Tres puntos y la clasificación para los octavos de final para Portland Timbers en un partido donde superaron a un rival al que todavía le queda mucho trabajo que realizar, pero que dejó una buena impresión. En la primera parte se vio un partido muy disputado por parte de ambos equipos en donde pareció que todo era posible que que cualquiera podría adelantarse en el marcador. Fue Portland el que tomó la ventaja en esta primera mitad y tomó la segunda desde el inicio con mayor tranquilidad y teniendo claro su idea de juego. Consiguieron un segundo gol durante esta segunda mitad que les dio una mayor tranquilidad, a pesar que su rival recortase distancias en los últimos minutos.

Portland se adelanta

En este partido había algo más que la victoria, estaba en juego una posición para los octavos de final. Este objetivo era más que suficiente para que durante los primeros minutos se viesen dos equipos muy intensos que buscaban intensamente la portería de su rival sin importar los riesgos que eso tuviese para su defensa. A pesar de mostrar estas intenciones por parte de ambos equipos, no se llegaron a ver demasiados disparos a puerta salvo uno realizado por Manotas desde el interior del área muy fácil de detener para el guardameta de Timbers.

La intensidad en el juego de ambos equipos se mantuvo durante varios minutos, pero no fue hasta llegados al primer tercio cuando se vieron los primeros acercamientos de Timbers. La primera ocasión fue de Yimmi Chará en una acción individual en la frontal del área, donde su disparo fue detenido por el guardameta en dos tiempos. Unos minutos después se produjo una doble ocasión para Williamson en la que solo unos centímetros impidieron que el balón entrase en la portería de los texanos.

La intensidad en el juego se mantenía, aunque las llegadas al área fueron quedando un poco de lado. Mucha disputa de balón con una presión alta por parte de ambos equipos en la zona de creación que provocó un constante intercambio en el control de la pelota. Nadie era capaz de imponer superioridad con su juego, aunque yendo más allá, era muy difícil encontrar un estilo de juego en ninguno de los dos equipos.

Tuvo que transcurrir más de media hora de encuentro para ver el primer gol del partido en una gran jugada de Portland Timbers. Tras varios acercamientos al contraataque, el balón llegó a Jerremy Ebobisse, el cual se encontraba muy escorado en el interior del área. Al encontrarse solo y sin ningún apoyo por parte de los compañeros realizó un potente disparo a puerta que sorprendió al guardameta y adelantó a su equipo en el luminoso.

La respuesta texana no se hizo esperar y en la siguiente jugada al gol, el balón llegó a los pies de Elis, que desde la frontal del área no se lo pensó. Con un disparo colocado intentó poner la pelota en el palo más alejado, fuera del alcance del guardameta, pero este se marchó a muy pocos centímetros de la portería.

Desde este momento se pudo ver una mayor claridad en el juego, sobre todos por parte de Houston Dynamo, siendo ellos que tuvieron el control de la pelota y buscaron empatar el partido antes de la llegada del descanso. En apenas 10 minutos consiguieron generar más disparos a puerta que los realizados hasta el momento, pero esto no les sirvió para igualar el marcador y llegar con desventaja al entretiempo.

Houston no termina por reaccionar

De manera inesperada, la segunda mitad comenzó con el control de la pelota por parte de Portland Timbers, realizando una demostración de poder y que, a pesar de ir por delante en el marcador, no dejaría que el conjunto texano tomase la iniciativa. Fueron varios minutos los que consiguió contener los ataques de su rival teniendo el control de la pelota, peri no fue capaz de traducir este dominio en ocasiones de gol.

Poco a poco Houston Dynamo fue sacudiéndose el domino de su rival, pero le fue muy difícil volver a pisar campo contrario con el control de la pelota. La presión de los Timbers en zona de creación, impidiendo sobre todo la salida de la pelota y obligando a tener que buscar desplazamientos en largo que eran fácilmente defendibles.

En una de las pocas ocasiones en las que los texanos consiguieron salir de su propio campo, su rival aprovechó el desajuste defensivo para generar una de las mejores ocasiones de gol. Blanco recibió la pelota entre líneas y encarando portería realizó un disparo cruzado que se marchó muy cerca del palo. Esta ocasión fue un aviso de lo que estaría por llegar unos minutos después.

En esta ocasión el que apareció fue el otro ‘playmaker’ de los Timbers, Diego Valeri. El mejor jugador de MLS hace un par de años recibió la pelota en una zona en la que se encuentra muy cómodo, en tres cuartos de campo, y sin que ningún defensor se opusiese a su acción encaró portería. Con un disparo cruzado, muy ajustado a la cepa del palo, consiguió poner mayor ventaja para su equipo y dar un golpe casi definitivo para lograr la clasificación.

Durante los siguientes minutos se pudo ver una leve respuesta del Dynamo, pero apenas se quedó en un espejismo. Muy pronto el control de la pelota volvió a Portland Timbers que consiguió durante un tiempo encerrar a los texanos en su propio campo, dando la impresión de haber bajado los brazos. Estos momentos de indecisión son los que aprovecharon los entrenadores para realizar un carrusel de cambios con los que imprimir frescura al juego de sus equipos o cambiar un planteamiento en base a sus necesidades.

Con el partido entrando en los minutos finales, Houston Dynamo se lanzó a tumba abierta al ataque, buscando a la desesperada un primer gol que surtiese dudas en el equipo rival y generase algún falló con el que conseguir empatar. Con este planteamiento tan ofensivo consiguieron a falta de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario recortar distancias en el marcador gracias a un penal que Alberth Elis se encargó de transformar.

A pesar de sus posteriores intentos en búsqueda del gol, Houston Dynamo todavía vio como las cosas se complicaban antes del pitido final con una doble amarilla a Elis en apenas dos minutos que dejaba al equipo texano sin su mayor referente en el ataque para el último partido.