Con el comienzo de la nueva temporada de la Major League Soccer, la competición está lista para dar un paso adelante en su crecimiento. A cada temporada que cierra el telón, el soccer crece en los Estados Unidos en muchos aspectos, mejorando lo visto en la anterior. Si se echa la vista atrás, lo que se ha conseguido en apenas cinco años ha sido un paso gigante para poder ser considerada una competición de élite. Pero todavía le aguardan muchas barreras que romper.
Uno de los aspectos que con el paso de las temporadas ha ido creciendo y mejorando, es el nivel de los futbolistas. Aquí es donde los más críticos aseverarían: “con dinero cualquiera firma buenos jugadores…”. Craso error.
El aumento en el nivel de la competición y paralelamente el de los jugadores, está en parte, en unos futbolistas que han comenzado a destacar en el último lustro, aunque desde hace más de diez años ya existen en la competición, los Homegrown Players.
La figura del futbolista conocido en el resto del planeta fútbol como canterano, en la MLS ha adquirido una gran importancia en los últimos años, ayudado por la implementación de un programa que persigue el objetivo de formar jugadores propios y promocionarlos. Ya no sólo para que exploten en los propios equipos, sino también, den el salto a Europa y hagan ver al resto del mundo que el soccer si tiene cabida en Estados Unidos.
Aunque la competición estadounidense siempre haya sido una liga exclusivamente compradora, en las últimas temporadas esa dinámica ha cambiado y ahora hay muchos jugadores que dejan sus equipos camino a Europa. Esos no son otros que los conocidos como Homegrown Players como Tyler Adams (New York Red Bulls a RB Leipzg), Alphonso Davies (Vancouver Whitecaps FC a Bayer München) o Ballou Jean-Yves Tabla (Montreal Impact a FC Barcelona).
Sin embargo, es su rendimiento en la competición local lo que llama la atención. Unos futbolistas que en muchos casos no superan los 20 años, son capaces de echarse un equipo profesional a sus espaldas, demostrando una gran madurez. Su importancia en los equipos ha quedado demostrada con el paso de las temporadas, con un aumento de la participación de estos jugadores en la liga. Unos números que crecen con cada temporada que termina.
Actualmente, son 121 Homegrown Players los que forman parte de la Major League Soccer en sus 24 equipos, siendo Real Salt Lake la franquicia que más jugadores con este tipo de contrato en su plantilla, un total de diez. A partir de ahí, el resto de clubes se encuentra en un amplio abanico de jugadores, salvo Los Angeles FC que no cuenta con ningún contrato de este tipo en su equipo. Esto es algo que suele pasar en los equipos que acaban de incorporarse a la competición y no tienen activo un sistema de academia. En esta temporada 2019, hasta el momento son 32 los jugadores que se han incorporado a la MLS con este tipo de contrato.
Con datos estadísticos, con una media de 27 jugadores por plantilla, hay un 19% de Homegrown Players en la competición estadounidense, número que ha ido creciendo con el paso de los años. A nivel de club, cada uno promedia poco más de cinco jugadores con este contrato, algo que hace más de diez años parecía impensable.
Desde que DeAndre Yedlin abriese el camino con Seattle Sounders FC, muchos son las perlas que han salido de las diferentes academias y que han continuado su carrera en un fútbol de alto rendimiento como el europeo. El actual lateral derecho del Newcastle sólo abrió el camino, son las generaciones posteriores las que tienen que demostrar la mejoría de sistema académico de la MLS.
Homegrown Player, el origen
Hay que remontarse más de una década, sobre mediados de la pasada década. La Major League Soccer, en pleno nacimiento de las academias, estaba sumida en un gran problema que la misma competición había generado.
