Pasaron nombres, técnicos y proyectos; pero aún el jeque, Nasser Al-Khelaïfi, no ha logrado obtener su máximo objetivo: The Champions League. Han sido muchos los fracasos, las derrotas escandalosas, las eliminaciones y, sobre todo; el cuestionamiento.

Críticas que se entiende no solo desde el fracaso deportivo cómo tal –al final no todo radica en perder, también entra el cómo lo haces para intentar no volver a cometer los errores del pasado– sino desde una planificación deportiva que se basó única y exclusivamente en desembolsar toneladas de dólares sin importar mucho en qué se gastaba la inversión. Porque, al final de cuentas, en el fútbol no se gasta; sino se invierte. Un negocio rentable.

Dichas inversiones no han sido tan fructíferas como seguro Nasser y su dirección deportiva esperaban, hablando estrictamente desde lo deportivo. La realidad es que, el PSG siempre trajo piezas y figuras estelares para armar un rompecabezas que nunca formó. Pero este año; parece que algo cambió desde el interior del club parisino.

Luego de los salvajes montos desempolvados por el jeque para obtener las fichas de Neymar y Mbappé; y ver que, para triunfar en Europa no solo necesitas estrellas, sino una estructura y base sólida; la política de fichajes del PSG mejoró notoriamente.

La institución parisina trajo refuerzos con sentido, para mejorar el colectivo y acompañar mejor a sus estrellas en puestos necesitados. Ese fue el caso de Idrissa Gueye, Ander Herrera, Pablo Sarabia o el mismo Keylor Navas. Jugadores que otorgan un plus al equipo en zonas necesitadas.

PSG también apostó por una oportunidad de mercado interesantísima: Mauro Icardi. El ex Inter, buscó una salida del club neroazzurro tras tantas polémicas en su entorno extra futbolístico. Hasta ahora, el argentino ha respondido con creces tanto en su cuota goleadora (7 goles en 8 partidos entre Ligue 1 y Champions) cómo en faceta de apoyo, arrastre de marcas y posicionamiento. Un gran valor adquirido para el conjunto de París.

Mauro Icardi defiende el balón ante el marcador del Marseille / Foto: Sitio oficial PSG - Getty images
Mauro Icardi defiende el balón ante el marcador del Marseille / Foto: Sitio oficial PSG - Getty images


Ya el año pasado se previó de alguna u otra forma un cambio relativo en la política de fichajes por les Parisiens. Llegaron jugadores como Juan Bernat que, desde que llegó a la capital de Francia, no ha parado de dejar grandiosas actuaciones tanto en Le Championnat como en Champions. Y, llegaron jugadores como Leandro Paredes, que pese a su rendimiento irregular; en su momento fue un fichaje con mucho sentido; algo poco habitual a lo que acostumbrada el PSG en sus movimientos.

Juan Bernat en velocidad ante el Real Madrid /  Foto: Sitio oficial PSG - Getty images
Juan Bernat en velocidad ante el Real Madrid / Foto: Sitio oficial PSG - Getty images

Monopolización nacional

El PSG no solo rompió con lo que era una de las ligas más igualadas y parejas de todo el mundo a nivel deportivo, sino que; económica y mediáticamente hablando; acaparó absolutamente todo.

El año pasado, la directiva del conjunto parisino había gastado la cantidad de 1.115 millones de euros en esos últimos siete años. A esta cifra, hay que agregarle lo gastado en la anterior ventana de fichajes: 32 millones por Abdou Diallo, 30 millones por Idrissa Gueye, 18 millones por Pablo Sarabia y 15 millones por Keylor Navas (Todas cifras aproximadas). Mauro Icardi, Ander Herrera, llegaron a préstamo y con ficha libre respectivamente. Cabe recordar que el PSG posee una opción de compra sobre el argentino de unos 70 millones de euros.

