Dos realidades similares, el Genk tenía ocho partidos sin ganar (racha cortada el fin de semana ante el Cercle Brugge Último lugar de la tabla en Bélgica) mientras que, el Nápoles, acumulaba diez partidos sin ver la victoria en todas las competiciones. Este hecho más el claro estancamiento del equipo –no evolucionaba a nivel de juego– hacen entender el porqué de la destitución. La duda que surge: ¿Es la solución sacar al técnico italiano? 

Un Nápoles que al menos tuvo identidad

Si algo hay que reconocer a Carlo Ancelotti, es la capacidad de darle su impronta y otorgarles identidad a sus equipos, y eso siempre se notó en el Nápoles jugara mal o bien.

Cuando conjuntos como el napolitano vienen de baja, lo más común es ver primeros minutos rápidos e intensos para encaminar cuánto antes el encuentro. Y así ocurrió en el San Paolo gracias a Fabián y Allan en la sala de máquinas.

La primera jugada confeccionada en zona de impacto, culminó en un córner; el servicio desde la esquina fue impactado con vehemencia por Koulibaly, el balón dio en el travesaño y coqueteó con picar e ingresar; pero no fue así, rebotó y siguió como una acción de pick and roll.

Y de ahí, a los segundos, irrumpirían las dos caras del partido, una era del polaco Milik, y la otra, la del jovencísimo guardameta de 17 años Vandevoordt.

El arquero del Genk, intentó un regate digno de un enganche en su área chica mientras el Nápoles ejercía un pressing alto con Mertens y Milik. La jugada terminó de la peor forma para Vandevoordt, la pisada fue pifiada; y Milik, que tenía seis jornadas sin marcar, cómo un depredador que huele sangre fue a «sacarse la mufa» –cómo le dicen a la mala suerte en el sur de América–  mandando el balón muerto en el área al fondo de las redes

Del sueño a la pesadilla


Lo que debió ser un debut soñado, terminó siendo una pesadilla en apenas dos minutos para el joven Vandevoordt... A veces el fútbol puede ser muy cruel. Un baño de agua fría.

Pero el vendaval no terminó allí, los ex´s de Ancelotti continuaron martillando. Allan –de enorme presentación– con Fabián Ruíz a su lado, manejaron los hilos en la sala de máquinas. Mientras tanto, por el sector derecho, Di Lorenzo se daba un festín con la amplitud y libertad que le proporcionaba el Genk gracias a los desmarques vía carril central de Callejón. Ahí estaba la llave del cerrojo para los italianos.

Dentro de la superioridad napolitana, el Genk mostraba atisbos de dignidad y, por momentos, de buen fútbol. Avisó en dos ocasiones, mediante Paintsil y Onuachu, el primero sacó un derechazo que se fue lamiendo el palo derecho cubierto por Metet. Respiró Carlo, Meret y medio Nápoles. Suspiraron los pocos belgas. El segundo aviso, fue del nigeriano Onuachu; que erró un mano a mano clamoroso luego de un lindo tejido por derecha. Curiosamente, en esa acción, fue dónde su altura (2.01 m) fue dónde más se notó al momento de coordinar para la definición. Algo extraño, porque a lo largo del partido, mostró finura técnica y sentido de la asociación pese al poco acompañamiento.

Nápoles "liquidó" el partido de ipso facto


Pero las opciones del Genk se sepultaron rápidamente y la combinación fue por el lado derecho, dónde, se insiste, estaba la llave. Allan aperturó, Di Lorenzo se lanzó, desbordó y centró para la definición del bombardero polaco Milik. Una acción rapidísima y directa que denotó las grandes diferencias entre uno y otro. El 2-0 ya aplacó la ansiedad e hizo relucir la mejor versión de los italianos.

El trámite entró en letargo, Nápoles se adueñó del esférico e impuso su ritmo para adormecerlo. Fabián empezó a divertirse –cuándo el español quiere, es un influyente del juego; lo entiende cómo pocos– Allan siguió a lo suyo: mandar en la medular mediante lanzamientos. Y Mertens junto a Callejón se ofrecían constantemente al espacio o entre líneas.