La MLS, en su intento por fomentar el fútbol base y la formación de jugadores, ‘obligó’ a los equipos a impulsar la creación e implementación de academias, lo que conllevaba un gran inversión tanto en formación, instalaciones, entrenadores, y todo tipo de aspectos que engloban las academias. Tras la inversión inicial, estos jugadores que los equipos habían formado en muchas ocasiones desde los Sub-12, tomaban algunos caminos que tumbaban la inversión realizada por las franquicias.
Mientras que algunos, llamados por los cantos de sirena del fútbol europeo, firmaban por equipos del Viejo Continente para dar esos últimos años de su formación y buscarse un hueco en las mejores plantillas de este deporte; otros firmaban por equipos universitarios para posteriormente ser seleccionados en el MLS SuperDraft por otro equipo diferente al que le formó.
Para intentar dar a las franquicias que formaban a los jugadores un respaldo económico, se creó el contrato de Homegrown Player. Pero este tipo de contrato no se firmaba así como así, el jugador debía cumplir una serie de requisitos como que había firmado parte de la academia un año, haber tomado parte de un número no exacto de sesiones con el primer equipo…
¿Los equipos que beneficio tenían? Varios.
El primero de ellos es que los futbolistas firmados con este tipo de contrato, quedaban fuera del límite salarial de cada equipo, que en muchas ocasiones se convierte en un rompecabezas para los directivos a la hora de conformar una plantilla. Es por ello que casi la totalidad de los equipos firman a jugadores que aún son adolescentes (15 - 16 años) o que se encuentran en período de formación, guardándose las espaldas por si en un futuro despuntan.
Otro es el beneficio de una posible venta del jugador a cualquier equipo a nivel mundial, que no sea de la propia MLS. Cuando una franquicia traspasa a un Homegrown Player, el beneficio se distribuye de manera diferente a cuando vende a un jugador con otro tipo de contrato. Mientras que en cualquier otra venta, los beneficios se reparten entre el club, inversiones, y obligaciones de las franquicias con la MLS; en el caso de los Homegrown Players, este reparto sólo se haría en dos partes, siendo el club el que se llevase una gran parte del porcentaje de la operación y el resto se iría para las obligaciones para con la competición.
De esta manera se fomenta la inversión en academias y jugadores formados en la misma, ya que el ingreso por una posible venta es aún mayor.
Todo tiene un límite
Aunque parezca sencillo, este tipo de contrato también tiene algunas normas que tienen que ser cumplidas por los equipos de MLS.
En el territorio norteamericano existen infinidad de equipos, repartidos en diferentes divisiones que también han tratado de promocionar el fútbol académico. Este contrato del Homegrown Player protege también a esos pequeños equipos que quieren desarrollar a sus propios jugadores, aunque en un futuro estos puedan dar un paso adelante. La capacidad económica y facilidades de los conjuntos ‘emeleseros’ hace que muchos de ellos puedan ‘pescar’ en academias de equipos cercanos o incluso de todo el país.
Para que no exista ese mercadeo y negocio con chicos que todavía son pequeños, las franquicias de la MLS no pueden salir a buscar jugadores más allá de un radio de X kilómetros. De esta manera, la competición trató de proteger a esos equipos fuera de la competición y sobre todo, a esos jugadores que son el futuro de este deporte y que realmente es lo que importa.
Pero como en toda norma, también existen algunas excepciones, como puede ser el caso de Real Salt Lake. Si uno atiende a los jugadores que firman bajo este contrato, muchos de ellos son mexicanos o de Estados ligeramente alejados. Al conjunto de las ‘Montañas Rocosas’ se le permitió una concesión para poder ir a buscar jugadores dentro de un rango más lejano, ya que al estar en las montañas, apenas tiene equipos ni jugadores de donde nutrirse.
La academia de Real Salt Lake es una de las mejores que existe en la actualidad en cuanto a instalaciones. Es por ello que el equipo para poder atraer a esos jugadores se hace cargo de todos los gastos de su formación, les pone a su disposición la residencia y así no somete al joven jugador a un gran impacto como sería alejarle tantos kilómetros de sus familias.