Di Maria y Gueye se saludan y abrazan por el gol de Ángel ante el Madrid /  Foto: Sitio oficial PSG - Getty images
Di Maria y Gueye se saludan y abrazan por el gol de Ángel ante el Madrid / Foto: Sitio oficial PSG - Getty images


Si bien la cifra sigue siendo escandalosa: + 1200 millones en fichajes. Hubo un cambio notorio por parte de la institución parisina, ya que, además de fichar jugadores en base a: la idea de juego de Tuchel, la necesidad del equipo, y, las oportunidades de mercado (Ander e Icardi). También logró precios relativamente módicos si se comparan las cifras incrédulas del mercado actual. El PSG no superó los 100 millones en la ventana veraniega, y eso es todo un hito si se considera que tan solo por Leandro Paredes gastó la mitad; y que, por un solo jugador (Neymar) dobló esa cifra y un poco más.



Tiranía parisina en Le Championnat


Un solo equipo logró arrebatarle la Ligue 1 en las últimas siete temporadas, ese fue el grandioso Mónaco de Leonardo Jardim, Radamel Falcao García, Bernardo Silva, Kilian Mbappé, entre otros. Del resto, PSG tuvo la liga francesa a merced y dominó con puño de hierro.

A esto hay que agregarle que los equipos históricos franceses (Olympique Marseille, Saint Etienne, Bordeaux, Nantes) y también los históricos, pero más contemporáneos (Caso del Olympique Lyonnais) han pasado por períodos difíciles dónde se les ha hecho imposible competir ante el poderío económico del PSG.

Esta situación ha sido contraproducente para Al-Khelaïfi y su club, ya que, la falta de competitividad en el torneo doméstico; le ha pasado factura en las noches de alto impacto por Champions. Barcelona, Chelsea, Manchester United, Real Madrid; todos tienen en común haber sacado a PSG de rondas de KO entre los 8vos y 4tos. De hecho, ya son tres temporadas de forma consecutiva en las que el París Saint Germain no queda siquiera entre los ocho mejores de la competencia. Una cosa de locos conociendo lo que se ha gastado, pero lógico si se analiza más allá de los números.

El caso más extraño tal vez ni siquiera sea el 6-1 en contra en el Camp Nou, sino el del año pasado, dónde el Manchester United de Ola Gunner Solskjaer firmó un asalto histórico en París. Un United altamente golpeado, disminuido por las bajas, con el marcador en contra y un contexto tan desfavorable como subir el Everest sin equipo de montaña; logró levantar un 0-2 en contra en el Parque de los Príncipes. Este 1-3 fue un gancho al mentón digno de KO. Ni el hincha más optimista del Manchester United, ni el aficionado más pesimista del club parisino; hubiese pensado en ese resultado.

El United celebra la remontada en el Parque de los Príncipes / Foto: Getty images
El United celebra la remontada en el Parque de los Príncipes / Foto: Getty images


Pero, pese a este descalabro y tropiezo monumental, Al-Khelaïfi decidió darle el espaldarazo de confianza a Thomas Tuchel; el cual sí ha demostrado cualidades tácticas y de liderazgo para estar al frente de un proyecto con mucho peso en la mochila y un vestuario polémico, pesado y particular. Hasta ahora el alemán, ha conseguido algunos puntos importantes; cómo ganarle al Liverpool dando una exhibición táctica y futbolística o la reciente goleada a un mediocre Real Madrid; pero insuficientes –de hecho, poquísimo– sabiendo todo el contexto de la institución de la capital francesa.

El PSG, sigue siendo una incógnita

Si se repasa lo que ha sido el proyecto Nasser en el PSG, junto con todas sus virtudes y defectos; el de este año, sin dudas, es el más sólido de todos. Es la plantilla más completa puesto por puesto a nivel individual y de jerarquía. Thomas Tuchel es un muy buen técnico, con una gran capacidad e inteligencia para moldearse a diferentes sistemas tácticos y que sus conjuntos no pierden la identidad.

Tuchel da indicaciones a su equipo ante el Real Madrid por la jornada 1 de la Champions  Foto: Sitio oficial PSG - Getty images
Tuchel da indicaciones a su equipo ante el Real Madrid por la jornada 1 de la Champions Foto: Sitio oficial PSG - Getty images


El poderío ofensivo del París también es astronómico, ya no solo son Cavani, Mbappé y Neymar; son también Icardi, Di María y Sarabia. Los argentinos, en este inicio de curso, lograron hacer olvidar las bajas de Neymar y de Cavani; al punto tal que, Edinson fue suplente de Icardi en el clásico ante el Marseille y en la derrota ante el Dijon. Y, por el lado de Ángel; ya se discute que figura táctica deberá usar el alemán para poder jugar con Neymar, Mbappé uno de los delanteros y el mismo Di María.

