El Eintracht de Frankfurt y el Bayer Leverkusen fueron los dos equipos encargados de abrir la octava jornada de la Bundesliga. El equipo dirigido por Peter Bosz visitaba el Commerzbank Arena con el objetivo de sumar tres puntos que le permitiesen dormir en el primer puesto de la clasificación, pero fueron recibidos por un Eintracht de Frankfurt que alejó esa posibilidad des del principio del partido.

Los dos equipos empezaron el encuentro con dos planteamientos muy distintos. El Bayer Leverkusen quiso hacer daño a sus oponentes a través de la posesión y el dominio del juego, mientras que el Eintracht de Frankfurt esperaba la oportunidad de abrir el marcador con rápidos contragolpes, cerrando espacios defensivamente y presionando con intensidad para encontrar espacios tras pérdida de balón del oponente.

Paciencia marcó temprano

Desde un principio, el Eintracht dejó claro al Bayer que no le iba a poner las cosas fáciles. Empujados por sus fieles aficionados, los jugadores locales superaron a los visitantes con la intensidad por bandera. Esa intensidad hacía que los jugadores de Adi Hütter ganaran todos los duelos y balones divididos. Un buen ejemplo de ello fue la jugada que supuso el primer gol del encuentro. En el minuto 4, Ronnow sacó de portería en largo, y el duelo aéreo fue ganado por Sebastien Rode. Acto seguido, Danny Da Costa se hizo con el cuero y envió un balón largo preciso y medido para un Gonçalo Paciencia que, tras ganar la partida a los dos centrales por velocidad, aprovechó la brillante asistencia de su compañero para batir a Hradecky en el mano a mano y poner el 1-0 en el marcador.

Si bien fue Danny Da Costa el protagonista de la asistencia del primer tanto, el peligro de los locales se centró en la banda izquierda, donde un Kostic pletórico entró como un auténtico puñal ante una defensa que no supo cómo frenarle en todo el partido. Después que Paciencia abriera el marcador, el Bayer Leverkusen trató de reaccionar con Havertz y Alario, pero ambos lo intentaron sin crear demasiado peligro.

Un penalti que hacía justicia en el marcador 

La amenaza constante de Kostic por el carril izquierdo no hacía presagiar nada positivo para los de Leverkusen. En el minuto 17, una de las internadas del futbolista serbio acabó en un centro rematado por Paciencia y bloqueado con el brazo por Dragovic. El árbitro señaló la pena máxima y amonestó al zaguero antes que el mismo Paciencia transformara el penalti con tranquilidad engañando a Hradecky. El portugués marcó de ese modo el segundo tanto en su cuenta particular, doblete que fue la recompensa a una siempre peligrosa presencia dentro del área y una completa actuación del ariete luso.

Corría el minuto 30 de partido cuando Almamy Touré se lesionó en el muslo y el argentino David Abraham entró en su lugar. Peter Bosz, viendo el daño que hacía Kostic por la banda izquierda ante un desbordado Weiser, decidió dar entrada en el mismo minuto a Bellarabi por Weiser y cambiar la defensa de 5 con Volland y Weiser de carrileros por una defensa de 4 con Wendell y Bellarabi de laterales y Bender y Dragovic de centrales. El cambio de Bosz obtuvo resultados porqué disminuyó algo la influencia de Kostic y, a partir de ahí, el Leverkusen mejoró. Antes del descanso, Baumgartlinger remató alto un centro de Havertz y Alario obligó a intervenir a Ronnow tras un gran disparo a centro de Bellarabi. Por parte de los locales, Paciencia estuvo a punto de completar su hat trick a pase de Kostic, pero Hradecky detuvo con la cabeza. Pese a la mejoría final, el Bayer Leverkusen se vio superado en la gran mayoría de los aspectos de juego por el Eintracht de Frankfurt, que completó una espectacular actuación en los primeros 45 minutos de partido.

El Leverkusen mejoró, pero se encontró con Ronnow

La segunda mitad fue muy distinta a la primera. Pese a que Kostic seguía inquietando por la banda izquierda, los jugadores de Adi Hütter centraron sus esfuerzos en mantener el marcador, hecho que facilitó la progresión del Bayer Leverkusen. El equipo de la Aspirina encontró el dominio que no encontró en la primera mitad, pero las ocasiones de reducir diferencias se resistían en llegar.

En el ecuador del segundo tiempo, el Eintracht bajó la guardia fruto del desgaste físico y el Leverkusen encontró el peligro. Una buena jugada de Volland por la banda izquierda terminó en un centro que Alario remató con potencia y Ronnow rechazó con brillantez. Fue la primera intervención de las muchas que realizaría el arquero danés, uno de los grandes protagonistas del partido. Un gol de Bas Dost fue anulado por fuera de juego, pero fue un aviso de lo que supondrían las facilidades que dejaba un equipo visitante volcado al ataque. El Bayer Leverkusen siguió intentando acercarse en el marcador con insistencia, pero se topó en todo momento con un inspirado Frederik Ronnow. Sendos tiros de Bellarabi y Havertz fueron detenidos por el danés, y un centro de Volland tocó en la cara de Fernandes y el árbitro, tras consultar el VAR, tomó la acertada decisión de no señalar penalti.

Dost puso la guinda para el Eintracht

Bas Dost, que ya había avisado anteriormente de sus intenciones, fue el encargado de acabar de enterrar las opciones del Leverkusen de sacar algo positivo del Commerzbank Arena. Un balón colgado al área desde su propia zaga por parte del Eintracht fue luchado por el delantero holandés, que aprovechó la poca contundencia de la zaga visitante para batir a Hradecky. El gol de Bas Dost puso el cerrojo definitivo al partido y, pese a que el Bayer Leverkusen lo intentó a la desesperada, los tres puntos se quedaron en Frankfurt.

Victoria muy importante para el Eintracht de Frankfurt, que le sirve para igualar a puntos con el Bayer Leverkusen, SchalkeLeipzigFriburgo y Bayern de Múnich (eso sí, con un partido más que estos últimos cuatro equipos) y para acercarse a las posiciones europeas. Por otro lado, el Bayer Leverkusen pierde la oportunidad de dormir líder y asentarse en las posiciones de Champions League, un duro varapalo para el equipo de Peter Bosz.