Pero tampoco es así de sencillo. La competición pone unos límites para proteger ese sistema, permitiendo pocos casos como este, tratando de mantener así una igualdad entre todos los equipos.
El caso de Nick DeLeon fue uno de los más llamativos
Uno de los ejemplos que explica a la perfección esta exención de la norma por parte de Real Salt Lake fue hace unas temporadas, cuando el sistema todavía estaba empezando. Los ‘Royals’ incorporaron a su academia a un jugador en su etapa universitaria y lo tuvo en su sistema unos meses, Nick DeLeón. El jugador pasó un tiempo entrenando con el primer equipo, lo que le permitió cumplir con los requisitos para ser un Homegrown Player. Por noma, De Leon tendría que haber firmado este contrato, pero acudió al MLS SuperDraft 2012 para ser seleccionado por DC United.
Fue en ese momento cuando la competición se dio cuenta de las alteraciones que se estaban viendo en el sistema, e impuso el límite territorial para la incorporación de jugadores para sus academias.
Homegrown Player, un contrato que busca fomentar el fútbol base y es en el éxito de la misma donde reside el espíritu de la norma.
La fórmula del éxito
Han tenido que pasar muchos años para que se comiencen a ver los primeros resultados de esta norma o contrato. En la pasada temporada de la MLS, muchos los jugadores formados en las academias ‘emeleseras’ que dieron el salto a un equipo importante, pero uno de ellos tuvo un gran impacto.
Alphonso Davies dejaba la MLS al inicio de este año para incorporarse al todopoderoso Bayern München, quedando demostrado que la inversión de los equipos en estos jugadores ha logrado llegar al éxito. El jugador canadiense es uno de esos futbolistas que ha superado todas las dificultades para lograr su sueño, ser profesional.
Inmersos en una guerra civil en Liberia. Se crió en un campo de refugiados de la ciudad de Accra, antes de salir de este horror y llegar a Canadá, donde el jugador comenzaría su etapa de formación al siguiente año.
Ya desde pequeño, Alphonso tuvo claro que quería ser futbolista profesional y eso hizo a sus padres que lo llevasen a Edmonton Internationals. Posteriormente cambió de club pero no de ciudad, uniéndose a Edmonton Strikers donde terminó por despuntar, haciendo que Vancouver Whitecaps FC se fijase en él.
Desde que llegó a la academia de los Whitecaps FC, el jugador comenzó a destacar no sólo por su físico sino también por una técnica con el balón, que lo convertían en un futbolista muy completo. Esto hizo que a principios de 2016 firmase su primer contrato como profesional con el segundo equipo de la franquicia canadiense en la USL, convirtiéndose en el jugador más joven en conseguirlo con 15 años y 3 meses.
Esta precocidad hizo que a los pocos meses, en julio de ese mismo año, Davies firmase un contrato como Homegrown Player con Vancouver Whitecaps FC. En ese momento se convirtió en el futbolista más joven de la competición y en el tercero en conseguir un contrato como profesional. Desde ese momento, fue poco a poco ganando la confianza de su entrenador, Carl Robinson, dosificándole cada temporada y no permitiendo que el peso del equipo cayese sobre un jugador por el que se guardaban muchas esperanzas.
Entonces llegó 2018 y ese fue su año de confirmación. Con 17 años, Alphonso se convirtió en el mejor jugador de su equipo, creciendo de manera exponencial a cada partido que disputaba. Poco a poco fue ganándose a sus aficionados, para posteriormente comenzar a atraer los ojos de muchos equipos a nivel mundial. Tras 31 partidos y ocho goles, aquel chaval que creció en un campo de refugiados y que soñaba con ser un futbolista profesional, firmó por el todopoderoso Bayern München.
