 2017 por 22 millones de euros, tiene una suculenta oferta del fútbol chino, que se desembolsaría en torno a 40 millones por llevar a su liga un jugador atractivo tanto en lo deportivo como en lo comercial. Si bien el comunicado del club ha sido claro, las declaraciones de su hermano y representante también dejan entrever que la oferta gusta y mucho en la familia Arnautovic. Sin él, el conjunto Hammer perdería al segundo máximo goleador del equipo, pues sus siete tantos le dejan solo por detrás de Felipe Anderson. Por delante de forma incontestable de Chicharito, Andy Carroll o Lucas Pérez, la salida de Arnautovic puede ser la gota que colme el vasco del London Stadium.
In response to the statement from the brother and agent of Marko Arnautovic this afternoon, the Club has issued the following: pic.twitter.com/6A2p3glFhg
— West Ham United (@WestHamUtd) 10 de enero de 2019
Los fantasmas del pasado
Si un periodo de veintidós partidos sin perder marcó durante meses la actualidad del Arsenal, ahora son sus dos victorias en los últimos cinco partidos ligueros los que preocupan al público Gunner. Estos triunfos, además, se han producido en casa, ante Fulham y Burnley, en dos partidos ganados que no satisficieron en demasía al respetable del Emirates Stadium. Fuera llegan tras perder ante Liverpool y Southampton y después de empatar ante el Brighton en un partido soso, sin ritmo ni ocasiones. El hecho de ser el noveno equipo más goleado de la Premier League es algo que preocupa, y mucho, a un Unai Emery que tiene otro debe: evitar caer tanto lejos de casa.
El Arsenal es el cuarto equipo que más goles recibe fuera de casa
Y es que, el Arsenal apenas ha conseguido cuatro victorias, tres empates y tres derrotas en Premier lejos del Emirates Stadium. Quince puntos de treinta posibles que, eso sí, le acercan a la cifra que consiguió el equipo con Wenger en toda la temporada pasada, dieciséis unidades. A estas alturas y con el alsaciano en el banquilo, el Arsenal había sumado doce puntos gracias a las tres victorias y los mismos empates. Habían anotado menos, sí, pero también habían encajado menos. La sangría de goles en contra se acrecienta aún más como visitantes, pues han recibido un total de 21 tantos, los mismos que Southampton o Huddersfield y solo por detrás de Fulham, Bournemouth y Burnley.
No obstante, con el mercado abierto, los refuerzos no parecen ir destinados a reforzar el apartado defensivo, a pesar de ser el principal problema del equipo. La llegada de Denis Suárez es inminente, pues el acuerdo es prácticamente total con el FC Barcelona, conjunto que le cedería al equipo Gunner desde enero hasta junio, pues en julio ya sería propiedad del Arsenal tras ejecutar la compra. Con el descarte de Banega, solo la salida de Ramsey parece ser el otro foco de atención. El galés, que dejó de tener sobre la mesa la propuesta de renovación ofrecida por el club, parece que se unirá a la Juventus, aunque hay otros equipos interesados también en hacerse con sus servicios. Estos parecen los agitadores de la actualidad de un equipo que debe recuperar su mejor versión si quiere terminar entre los cuatro primeros clasificados.
Incontestable dominio Gunner
Un 47 por ciento de triunfos del Arsenal sobre el West Ham deja clara la superioridad Gunner en los duelos directos. 34 victorias de los dirigidos ahora por Pellegrini en los 139 encuentros son completadas con los cuarenta empates. Llama la atención, eso sí, que el último triunfo de los del London Stadium sobre los del Emirates se produjera el 9 de agosto de 2015 en la jornada inaugural de la Premier League 15/16. Kouyaté y Zárate, en la segunda mitad, amargaron el debut liguero de un equipo que terminaría siendo segundo, tras el Leicester. Poco cambia el balance en los encuentros disputados con el West Ham como local. De los 69 partidos el Arsenal ha ganado 29, empatando 24 y perdiendo dieciséis. En esta ocasión hay que remontarse hasta 2006 para ver el último triunfo de los Hammers ante el Arsenal junto a su afición. El tanto de Marlon Harewood en el 88 marcó la diferencia. Desde ahí, once partidos finalizados en ocho victorias Gunners y tres empates.
El Arsenal no pierde en casa del West Ham desde 2006
En términos goleadores, el partido de esta misma temporada disputado en el Emirates Stadium marca la tendencia de los duelos directos. El 3-1 que dejó orgullosa a la afición del Arsenal no fue la única goleada en un enfrentamiento que promedia 2,80 tantos por partido. Los 389 totales, divididos en 161 para el West Ham y 228 para el Arsenal, dan buena muestra de ello.
Árbitro: Jonathan Moss
Acompañado en las bandas por Marc Perry y Andy Halliday, Jonathan Moss será el encargado de mantener el orden en este partido. Siendo uno de los árbitros veteranos de la Premier League, Moss puede presumir de estar en la élite del fútbol inglés desde la campaña 10/11, algo que le ha permitido sumar 187 partidos ligueros. Este año han sido catorce los dirigidos por él, con un balance de ocho victorias locales, cinco visitantes y un empate. A estos hay que añadir, además, otros dos encuentros de Championship, uno de League One y dos de Copa de la Liga.
En cuanto a su estadística con estos equipos hay que citar las siete victorias, ocho empates y las mismas derrotas del West Ham, un equipo que mantiene un balance equilibrado con un Jonathan Moss que no le va nada mal al Arsenal, conjunto que ha ganado 16 de los 21 partidos con él como colegiado. Dos empates y tres derrotas cierran el recuento.
Altas, bajas y posibles alineaciones
La lista de posibles bajas en ambos equipos es larga. Pellegrini no podrá contar con Balbuena, Wilshere, Fredericks, Yarmolenko, Carlos Sánchez, Winston Reid y Manuel Lanzini, mientras que gestiona las dudas de Chicharito y Arnautovic, pendiente de su futuro. Emery, por el contrario, tiene mejores noticias, pues Monreal, Bellerín y Mustafi ya están entrenando con el grupo y apenas pendientes de recibir el alta médica. Mavropanos y Mkhitaryan siguen el mismo proceso, aunque su comparecencia en el partido es más difícil. Özil también está listo, por lo que solo Holding y Welbeck, lesionados de larga duración, parecen ser las bajas seguras.