El Johan Cruyff Arena presenció un partidazo por las eliminatorias rumbo a la Eurocopa de Naciones 2020. Nada más y nada menos que el clásico Holanda vs Alemania que prometía mucho y no decepcionó. Un partido cambiante que en cada mitad tuvo un dominador diferente y que en el último suspiro lo ganaron los teutones con gol de Nico Schulz por un gran pase de Marco Reus. Aún así, Holanda sigue demostrando que tiene un gran equipo y está retomando sus raíces de buen fútbol que lo llevaron a tener prestigio en el mundo de este deporte.

El primer tiempo fue para los dirigidos por Joachim Löw que con dos jugadores poco habituales en punta le generó muchísimos problemas a la zaga local. Leroy Sané y Serge Gnabry se movieron por todo el frente de ataque como dos locos y generaron mucho peligro y un gol cada uno, para enmarcar el golazo de Gnabry para poner el 0-2. Virgil van Dijk y Matthijs de Ligt no supieron controlarlos y  corrieron por todo el campo intentando perseguirlos y generaron un desorden en la parte defensiva naranja que le costó irse abajo en el marcador. Parecía que sería una goleada y los alemanes habían vuelto a demostrar su mejor versión desde la Copa Confederaciones 2017.

Para el segundo tiempo la Naranja Mecánica despertó y con una ráfaga en los primeros 20 minutos logró empatar el partido y cambiar el control del partido. El ingreso de Steven Bergwijn le dió más dinámica al ataque del local y un cambio de chip en la mentalidad de los tres volantes central, el equipo de Ronald Koeman hizo méritos para ganar el partido. Por su parte Löw metió mano en el equipo y con los cambios de Ilkay Gundogan y Reus retomó el control del balón en el último cuarto y volvió a desequilibrar el partido en su favor.

Un viejo proverbio del fútbol dice que el que no hace los goles, los ve hacer y precisamente fue lo que sucedió esta tarde en la ciudad de Amsterdam. El primer tiempo era para que Alemania sentenciara el partido y no haber sufrido como sufrió en la segunda mitad. Por su parte Holanda aprovechó las oportunidades de los segundos 45 minutos, pero a la hora de ganar el partido, no concretó y perdió dos puntos en el último suspiro.

Que bueno es volver a ver a ambas selecciones históricas en un buen nivel y demostrando buen fútbol. Los grandes equipos no deben caer en esos bajones que sufrieron recientemente holandeses y alemanes. Koeman demostró sacar adelante una buena generación de futbolistas que seguramente volverán a dar de qué hablar en los grandes torneos y Löw demostró por qué era una buena decisión que siguiera al mando de Alemania. Por partidos como este es que el parón internacional tiene sus frutos y su espectáculo.