La fiesta de los Homegrown Players
La Major League Soccer conoce el potencial de jugadores que tiene en sus manos y para que la competición crezca tiene que mostrarlos al mundo. Poner en valor aquello que cada equipo ha estado trabajando durante mucho tiempo.
Eso llevó a la competición en 2014 a darles un empujón a estos futbolistas, concediéndoles un papel protagonista en una de las semanas más grandes del año y donde más miradas se centran en el soccer. Durante la semana en la que se celebra el MLS All-Star Game ante un equipo europeo de alto nivel, la MLS organizó un partido en el que los jugadores formados en la academia se enfrentasen a un equipo de un nivel similar, Homegrown Game.
Con un planteamiento muy similar al ya visto en otras competiciones del más alto nivel del deporte estadounidense como el MLB All-Star Futures Game o el NBA Rising Stars Challenge. Partidos disputados previos al All-Star de cada deporte, donde los jóvenes jugadores muestran las cualidades con las que buscarán sobresalir en la competición.
Se trata de una selección de los Homegrown Players que disputan la MLS en esa misma temporada, habiendo muchos de ellos que puedan repetir en dos o más temporadas y en el que no hay edad límite ni mínima para ser convocado.
Hasta el momento han sido cinco encuentros los disputados, con cuatro de ellos llegados desde el país vecino, México. Salvo la primera edición, en la que el combinado ‘emelesero’ se enfrentó a los Portland Timbers Sub-23, el resto de los equipos han sido tres conjuntos Sub-20 de la Liga MX como Club América, Tigres UANL y CD Guadalajara y un año fue la Selección Nacional de México de esa misma categoría.
Hasta el momento los resultados han sido dispares para los Homegrown Player. Una derrota ante el combinado ‘azteca’ en 2016 y el resto fueron empates.
| Año | Nombre | Rival | Resultados |
| 2014 |  Homegrown Players |
 Portland Timbers U-23 |
0-0 |
| 2015 | Homegrown Players |
 Club América U-20 |
1-1 (4-5) |
| 2016 | Homegrown Players |
 México U-20 |
0-2 |
| 2017 | Homegrown Players |
 Tigres UANL U-20 |
2-2 |
| 2018 | Homegrown Players |
 CD Guadalajara U-20 |
1-1 |
Homegrown Player más destacados
Son más de un centenar de Homegrown Player los que actualmente forman parte de la competición estadounidense. Jugadores que comienzan a dar sus primeros pasos como profesional, tratando de hacerse un hueco en el panorama mundial de un deporte que mueve millones de esperanzas.
De todos ellos hay algunos que se encuentran entre los mejores de la competición, logrando ser parte importante en sus equipos, además de aparecer con asiduidad en convocatorias para las diferentes categorías de sus selecciones nacionales.
Aquí te presentamos a algunos de estos Homegrown Players que darán que hablar en esta temporada de la MLS o incluso en el futuro:
Djordje Mihailovic (Chicago Fire)
La franquicia de la ‘Ciudad del Viento’ no es un equipo que en las últimas temporadas haya incorporado a demasiados jugadores salidos de la academia, pero el caso de Djorde Mihailovic es la gran excepción. El centrocampista es una de las perlas no sólo del equipo, sino también de la Selección Nacional, que tras dejar atrás la dolorosa lesión sufrida en el pasado, está dispuesto a convertirse en un referente para el ataque del Fire.
Mihailovic es un centrocampista polivalente que puede jugar a la perfección en varias de las posiciones del carril central, ya sea como mediocentro o mediapunta. Posee un gran control del balón permitiéndole dirigir el juego del equipo, combinándolo con una gran visión de juego. Estas aptitudes le permiten también aparecer por sorpresa desde segunda línea, aportando gol y asistencias a sus compañeros.
