Igualdad al final de los 90 minutos en un partido muy entretenido donde cualquiera de los dos equipos pudo decantar la victoria de su lado. Los locales fueron los que llevaron la iniciativa en los primeros minutos, teniendo incluso las mejores ocasiones, pero su rival fue el que logró adelantarse en el marcador. La respuesta neoyorkina no se hizo esperar y a los pocos minutos ya había devuelto la igualdad al marcador. En la segunda parte fueron los locales los que fueron la vuelta al marcador, pero al poco tiempo los canadienses volvieran a poner las tablas, resultado con el que terminaría el encuentro, a pesar que ambos tuvieron un gran número de ocasiones Oda haber desequilibrado la balanza.

Red Bulls perdona

Buen inicio del conjunto local que a pesar de sacar un equipo muy joven sobre el terreno de juego, que fiel a su estilo y dominó el balón durante los primeros minutos, dejando a su rival sin apenas opciones de llegar sobre su campo. En este tiempo consiguió tener varias llegadas de peligro sobre la portería rival, pero sólo una fue la más clara con un disparo de Ettiene Jr. que se marchó muy cerca de palo.

Los canadienses, a pesar de los buenos minutos de su rival y la insistencia mostrada por estos, consiguieron tener alguna llegada al contraataque, pero no fueron capaces de transformarlas en ocasiones de gol.

Pocos minutos le duró este respiro a los Whitecaps FC, ya que la respuesta de los locales fue la de dominio total de la pelota. Aunque las ocasiones no fueron tan continuas como en los primeros minutos, la sola posesión de balón en campo rival permitió encerrar a estos y buscar espacios muy difíciles de encontrar. Fueron muchos minutos de dominio hasta que a la media hora de encuentro, llegó al sorpresa al Red Bull Arena.

Tras un tiempo son aparecer por las inmediaciones del área local, los canadienses lograron armar un contraataque con el que cogieron mal posicionada a la defensa rival y con un centro desde la banda izquierda al segundo palo, apareció Sutter para anotar con un disparo casi imposible y muy difícil.

Este gol tuvo un efecto efervescente en el conjunto neoyorkino que desde ese momento se volcó más aún si cabe sobre al portería rival, convirtiendo cada llegada en una ocasión manifiesta de gol. La primera de ellas fue una jugada dudosa en la que ‘Kaku’, con un maravilloso taconazo disparó a puerta, pero un jugador visitante sacó el balón en la ‘línea de gol’. Al no haber tecnología de gol, no se pudo revisar la validez de la jugada.

Unos minutos después, tras una doble ocasión en un saque de esquina, os locales lograron certificar el empate. Amro Tarek apareció libre de marca en el interior del área y remató a puerta con un cabezazo inapelable. El gol era prácticamente claro, pero White colocó la cabeza para desviarlo ligeramente y transformar el tanto. Pero la actuación del delantero no se quedó ahí y unos minutos después, se quedó a centímetros de rematar a un balón que era gol.

Los minutos hasta el descanso continuaron con la insistencia de los Red Bulls que consiguieron finalizar el partido con su rival encerrado en campo propio y con un tiempo de asueto en el que tratarían de terminar de dar la vuelta al luminoso.

Partido de ida y vuelta

El inicio de la segunda mitad apenas tuvo modificaciones sobre el desarrollo del partido con New York Red Bulls presionando a su rival y buscando los espacios en la defensa de estos. A pesar de este inicio, no consiguieron generar ocasiones claras de gol, lo que permitió a los canadienses, por primera vez en mucho tiempo, tener presencia en el ataque.

Fue así como llegó la primera ocasión clara de gol, cayendo esta del lado visitante. En un nuevo error en el repliegue defensivo de los noeyorkinos, estos volvieron a encontrar un espacio en el segundo palo, siendo Felipe el que remató. En esta ocasión no tuvieron tanta suerte y la pelota fue rechazada cuando el gol era el final más lógico.

Como ya pasase en la primera mitad, esta ocasión obligó a los locales a tener que dar un paso adelante, ya que la posibilidad de que su rival volviese a ponerse por delante en el marcador, rondaba en el ambiente. De esta manera surgió nuevamente la figura del delantero neoyorkino que con un poco de suerte, consiguió poner a su equipo por delante en el marcador. Un disparo que en principio se marchaba lejos de la portería, fue desviado por un defensor para introducirse en el interior de la misma.

Sin embargo, esta alegría creada por el gol duró poco en las filas locales ya que a los pocos minutos y sin tiempo de reacción, los visitantes consiguieron poner la igualdad en el marcador. En un saque de esquina para los canadienses, el colegiado tuvo que acudir al VAR para ver una acción punible de sanción y conceder a estos un penal. Montero no falló desde los once metros y colocó en el empate a dos.

Desde ese momento el partido se abrió por completo. Las llegadas en ambas áreas se convirtieron en la tónica general, como si fuese un combate de boxeo con los dos rivales devolviéndose golpes el uno al otro. A pesar del desarrollo presentado, ninguno de los equipos consiguió generar ocasiones claras de peligro, lo que llevó a ambos entrenadores a dar entrada a diferentes jugadores en ataque para revertir la situación.

Tuvieron que pasar varios minutos para que se viese una ocasión clara de peligro que cayó del lado local. Uno de los recién incorporados al terreno de juego, Tom Borlow, cazó un balón en el interior del área y con un movimiento a la media vuelta disparo a portería, pero el balón se marchó por encima de larguero.

Con el final del partido acercándose las prisas de ambos equipos por declinar el resultado a su favor, los errores y nervios hicieron que apenas se viesen llegadas de peligro. Esto provocó que se llegase al final del encuentro con un empate más que justo para ambos equipos.