A principio de temporada, a la hora de dar los candidatos a luchar por el título, se sabía que, efectivamente, los protagonistas iban a ser el actual campeón de la Premier League, el Manchester City, y el actual campeón de la UEFA Champions League, el Liverpool.

Luego, otro de los equipos que se esperaba más era el Tottenham, junto con la expectativa de lo que podía llegar a hacer Frank Lampard con el Chelsea, tras una buena temporada en el Derby County. Mientras que, por el lado del Arsenal y el Manchester United, en la espera de lo que podían llegar a hacer. 

Sin embargo, a la hora de hablar de sorpresas, uno se imaginaba que iba a pasar por Leicester y West Ham, que se encargarían de pelear por un lugar entre los más poderosos, debido a a las grandes inversiones que realizaron en el mercado de fichajes. 

Por el lado de los Foxes, hasta el momento, están cumpliendo a la perfección con ese rol de sorpresa. En cambio, los Hammers, todo lo contrario. Están pasando por uno de los peores momentos de la temporada. 

Una cifra de 79,70mill€ gastados en el mercado de fichajes con grandes incorporaciones como Sébastien Haller, para suplantar las bajas de Marko Arnautovic, Javier Hernández y Lucas Pérez.  Además de Pablo Fornals, para la generación de juego donde desembolsaron una gran cantidad de dinero. 

En los 12 partidos jugados hasta el momento, se esperaba que en la primera jornada ante el conjunto de Guardiola, tal vez, no se vea la mejor versión, pero sí en los partidos que siguen. Los primeros seis encuentros, el rendimiento no fue malo ya que consiguieron tres triunfos, dos empates y una derrota, incluyendo un partido ganando ante un pobre, Manchester United.

Pero, desde la eliminación catastrófica por 4-0 ante el Oxford United por la Carabao Cup, los de Manuel Pellegrini comenzaron en caída libre. Siete partidos sin triunfos, seis por Premier League, sumando solamente dos unidades producto de dos empates: ante el Bournemouth y ante el Sheffield United

Pero, ¿a qué se deben los problemas del West Ham?

El West Ham no parece encontrar el funcionamiento en ninguna parte del campo. Sin una base, un once que salga de memoria, jugadores que rotan, sistemas de juego que cambian y una idea que no se ve plasmada. 

En cuanto a la defensa, donde recibieron 20 goles por Premier League,  todavía no se encuentra una base sólida para evitar la caída de su valla. Variaciones entre Zabaleta o Ryan Fredericks en el lateral derecho, que no termina de convencer, lo mismo que Balcuena o Angelo Ogbonna en la zaga central.

De todas formas, uno de los principales problemas pasa en la portería. La defensa no consigue seguridad, ni tampoco lo tiene bajo los tres palos con Roberto, que está reemplazando a Lukas Fabianski porque padece un desgarro, tuvo responsabilidad en varios goles que recibió. 

Por otro lado, no consigue generar juego ofensivo, bajo la responsabilidad de Pablo Fornals, que todavía parece ser que no logra generar el peligro suficiente en la portería rival, a lo que hay que sumarle la reciente lesión de Manuel Lanzini, una de sus grandes figuras, a pesar de que no estaba siendo titular y sí ingresaba en la segunda parte. 

Lo que viene 

El panorama no es alentador para el West Ham. Esos dos puntos sumados de los 18 posibles, ubicaron a los Hammers en la posición número 16, con 13 unidades, a sólo cinco puntos de las posiciones de descenso, el que, por ahora, está perteneciendo al Watford, Southampton y Norwich. 

En cuanto a los partidos que tendrán por delante los de Pellegrini no la tendrán nada fácil. En la próxima jornada, una vez que finalice el parte por fecha FIFA, le tocará recibir al Tottenham, luego deberá ir hasta Stamford Bridge para jugar ante el Chelsea, al Wolves, más tarde al Arsenal y un duelo directo ante el Southampton. 

Luego de los Saints, tendrá una jornada libre, en la que debía jugar ante el Liverpool, pero los de Klopp tienen el compromiso de disputar el Mundial de Clubes, ese encuentro fue aplazado. 

Por lo pronto, el West Ham tiene muchísimo por mejorar. Deberá encontrar el funcionamiento que le permita conseguir resultados y, así, escalar en la tabla de posiciones, porque de lo contrario, deberá luchar para no estar en el Championship la próxima temporada.