Chris Durkin (DC United)
La academia del DC United ha dado una de las perlas del soccer estadounidense y el próximo jugador por el que se ‘pelearán’ algunos equipos de primer nivel europeo. Chris Durkin es un mediocentro que en su primer año en la MLS ha conseguido tener un gran impacto en el juego del equipo, en una parte de la temporada en la que los ‘capitalinos’ fueron protagonistas. El desparpajo mostrado en su juego, en el poco tiempo que tuvo fue una de las claves para el buen estado de forma del United.
Durkin es un mediocentro defensivo que muestra una gran madurez en el terreno de juego, digna de un futbolista veterano. Su capacidad para recuperar balones durante un partido, unida a su habilidad para sacar el balón jugado le han convertido en un mediocentro muy completo. Esta temporada puede ser la de su confirmación para dar un posible salto al fútbol europeo.
Paxton Pomykal (FC Dallas)
La prolífica academia de FC Dallas es capaz de promocionar dos o más futbolistas cada temporada. Hace algunos años, Paxton Pomykal se incorporó a la primera plantilla de los ‘Hoops', pero apenas consiguió tener oportunidades. Sin embargo, será este 2019 cuando el centrocampista irrumpa con fuerza en el equipo, convirtiéndose en una pieza clave. La llegada de ‘Luchi’ Gonzalez al banquillo le pone en buena situación, ya que durante unos años pasó a las órdenes del entrenador en la academia.
Pomykal es un futbolista con una gran capacidad de juego, que unida a su versatilidad le convierten en un futbolista muy completo en el ataque. Aunque hasta el momento haya jugado como extremo derecho, sus cualidades le permiten rendir a la perfección como mediapunta, posición en la que se encuentra más cómodo. Es un jugador que necesita entrar en contacto con el balón de manera constante, lo que unido a su movilidad, le hacen un jugador muy difícil de marcar.
Efraín Álvarez (Los Angeles Galaxy)
Tras unos meses entrando en la dinámica de equipo, completando entrenamientos con estos y jugando los fines de semana con el filial de la USL, Efraín Álvarez ha comenzado a entrar en los plantes de la primera plantilla. En apenas unos minutos disputados, el futbolista mexicano ha demostrado ser un jugador sin techo conocido, convirtiéndose además en la disputa por las dos selecciones dominadores en la CONCACAF, por contar con él en el futuro.
La perla de la academia del Galaxy posee una magnífica pierna izquierda y una visión de juego exquisita. Con tan sólo 16 años ha irrumpido en la competición estadounidense con un desparpajo que le hace resaltar en el equipo. Su habilidad con el balón le convierten en un jugador muy peligroso de tres cuartos de campo en adelante, consiguiendo marcar las diferencias. Aunque todavía hay que tener paciencia, las expectativas sobre sus posibilidades son esperanzadoras.
Mathieu Choinière (Montreal Impact)
La nueva esperanza de la academia del Impact espera tener en esta temporada su oportunidad. Todas las temporadas, la franquicia canadiense da el impulso a algún futbolista de sus categorías inferiores para que poco a poco vaya adquiriendo ritmo de competición a primer nivel. En el caso de Mathieu Choinière, su llegada es la culminación de un proceso que ha llevado varios años, buscando un futbolista determinante para el equipo y que también tenga su impacto en la selección.
Ya la pasada campaña jugó algunos partidos con el Impact, dejando una gran impresión. Posee una gran capacidad técnica, así como una buena compresión del juego. Su juventud le concede una gran margen de mejora, y en un equipo en construcción, tendrá muchas opciones de ir acumulando minutos.
Justin Rennicks (New England Revolution)
Todas las esperanzas de los ‘Revs’ tienen en Rennicks su mayor estandarte para tratar de dar un empujón a un equipo que parece sumido en una crisis de resultados y jugadores. Tras pasar las dos últimas temporadas en Indiana Hoosiers, el delantero regresa a New England para buscar su sitio en el equipo y tener el impacto que de él se espera.