El fondo marcó en zona, de esto se percató Callejón –clave en faceta táctica– que con mucha picardía fue al espacio y fue bien detectado por Allan. Ahí ocurrió otra desgracia para el juvenil Vandevoordt, que, en su afán por anticiparse, terminó derribando a José María que con la punta de su botín tocó primero a la caprichosa dejando pagando al debutante

Lo que le pasó al chico de 17 años es lo que le ocurre al apostador convulsivo cuando está perdiendo su dinero. Intentar salir rápido arriesgando el penal para querer enmendar su error cuándo era claramente mejor temporizar fue una apuesta de doble o nada. Esa nueva equivocación –normal en un juvenil– lo puso en la complicada situación de atajar un penal y pasar a la historia; o ser señalado una vez más por fallar en un gol.

Y pasó lo segundo, Milik que estuvo intratable, no desperdició la oportunidad del Hat-Trick. Para colmo, Vandevoordt fue para el otro lado.

Milik celebra uno de sus tres tantos / Foto: Twitter oficial Champions League
Milik celebra uno de sus tres tantos / Foto: Twitter oficial Champions League



El fútbol es un deporte que cuándo puede muestra todo lo cruel e insensible que puede ser. Vandevoordt seguramente ahora estará pensando en sus fallos y cómo perjudicó a su equipo en Italia, pero si un chico de 17 años nacido en 2002 le dan la responsabilidad de atajar en un partido de Champions, es porque tiene cualidades. Que no se le olvide, porque el internet es tan o más implacable que el mismo fútbol, no perdona siquiera un nombre mal pronunciado. Y la fortaleza mental en el fútbol es tan importante como el talento.

Dato importante: Maarten Vandevoorft, es el portero más joven en debutar en la UEFA Champions League. (17 años, 26 de febrero de 2002).

Con el 3-0, la segunda mitad quedó para mero trámite. Dominada y regida por la clarividencia de Allan y la calidad de Ruíz, que siguen siendo por lejos, la mejor noticia para el Nápoles en esta primera parte de campaña.

Genk buscó e intentó, nunca bajó los brazos ante su verdugo, pero la inocencia por un lado y la diferencia de calidad por el otro; era muy notoria y se plasmó en el verde y las redes.

Por si fuera poco, una mano en el área del Genk lo puso a Mertens en los once pasos. Si ya había pasado el huracán para Vandevoordt, la lluvia era el menor de sus males, en todo caso; tenía en frente la gran oportunidad de una mínima reivindicación. Pero el belga jugó con la ilusión de su compatriota y marcó de Panenka el cuarto tanto de la noche. Tragique histoire.

Un panorama incierto

La goleada no sólo sacaba al Nápoles del pozo hondo del tropiezo dónde estuvo atrapado durante diez partidos de seguido. Sino que podía marcar un antes y después en la campaña. Pero unas horas luego del compromiso, se confirma que definitivamente será un punto de inflexión con la destitución de Ancelotti.

El Nápoles bajo la conducción de Carletto consiguió el pase a 8vos cómo segundos de grupo (Liverpool ganó su presentación en Austria y pasó cómo líder), algo que ya no necesariamente implica algo negativo, ya que hay equipos fuertes clasificados en segundo lugar y hay algunos más accesibles en la primera posición. Tocará ver si el sorteo sonríe para los napolitanos.

Ancelotti dejó de ser DT del la SSC Nápoles / Foto: Getty images
Ancelotti dejó de ser DT del la SSC Nápoles / Foto: Getty images

En Serie A, Nápoles está en el séptimo lugar con 21 puntos, misma cantidad de puntos que el Parma; equipo con el que se enfrenta el sábado.  Además, La necesidad de ganar en el Calcio es impetuosa, tanto para cerrar la mejor forma el 2019; cómo para recortar puntos con respecto a Roma, Atalanta y Cagliari. Equipos con los que probablemente pelee el 4to puesto en Italia.

Ancelotti en su primera campaña con Nápoles no pudo clasificarse a 8vos de Champions en un grupo donde bailó con Liverpool y PSG. La escuadra napolina fue a la Europa League y allí cayó ante el Arsenal de Emery que llegó a la final de ese certamen.

En la Serie A quedó segundo y no pudo romper con la hegemonía juventina. Esta temporada 2019-20 debió ser la del inicio de la consolidación, pero, las sensaciones eran de todo, menos positivas. La poca evolución del funcionamiento, los malos resultados, la confrontación con la dirigencia y la poca paz institucional fue la formula que terminó con el proyecto Carletto en Nápoles.

El futuro del Nápoles, está en el limbo. Amanecerá y veremos.

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