La semana de vuelta a los entrenamientos en la Premier League ha sido de lo más movida para los hombres de Frank Lampard. Desde el pasado martes, cada equipo se entrena con las respectivas medidas de seguridad impuestas por la competición y el gobierno británico, entre las que se encuentran las sesiones en pequeños grupos y la prohibición de entradas a ras de suelo

Giroud y Willy Caballero extienden sus contratos

El miércoles el club londinense soltó el bombazo, y de golpe y seguido anunció en sus redes sociales la renovación, primero del guardameta Willy Caballero, y de forma consecutiva, la del galo Olivier Giroud, ambos por una temporada más. La entidad colgó dos vídeos rememorando la figura de cada uno de los futbolistas durante su período como blues.

La sorpresa fue mayúscula, pues se esperaba que, al menos el delantero de 33 años, hiciera las maletas y finalizara su compromiso con el club tras una temporada en la que ha estado condenado al ostracismo hasta la lesión de Tammy Abraham. El portero argentino tenía más papeletas de continuar tras sus numerosas apariciones como titular esta temporada, pero, finalmente, ambos han prolongado su vínculo con el Chelsea. 

“Estoy encantado de continuar mi aventura en Chelsea. No puedo esperar para volver y jugar al fútbol con mis compañeros de equipo. Espero volver a llevar la camiseta del Chelsea, especialmente frente a nuestros seguidores en un Stamford Bridge lleno, cuando se pueda hacer de forma segura”, afirmó el atacante, ilusionado con continuar vistiendo la camiseta blue.

La medida fue tomada tras el acuerdo al que llegaron los clubes y la Premier donde se permitía la extensión de los contratos que finalizaran más allá del 30 de juniopara que así los jugadores que se desvincularan al término de esta temporada, pudieran finalizar la competición. Sin embargo, otros futbolistas que finalizan su compromiso con el equipo el próximo día 30 y de los que se desconoce aún qué sucederá con ellos, son Willian Borges y Pedro Rodríguez. Los rumores circulan en torno a la salida, casi definitiva, del brasileño, al que se le ha relacionado constantemente con el Fútbol Club Barcelona y el Paris Saint-Germain. Por su parte, el extremo canario parece que cuenta con más posibilidades de renovar. Concretamente, se habla que la prolongación de su contrato estaría en torno a las dos temporadas.

De esta forma, el ímpetu revolucionario que se vivía dentro del plantel del equipo londinense se ha apaciguado de manera ostensible, como planteaba en mi artículo de hace unas semanas. El cambio de rumbo adoptado ha pillado desprevenido a más de uno, aunque la incertidumbre en torno a la "reestructuración" del equipo de cara a la próxima temporada continúa latente.

Kanté se echa a un lado

Otra noticia que ha copado las portadas de estos días ha sido la protagonizada por el centrocampista N´Golo Kanté y su negativa a entrenarse por el miedo al contagio. El francés se presentó el primer día con un renovado look, pero no ha vuelto a pisar la ciudad deportiva del Chelsea. Con el beneplácito de Lampard y los dirigentes del club, el futbolista no se entrenará como consecuencia del problema moral que atraviesa. Además, The Sun ha asegurado que el conjunto londinense le permitiría perderse lo que resta de temporada si mantiene su postura actual. Sin embargo, no es el único jugador que ha manifestado su temor y malestar respecto a esta situación, ya que Troy Deeney, capitán del Watford, ha optado por tomar la misma decisión que el francés, no entrenándose para evitar poner en riesgo a su hijo de cinco meses, alegando los seis casos de COVID-19 confirmados en la competición.

Un renovado Kanté durante su primer y único entrenamiento / FOTO: Chelsea
Un renovado Kanté durante su primer y único entrenamiento / FOTO: Chelsea

Enfrentamiento entre plantilla y directiva

Otro elemento que ha enturbiado el ambiente del equipo ha sido la fallida negociación salarial. El club consideró insuficiente la rebaja de sueldo del diez por ciento planteada por los jugadores, lo que ha generado un primer distanciamiento entre cúpula directiva y vestuario. 

Desde la Premier se continúa presionando a los clubes para retomar el campeonato con cierta urgencia. El objetivo es tratar de evitar las millonarias pérdidas relativas a los contratos televisivos, que se generarían si se alcanzaran los 90 días sin fútbol. Los dirigentes tratan de paliar el devastador efecto económico que puede desencadenarse, mientras que los futbolistas continúan aún titubeantes con la situación.