Rumbo a la Eurocopa 2020 y con un as bajo la manga, comenzaba el equipo de Ryan Giggs con un amistoso ante Trinidad y Tobago en Wrexham. El seleccionador prefirió reservar a Gareth Bale, que ni siquiera estuvo en el banquillo, para el próximo partido que tendrá lugar el domingo contra Eslovaquia en Cardiff, el cual será un encuentro clasificatorio para la Eurocopa de Selecciones de 2020.

El delantero madridista generó polémica. Su convocatoria tuvo lugar dos días después de que no estuviese en el Real Madrid - Valladolid por una torcedura de tobillo producida durante el partido que desembocó en una aparatosa derrota ante el Ajax. El galés no juega con su selección desde noviembre de 2018, cuando se produjo la derrota ante Albania (1-0). Además, se perdió tres de los nueve encuentros que jugó la escuadra galesa. Dos de ellos, uno ante España, fue por lesión y en el resto de los encuentros, el galés anotó cinco goles. La selección británica encadena cuatro derrotas y un solo triunfo.

Se preveía que el rival, Trinidad y Tobago, no supondría gran dificultad para los británicos, pero no fue hasta los últimos minutos cuando el marcador anotaba la victoria a favor de Gales, una victoria bastante sufrida sin la estrella Bale. A pesar de que las expectativas eran altas con respecto al liderazgo de Gales sobre la selección caribeña, ésta no quiso pasar desapercibida, quien abrió la puerta de las ocasiones con el disparo de Hyland ante Ward, que respondió bien. En el 13' Hedges tuvo oportunidad de anotar en el marcador, pero no pudo ser. En el 44' el jugador Kevan George de la selección caribeña era sancionado con tarjeta amarilla por juego peligroso. Con respecto a anotar goles en el marcador, no tuvieron lugar más ocasiones por parte de ambas selecciones, dejando una primera parte sosa.

Durante la segunda parte, concretamente en el 66', se le anuló un gol a Thomas por fuera de juego. La desesperación y una cierta similitud con la anterior parte, presagiaba un amistoso empatado. Pero fue en el 91' cuando Ben Woodburn adelantaba el marcador a favor de la selección galesa, con un remate desde muy cerca por bajo, junto al palo izquierdo y con una asistencia de Will Vaulks. Hubo un último intento por parte del protagonista del único gol en el encuentro, pero en eso quedó, en un intento que se marchó ligeramente desviado. Los dragones rojos vencieron en un partido sin apenas fútbol y poca profundidad.