Luego de un descanso de Premier League por la presencia de la FA Cup, la Liga Premier volvió al ruedo este fin de semana. Como es de esperarse del fútbol de este país, siempre con partidos que superan las expectativas de los espectadores.
De todas formas, las miradas, sin dudas, estaban en Londres este domingo para el encuentro que iba a paralizar corazones. Dos equipos importantes se enfrentaban entre sí, estamos hablando del Tottenham y el Manchester United.
Por el lado del equipo de Pochettino, tenía la oportunidad única para sumar de a tres para acomodarse como único escolta del Liverpool, el líder de la Premier League, hasta que el Manchester City complete su partido ante el Wolves mañana.
En cuanto al rival, el Manchester United, parece ser un equipo completamente nuevo. Tras la salida de José Mourinho, Ole Gunnar Solskjær tomó el mando del equipo y lo llevó a cinco triunfos de forma consecutiva, cuatro por Premier League y uno por FA Cup, a tal punto que le dio la chance de acerca a los puestos de copas europeas y, con un triunfo, podría igualar al Arsenal en la quinta ubicación.
Con su nuevo entrenador, el United buscaba romper la mala racha de no ganar al Tottenham en su casa desde el 2012. En esta oportunidad, lo intentaba hacer en Wembley, a partir de las 17:30 pero, sin embargo, sabía que no sabía que no sería nada fácil.
Rashford quebró el cero
El reloj marcó la hora de jugar en Londres. Harry Kane el encargado de mover el balón en la mitad de campo para dar inicio a este partido tan esperado.
Sin embargo, la emoción pasaba más por los hinchas que en el partido se podía observar a dos equipos que se estaban estudiando, ninguno generaba situaciones en campo contrario, y se caracterizaba por las impresiones que generaban errores.
A los ocho minutos llegaba la primera situación clara del encuentro. Un gran pase de Eriksen para Son, que se fue con el balón dominado, habilitó a Winks que definió mal ante de De Gea y el balón se iba al saque de esquina.
La respuesta del United no tardó en llegar con un centro de Ashely Young para Lingard que controló el balón, se acomodó, pero definió por arriba de la portería. Sin descanso, la visita volvía a responder con un remate de Rashford que culminaba en las manos de Lloris.
Minutos mas tarde, tras un error de Trippier, Pogba robó el balón y asistió a Martial, que encaró y definió, pero nuevamente el portero de la selección francesa evitaba la caía de su valla y enviaba el balón al saque de esquina.
Tottenham se encargó de adueñarse del balón con el transcurso de los minutos, más allá de que no generaba peligro en el arco de De Gea, a pesar de que su rival, más agazapado, espera aprovechar cualquier error o alguna contra rápida para marcar, lo que lo hacía más peligroso.
Cuando parecía que el primer tiempo se iba sin goles y sin emociones, Paul Pogba, desde su propio campo, lanzó un balón largo para Marcus Rahsford que encaró hacía el área desde el sector derecho, y sacó un perfecto remate cruzado para vencer a Lloris y marcar el 1-0.
De esta forma, el Manchester United anotaba la ventaja que, hasta ese momento, parecía inesperada. No porque su rival lo estaba superando en ocasiones de gol y De Gea era protagonista, sino porque la visita no atacaba y esperaba el momento justo para sacar ventaja.
Los porteros protagonistas
El Tottenham sabía que tenía que disputar estos segundos 45 minutos con más intensidad y claridad que en la primera parte. Y así fue, ya que en el primer minuto de la segunda parte, Son Heung-Min disparó desde fuera del área, pero De Gea atrapó el balón.
Dos minutos más tarde, comenzaba el duelo clave que todos esperaban. El goleador de los Spurs ante uno de los mejores porteros de la Liga, y el primer duelo era el español el que ganaba tras desviar un potente disparo de Kane.
El show del uno del United no terminaba. Tras un centro al área, De Allí cabeceó con la frente de pique al suelo, pero el portero del Manchester sacaba ese balón, que sin dudas era el empate en todos lados menos en el arco de De Gea.
Pero el Manchester United no se quedaba atrás y comenzaba a responder las embestidas locales. Lo hacía mediante un centro de Young para Pogba que cabeceó dentro del área, pero que Lloris atrapaba el balón en el aire.
Pero esa chance no era la única. Dentro del área, Pogba detuvo el balón en sus pies e intento picar el balón ante la salida de Lloris, pero el portero manoteó el balón para mantener con vida a su equipo con la esperanza de conseguir el empate.
Los arqueros eran la protagonista en la segunda parte ya que ambos eran los que mantenían el resultado con la ventaja mínima para la visita. Es por eso que, David De Gea se volvía a quedar con el balón tras un cabezazo de Harry Kane.
En el minuto 62, tras una buena jugada colectiva del equipo de Solskaer, Martial tuvo lugar para rematar desde la puerta del área, pero su compatriota le negaba el segundo gol al United.
Mientras el Tottenham buscaba de todas maneras el empate. Se encontraba con una muralla que no podía quebrarse. Eso era David De Gea en 70 minutos, especialmente, cuando Alderweireld empujó el balón muy cerca de la portería tras un saque de esquina, pero el español evitaba el empate con sus pies. Luego, sería el turno de quedarse en sus manos el balón.
Pero, eso no era todo el espectáculo que estaba dando el portero del United ya que, a cinco minutos del final, Kane y De Gea quedaron mano a mano. El delantero sacó un gran remate cruzado, pero nuevamente el español le sacaba el empate con los pies.
Sin tiempo para más, por Rashford, pero especialmente por David De Gea, el Manchester United se llevó tres puntos fundamentales de Wembley. De esta forma, Ole Gunnar Solskjær, conduce al equipo a la sexta victoria de forma consecutiva, y lo acercó a puestos de competición europea. Mientras que, por el lado de los de Pochettino, se quedó con las ganas de ser el escolta del Liverpool.