Justin Rennicks ha dejado huella en todas las categorías de de los ‘Revs’, desde que entrase a formar parte de la academia. Además de un gran olfato goleador, el polivalente atacante de estadounidense tiene una buena habilidad con el balón, que le da infinidad de recursos en el interior del área. Su progresión ha sido también seguida por los USMNT, colocándole como un futurible para el proceso de rejuvenecimiento.
Omir Fernandez (New York Red Bulls)
La última perla en llegar a los New York Red Bulls desde la academia, es sin lugar a duda la más esperanzadora del lustro. El delantero llega tras completar dos magníficas temporadas con Wake Forest Demon Deacons, siendo la última de ellas la más prolífica con doce goles y cinco asistencias en los 21 partidos disputados. En esta temporada ya ha debutado con el primer equipo y espera poder seguir contando con minutos para continuar su formación y mostrar las cualidades que le han llevado a ser uno de los mejores canteranos.
Omir Fernández es un delantero pequeño con una gran movilidad que le hace ser muy difícil de marcar para los defensores. Sabe jugar a la perfección con sus cualidades físicas, uniéndole una gran habilidad con el balón. Es un jugador talentoso, creativo e inteligente, que entiende a la perfección el estilo de juego de los Red Bulls. Sus aptitudes le permiten también jugar como segundo delantero o incluso mediapunta.
David Ochoa (Real Salt Lake)
El guardameta se convirtió en el decimoctavo Homegrown Player que se unió al Real Salt Lake y está llamado a ser el recambio del incombustible Nick Rimando. Firmó por el primer equipo en el final de la pasada año y en esta temporada comenzará a entrar en la dinámica de entrenamientos para poco a poco ir adquiriendo experiencia. Su presencia en las categorías inferiores de la Selección Nacional le convierte en una clara opción de futuro para el proceso reconstrucción de la misma.
David Ochoa es un portero con una gran presencia en el área que aprovecha su estatura para dominar a la perfección el juego aéreo. A pesar de su estatura, es muy habilidoso en el mano a mano, resolviendo muchos de ellos a su favor y responde a la perfección con una capacidad de reacción muy poco dada a guardametas de su estatura.
Jaylin Lindsey (Sporting Kansas City)
Desde que llegase al equipo la pasada temporada, Lindsey no ha hecho otra cosa más que crecer. El lateral pertenece a una generación de jugadores que llega pegando fuerte en las últimas temporadas desde las categorías inferiores y eso se ha hecho notar en la franquicia. Aunque su participación con el primer equipo se haya remitido a siete encuentros durante la pasada temporada, su progresión se ha hecho de notar con los Swope Park Rangers, colocándole como un lateral derecho de futuro para los ‘Wizards’ y para la selección nacional, con quienes ya ha debutando en la categoría Sub-20.
Jayilin Lindsey comenzó jugando como interior, pero en los últimos años fue retrasando su posición hasta la de lateral, donde ha terminado por sorprender. Aunque su posición de partida sea por la banda derecha, su habilidad con el balón le permite rendir a un buen nivel también por la izquierda. Tiene una gran capacidad para incorporarse a ataque sin descuidarse de las labores defensivas, eligiendo a la perfección en que acciones subir y cuáles no. Su madurez es otro de los factores que le han permitido de manera exponencial.
Auston Trusty (Philadelphia Union)
Considerada como la mejor academia del soccer estadounidense, las categorías inferiores del Philadelphia Union es una constante promoción de futbolistas en cada temporada. Uno de los últimos en llegar y que tuvo un impacto inmediato fue el Trusty, que se incorporó al equipo en la pasada temporada y con apenas 20 años, se convirtió en una pieza clave en al defensa de los ‘Zolos’ e incluso de los USYNT.
Auston Trusty destaca por un desparpajo y saber estar que le ayudaron a tomar peso en el equipo. Posee una gran zancada que le permite llegar a las ayudas de sus compañeros y un dominio del juego aéreo que le hace imparable por alto.