El nivel colectivo del equipo, en línea generales, ha sido de bueno para arriba; con topes alto y performances importantes ante el Real Madrid o el Olympique de Marseille. Pero, también es cierto; que hubo varios partidos que al equipo de Tuchel le costó sacar adelante el trámite.

El caso de las derrotas ante el Rennes donde milita el impresionante juvenil Camavinga, la caída ante el Reims por 2-0; o la derrota ante el colista Dijon el último fin de semana gracias al tanto del venezolano Jhonder Cádiz. Sin olvidarse de las victorias consecutivas por Ligue 1 cuando Neymar volvió, ambas resueltas por la mínima ante Racing de Estrasburgo y Lyon, con golazos del brasilero. PSG tuvo un juego bastante plano en esos cotejos; con pocas ideas vía carriles interiores y exceso de dependencia individual.

Básicamente, el PSG este año transmite una sensación de ser más equipo; tanto por la planificación pre competitiva oficial, bien manejada por la dirección deportiva, como por la intención de no depender tanto de figuras individuales sino más bien de una estructura sólida que le permita sostenerse en las rondas de KO de Champions.

Pero aún Tuchel no logra del todo esto último. Hay una clara intención, hay aspectos dónde se notan mejorías, también la convivencia del plantel sigue sana pese a toda la novela veraniega entorno a Neymar. El problema es que, de la noche a la mañana; siguen ocurriendo accidentes. Son tres derrotas por Ligue 1, cierto, en todas hubo rotaciones; pero incluso cuando no hubo, el equipo dejó dudas.

Y el factor más importante de todos, el que aún no se pudo poner a prueba; es el que Tuchel y sus dirigidos deberán demostrar que sí hubo un salto de jerarquía importante y aprendieron de los constantes errores del pasado. Se habla de lo anímico y mental, lo cuál es, para muchos; el punto débil parisino. Y con total razón.

El 6-1 en el Camp Nou, el repaso del Madrid de Zidane, la remontada del United, más atrás Stanford Bridge y el resto de las durísimas eliminaciones son cargas que ya no pesan el doble, sino el triple; y cada vez cuesta más dar un paso al frente sin sentir esa tan agobiante, intensa y fatídica presión sobre los hombros.

PSG luego del sexto gol del Barcelona, una remontada para los libros de la historia de este deporte / Foto: Getty images
PSG luego del sexto gol del Barcelona, una remontada para los libros de la historia de este deporte / Foto: Getty images

¿Será su año?

El enigma del PSG se terminará en la fase de eliminación directa. Ya con el primer lugar encaminado, los de Tuchel tienen la posibilidad por igual de: toparse con un equipo accesible, o un coco. Liverpool por ejemplo, tiene muchas posibilidades de quedar segundo en su grupo; lo mismo con el Inter o el Dortmund –ex casa de Tuchel– Atlético de Madrid y Juventus se disputan la primera plaza; Tottenham es otro que seguramente culminará segundo grupo. Cualquiera de estos conjuntos puede ser suficientes para sacar canas verdes al PSG y revivir los fantasmas del pasado…

De una u otra forma, todo radica en la misma cuestión: ¿este PSG es en verdad candidato?, ¿su mejor proyecto desde que está Nasser Al-Khelaïfi lo posiciona como un favorito real?, ¿es el mismo equipo que puede golear a un poderoso y después sufrir una remontada en cuestión de días? Todas incógnitas que, según el que las analice, puede tener su posible versión de lo que ocurrirá.

Lo cierto es que el PSG nunca antes había tenido un plantel tan rico y con tantas variantes, jamás había tenido tantos jugadores de rol para el beneficio del colectivo, de lejos; tiene una jerarquía que ni en su mejor época poseyó, y cuenta con un técnico de primer nivel europeo. Si todo esto, no puede romper con esa trágica historia europea de infortunios y constantes humillaciones; sinceramente, no sé qué podrá hacerlo. Es la hora del París Saint Germain en el viejo continente, es hora de que estén a la altura; mañana, sería demasiado tarde.

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