El Ajax de Ámsterdam no sería lo mismo sin su cantera, la que ya es considerada como una de las mejores y más prometedoras del continente europeo. Sin embargo, los neerlandeses sufrieron un duro revés el 8 de julio de 2017 cuando, en medio de un encuentro, Abdelhak Nouri cayó desplomado al terro de juego tras sufrir un paro cardiaco en un amistoso de pretemporada frente al Werder Bremen alemán. Esta caída inesperada provocó que el jugador sufriera daños cerebrales serios y permanentes, lo que terminó por descartar su vuelta al fútbol. De esta forma, el equipo holandés vio como uno de sus mayores proyectos de futbolista sufría una lesión inesperada y grave.
Un año después, los familiares más allegados comunicaron de manera oficial que el jugador de origen marroquí había experimentado mejoras, pero que la prudencia debía seguir primando, pues siempre se ha tratado de un proceso lento: "Ya no está en coma. Está en casa, duerme, come, frunce el ceño y eructa, pero continúa siendo muy dependiente. Es posible tener cierta comunicación con él; por ejemplo, con su forma de levantar las cejas. Vemos fútbol juntos y, a veces, reacciona", afirma el hermano del jugador neerlandés de ascendencia marroquí.
Las confesiones del hermano del jugador invitan a pensar en la progresiva y gradual recuperación de Nouri, que continúa recuperándose de la arritmia cardiaca sufrida hace casi tres años. Con este desagradable e inesperado suceso, el Ajax recibió numerosas críticas, dado que los servicios médicos del club holandés tardaron mucho tiempo en abrirle las vías respiratorias. Además, el no utilizar antes un desfibrilador le provocó lesiones cerebrales, tal y como rezó el comunicado oficial emitido por Edwin Van der Sar.
Todavía inmerso en un proceso de recuperación que se presenta bastante largo, Abdelhak Nouri continuará tratando de mejorar y seguirá utilizando sus cejas como su principal arma de comunicación, tal y como hizo cuando Frenkie de Jong le comunicó su inminente fichaje por el FC Barcelona: "Cuando me senté con él, su madre entró y le preguntó a Appie si debía o no ir al Barça. En cuanto lo dijo, su ceja se levantó. Fue un momento muy especial", explicó su amigo y ahora excompañero de equipo.