El parón por la jornada de la fecha FIFA terminó. La Premier League estaba de regreso este fin de semana y con compromisos mucho más que interesantes. Entre ellos, dos equipos candidatos a quedarse con el título, se enfrentaban el Etihad Stadium. 

Pep Guardiola ante Frank Lampard. Manchester City ante Chelsea. El tercero ante el cuarto. Eso era todo lo que representaba este juego en la previa, en donde se jugaban más que tres puntos importantes, especialmente, tras el triunfo del Liverpool más temprano ante el Crystal Palace. 

Los Blues llegaban en alza a este encuentro, ya que hacía siete encuentros que no perdía en la Premier League, desde aquella derrota ante, precisamente, el equipo de Klopp. En cambio, el Manchester City, tenía que recomponerse tras la dura derrota en Anfield frente al mismo equipo Red. 

De esta forma, si no querían perderles pisada al líder, y a su escolta el Leicester que también salió victorioso en su encuentro ante el Brighton, ambos equipos tenían que ir en búsqueda de los tres puntos, ya que no les quedaba otra opción. 

Eficacia ciudadana

El reloj marcó las 17:30, hora inglesa en el Etihad Stadium. Este gran partido con tanta expectativa estaba en marcha. A pesar de ser el dueño de casa, el Manchester City no se adueñó de la pelota como nos tiene acostumbrado, ese rol lo tomó el Chelsea en los primeros minutos. 

Sin embargo, en apenas tres minutos de juego, la primera chance fue para los de Pep Guardiola. Una salida rápida desde el sector izquierdo, Sergio Agüero se visitó de asistido para Kevin De Bruyne, que enganchó y remató cruzado, pero el balón se iba muy cerca del segundo poste. 

De todas formas, la intensidad y presión de los dirigidos por Frank Lampard les permitió, tras robar el balón en mitad del campo, dar un balón largo para Willian, que también remató cruzado, pero que se fue apenas afuera. 

Con el correr de los minutos, los Blues seguían demostrando superioridad ante las fallas en defensa de los jugadores del City, que dejaban espacios para la rapidez de los extremos de la visita. De esa forma, conseguía un remate de Tammy Abraham, que se iba apenas por arriba. 

El Chelsea no paraba de generar situaciones. Lo hacía hasta con el balón parado, uno de sus puntos más bajos en la temporada, pero igual lograba generar peligro a Ederson con un disparo fallado de Fikayo Tomori, que se iba rozando el poste. Lo mismo pasaba con un remate de Emerson, que terminaba en las manos del portero. 

Pero, a los 21 minutos de juego, un balón largo desde mitad del campo, los defensores del City intentaron anticipar para que no llegue a Willian, N'Golo Kanté hizo la diagonal, bajó el balón en el área y define ante la salida del portero brasileño y así abrir el marcador. 

Desde el gol del Chelsea, los de Lampard se hicieron amos y señores del juego. Manejaban el balón, a pesar de que no generaban tanto peligro, lo que si lo hacía con balones largos o profundos, mientras que en el City era puro nerviosismo. 

De todas formas, antes de la media de juego, David Silva anticipo a Abraham por derecha, intentó habilitar al Kun, rebotó en las piernas de un hombre de Chelsea, le quedó a De Bruyne que remató, el disparo también rebota lo que descolocó a Kepa y, de esta forma, anotaba la igualdad. 

No era la mejor tarde para el Manchester City. El Chelsea de Lampard le estaba generando peligro y, lo principal, le quitó el balón, el mayor fuerte del conjunto de Guardiola, lo que le impedía generar situaciones de peligro. 

Sin embargo, la eficacia se apoderó del local, por lo que, tras una gran jugada individual de Mahrez, se encontró su espacio, remató con la pierna izquierda, lo que le dio la ventaja para el City. Luego de ponerse al frente, el local se tranquilizó y pudo marcar el tercero tras el error de Kepa, que le quedó a Agüero, pero su disparo se estrelló en el poste. 

Tranquilidad de la ventaja

En la segunda parte, los roles se invirtieron y la fortaleza del Manchester City de manejar el balón y los tiempos de juego, estuvieron en su poder. Mientras tanto, el Chelsea esperaba agazapado en su campo. 

La primer chance, se dio en el minuto 48, con balón dominado, Mahrez encaró desde el sector izquierdo, se fue cerrando hasta encontrar lugar para rematar, pero su disparo de zurda se fue apenas desviado.

Los de Lampard comenzaron a ir en búsqueda del empate. Lo pudieron conseguir por un remate de Kanté, que recibió el centro atrás de Azpillicueta, pero su disparo se desvió y se fue apenas desviada.

Pero, de todas formas, el local estaba mejor y lo demostraba. Por eso, que en uno de sus jugadores más peligrosos, el argelino, casi encuentra el tercero, tras un remate a portería tras el saque de esquina, que Kepa saca de forma espectacular para darle vida a su equipo.

El partido se había tomado un descanso. Entre los cambios, la paciencia del City para manejar el encuentro y la lesiones de Silva y Aguero, fueron minutos tranquilos en el Etihad. Hasta el minuto 78, cuando Willian sacó un gran remate desde fuera del área y el balón se fue rozando la poste. 

Los de Guardiola justificaron el resultado en su favor. Tras la avalancha del Chelsea en la primera parte, los locales encontraron los goles que lo pusieran en ventaja y así controlar el juego a su favor. La visita no supo reponerse, por lo que lo complicó a la hora de ir en búsqueda del empate. 

Para terminar con toda la ilusión de los de Lampard, Sterling recibió un balón en el área, dio media vuelta y remató para dejar sin opciones a Kepa y al Chelsea tras marcar el 3-1 final del encuentro. A pesar de que fue chequeado por el VAR, el gol no fue válido.

De esta forma, el Manchester City le arrebató el tercer puesto a su rival de turno y lo superó por dos unidades. Ahora, los Ciudadanos suman 28 puntos y se encuentran a nueve del líder, el Liverpool, y a uno del escolta, el Leicester City.