Los neoyorkinos están imparables. Tras semanas de dudas y con malos resultados, las victorias han comenzado a llegar con un juego muy efectivo, incluso permitiéndole sorprender a unos angelinos, que no pasan por una buena semana. En el inicio del partido, los locales fueron los que mejor estuvieron, logrando llegar sobre las inmediaciones del área, pero poco a poco fueron siendo sometidos por el juego de su rival, que antes del final, había cogido dos goles de diferencia. En la segunda parte, los locales iniciaron un asedio sobre la portería de su rival que no tuvo acierto en ningún momento. El trabajo defensivo de los neoyorkinos hizo que apenas generasen ocasiones manifiestas de gol, ni tan siquiera, disparos a puerta.

NYCFC, martillo pilón

Igualdad, intensidad y respeto. Esto fue lo que se vio durante los primeros minutos de un partido en el que dos de los equipos más importantes de cada conferencia se enfrentaron en busca de algo más de tres puntos.

Los Angeles Galaxy fueron los que tuvieron un mejor inicio, siendo los protagonistas con el balón, imprimiéndole velocidad a su juego y llegando cerca de las inmediaciones del área. A pesar de estos buenos minutos, no consiguieron llevar peligro sobre la portería neoyorkina, permitiendo que estos fuesen poco a poco sacudiéndose la presión.

Con el paso de los minutos, el conjunto neoyorkino fue haciéndose más y más protagonista con el balón, consiguiendo encerrar a su rival en campo propio. Con el control de la pelota y tratando de desarrollar un juego elaborado, buscó crear espacios en las líneas defensivas de su rival. En contadas ocasiones consiguió llegar con peligro a las inmediaciones del área, pero sólo los fallos en el último pase impidieron que generase ocasiones claras de gol.

A cuenta gotas, los californianos fueron dejando destellos en el ataque y tratando de revertir la situación a la que se estaban viendo abocados. De manera aislada buscaron a un Ibrahimovic muy sólo en el ataque que no fue capaz de conectar con sus compañeros. El planteamiento defensivo de los neoyorkinos con una presión muy alta y las líneas muy adelantadas, impidió que estos tuviesen éxito.

En los minutos finales, la insistencia angelina tuvo su recompensa. Una acción en transición rápida permitió a Ring disparar desde la frontal, pero el guardameta logró atajar el balón.  La suerte hizo que el balón llegase a un futbolista que en las últimas semanas parece tocado por una varita, Héber. El brasileño recogió el rechace y batió al guardameta.

Cuando pareció que el partido llegaría al descanso con la ventaja de un gol para los visitantes, la última acción a balón parado provocó que el colegiado señalase el punto de penal gracias al VAR, después de que un defensor tocase el balón con las manos. Fue Maxi Moralez el encargado de ampliar la ventaja.

El Galaxy se atasca

La segunda mitad inició con un claro protagonismo de los locales. El permanecer por detrás en el marcador hizo que tuviesen que adelantar sus líneas y buscar con ahínco un gol que le permitiese recortar distancias en el luminoso. En un par de ocasiones logró poner en peligro el resultado favorable de los neoyorkinos con acciones a balón parado, pero no estuvieron acertados.

El paso de los minutos y la ausencia de goles por parte de los californianos hicieron que su rival fuese poco a poco sacudiéndose la presión a la que estaba siendo sometido. A cuenta gotas fue capaz de llegar a las inmediaciones del área, avisando de su presencia, y no dejando que los locales se volcasen a la ataque y descuidasen la defensa.

Con el ecuador de la segunda parte superado, los angelinos estaban cada vez más nerviosos ante la falta de gol que estaban teniendo. Esto ya no era sólo por dejar de marcar goles, sino por la ausencia de ocasiones para anotar. El planteamiento defensivo de los ‘citizens’ estaba consiguiendo ahogar el juego de los visitantes que no eran capaces ni de disparar a puerta

Según fue acercándose el partido a los minutos finales, la continuidad en el juego asó a ser algo imposible. Las constantes irrupciones con faltas y pérdidas de tiempo por parte de los neoyorkinos hicieron que su rival no encontrase la manera de darle continuidad a sus acciones, provocando un alejamiento de estos sobre la portería visitante.

El pitido final llegó sin que el Galaxy lograse poner en riesgo la portería defendida por Johnson. En el último minuto, Ibrahimovic estuvo cerca de recortar distancias en el marcador y dibujar un resultado diferente, salvando el orgullo de su equipo, pero mantuvo su acierto de los minutos anteriores, dejando así el resultado inamovible.