Empate sin goles en un partido donde los guardametas fueron los protagonistas, dejando el mismo resultado con el que comenzó el partido, al final de los 90 minutos.  Desde el inicio del encuentro, la igualdad se vio en ambos equipos, queriendo tener el balón y buscando con insistencia la portería rival. En esta mitad fueron más las ocasiones que se marcharon lejos de la portería que aquellas que obligaron a actuar a los porteros. En la segunda parte, el desarrollo del partido fue claramente de menos a más, con llegadas en ambas porterías. Fue en esos momentos cuando aparecieron los héroes de cada equipo, negando el gol y dejando el empate a cero en el luminoso.

Pólvora mojada

La igualdad entre estos dos candidatos al título estuvo muy presente durante los primeros minutos. Ambos se volcaron al ataque, siendo los locales los que detuvieron las mejores acciones, demostrando una claridad ofensiva. Sin embargo, fue el conjunto visitante el que gozó de la mejor ocasión en un disparo de Arriola que Johnson sacó a una mano cuando todo hacía parecer que el gol era el único fin.

Con el paso de los minutos New York City FC fue mostrando una mayor presencia en el partido, manteniendo el control de la pelota. Con un Sands muy activo y buscando constantemente a Mitrita con balones al espacio, los locales insistieron en conseguir adelantarse en el marcador, pero no les fue sencillo superar la última línea de presión de su rival.

DC United, con el dominio local, supo leer las necesidades de juego en ese momento e inició un modelo de juego vertical que buscase balones en largo para tratar de aprovechar las segundas jugadas con Rooney y Acosta. Suyas eran las ocasiones más peligrosas a pesar de haberle entregado el balón a su rival.

Superado el minuto 35, NYCFC no se quedó de brazos cruzados y mandó un aviso a Hamid. Desde la frontal del área, Ring disparó a puerta, tratando de sorprender al guardameta, pero este respondió a la perfección, mandando el balón lejos de la portería.

Con la cercanía del descanso, en los últimos minutos ninguno de los equipos quiso arriesgar, comenzando a verse un gran número de faltas en el centro del campo que rompían cualquier tipo de continuidad en el juego.

Así fue como terminó la primera mitad, en donde 45 minutos serían definitivos para conocer si uno de los equipo conseguiría llevarse la victoria.

Héroes bajo palos

La segunda mitad inició con una mejor versión del equipo local que en los primeros cinco minutos gozó de dos disparos a puerta, siendo el primer de ellos el más peligroso al golpear en el lateral de la red.

Esta serie de acciones impulsó el juego de DC United que durante los siguientes minutos incrementó la intensidad de su juego para parar el empuje de su rival. Con un par de avisos obligaron a Johnson a actuar, pero en ninguno de los casos lograron poner en riesgo el marcador.

Superada la hora de partido, el desarrollo del mismo tornó a favor del conjunto visitante. Los capitalinos se hicieron con el control de la pelota y durante varios minutos consiguieron encerrar a los locales en su propio campo, consiguiendo generar las mejores ocasiones de gol.

La falta de gol en ambos equipos, llevó a ambos a realizar varios cambios en su once titular, tratando de imprimirle mayor intensidad y verticalidad a su juego. Segura por parte de los visitantes, Tajouri-Shradi y Lewis por los locales, fueron los jugadores de refresco con los que ambos equipos trataron de dar un vuelco al resultado.

Los minutos finales se acercaron de manera inexorable y las prisas por anotar provocaron que el encuentro enloqueciese y las ocasiones fueran llegando de manera alterna en una portería a otra. En ese momento apareció la figura del que sin ninguna a duda fue el jugador del partido, Bill Hamid. El guardameta visitante consiguió rechazar todos los disparos que se dieron sobre su portería, dejando el marcador final a cero goles.