Vergonzosa goleada de LAFC en ‘El Trafico’ ante un LA Galaxy sin alma, sin intensidad. A pesar de que en la primera mitad se pudo ver un juego más equitativo por parte de los dos equipos, los actuales campeones de la Supporters´Shield fueron los que realmente pusieron todo su empeño en llevarse el partido, a pesar del empate a dos goles con el que se llegó al final de los primeros 45 minutos. En la segunda mitad el Galaxy tuvo mayor protagonismo con la pelota, pero no aparecían soluciones en el ataque. Un juego muy plano y sin profundidad que su rival supo contrarrestar a la perfección y al contraataque le endosó una goleada histórica.

Galaxy no pierde la cara

Si hay un adjetivo que pueda definir este encuentro es intensidad. ‘El Trafico’ se ha convertido en un par de años en una de las rivalidades más importantes y más intensas de MLS y el Torneo #MLSisBack también iba a vivirlo.

Un inicio de partido a cara de perro en donde ninguno de los dos equipos quiso conceder nada a su rival, ni un metro. La intensidad fue la protagonista durante los primeros minutos, con muy poco juego y muchas interrupciones a causa de las faltas. A pesar de ellos, en una de las primeras acciones sobre la portería de LAFC, una acción individual de Pavón acabó en gol con la ayuda de la defensa rival. El atacante argentino llegó hasta línea de fondo y cuando se dispuso a asistir a un compañero, Blessing golpeó la pelota e introdujo la misma en la portería. El Galaxy se adelantaba.

Apenas tardó en responder el conjunto entrenador por Bradley que, en un balón en largo para Brian Rodríguez, permitió a este realizar una diagonal sobre portería y tras perfilarse, colocó el balón en la escuadra rival. El portero consiguió sacar una milagrosa mano para despejar la pelota que impidió el empate. Lo que ya no consiguió salvar el portero fue un penal unos minutos después.

En un saque de esquina, Bradley Wright-Phillips fue agarrado en el interior del área para impedir su remate y el colegiado no dudo en marcar los once metros. Diego Rossi tomó la responsabilidad y ajustando la pelota al palo derecho, devolvió la igualdad al marcador.

La intensidad de los primeros minutos se redujo ligeramente y tras este gran inicio, comenzó a verse ligeramente el planteamiento de cada uno de los entrenadores. Mientras que los locales fueron fieles a su estilo con transiciones rápidas y buscando crear espacios, el Galaxy jugó a la contra. No querían el balón, en cuanto este llegaba a los pies de cualquier futbolista, buscaban un desplazamiento en largo para los delanteros, que apenas consiguieron enganchar alguna pelota.

Cerca de la media hora de partido llegó nuevamente la sorpresa. En uno de los primeros acercamientos del Galaxy, después de unos minutos de dominio incontestable de LAFC, Corona fue derribado en el interior del área y el colegiado no tuvo otra opción que señalar en punto de penal. Pavón fue el encargado en disparar, pero su lanzamiento fue detenido por el guardameta. Sin embargo, le colegiado le permitió la opción de redimirse ya que un defensor había entrado en el interior del área y eso obligó a repetir el penal. En esta ocasión, el delantero no falló y volvió a poner a su equipo por delante en el marcador.

Tras este gol, Los Angeles FC volvieron a tener el control del balón, pero no era capaz de imprimir profundidad en sus acciones. A pesar de la superioridad demostrada, tardó varios minutos en volver a poner en problemas a la defensa rival. Exactamente, fue en el tiempo de descuento cuando un error infantil de la defensa del Galaxy en un despeje permitió a Rossi recoger la pelota en el interior del área y marcar a portería vacía, llevando el partido con empate al descanso.

LAFC destruye a su rival

Con el inicio de la segunda parte, el dominio de del balón fue claro para Los Angeles FC. De manera inexplicable su rival bajó los brazos y le entregó la pelota, además de facilitarle el trabajo ofensivo, mostrando muy poca intensidad en la presión. En ataque el Galaxy apenas consiguió salir de su propio campo, aunque en una de estas ocasiones dio un vuelvo importante al partido.

Un balón a la espalda de la defensa fue recibido por Pavón que consiguió superar a su marcador con un desmarque de ruptura y consiguió presentarse solo ante el portero en un mano a mano. El extremo argentino definió a la perfección, pero el linier levantó la bandera señalizando un fuera de juego de Pavón y anulando así el gol.

Pero en la siguiente jugada, el equipo de Schelotto recibió un palo muy duro. De haber conseguido ponerse por delante en el marcador, vio como una jugada al contraataque dejó a LAFC con oportunidades de anotar y estos no fallaron. Wright-Phillips aprovechó a la perfección los minutos que se le estaban dando y tras recibir un pase de Rodríguez y buscar un espacio, colocó el balón en el palo más alejado para el portero, haciendo imposible su estirada y colocando a su equipo por primera vez en el marcador.

Con este gol se pudo ver por primera vez en la segunda mitad a un LA Galaxy más activo en el ataque, pero con muy poca profundidad en sus acciones. La apatía de muchos jugadores y la falta de intensidad en su juego generó que a pesar de tener un mayor protagonismo en el ataque, las acciones eran muy fáciles de defender por su rival. Por más que lo intentaban o por mucha presión que generasen campo rival, no eran capaces de encontrar espacios en la contundente defensa de LAFC.

Cuando el partido entró en el último tramo y con el Galaxy volcado en el ataque, su rival explotó la debilidad defensiva para en un contraataque, anotar un cuarto gol que dejaba el partido prácticamente visto para sentencia. Ginella recibió un pase al espacio y por campo por delante condujo unos metros antes de asistir a Diego Rossi. El extremo uruguayo, al primer toque, definió con un disparo al palo más cercano, dejando vencido al portero.

Con la vuelta de la pausa para la hidratación, el desarrollo del partido continuó como hasta el momento y eso fue lo único que necesitaron los ‘black & gold’ para continuar convirtiendo cada llega a portería del Galaxy en una ocasión manifiesta de gol. Tal era el festival ofensivo que hasta el lateral Mohamed El-Munir se sumó en una ocasión al ataque a posición del carril central sin que ningún defensor le opusiese resistencia y realizó un potente disparo cruzado que dejó al portero sin capacidad de reacción… El quinto gol, sí, quinto.

LA Galaxy estaba entregado, el equipo solo quería que pasasen los minutos y que la pesadilla terminase lo antes posible. Pero antes de que eso ocurriese, aunque las cosas se pondrían mucho peor. De no haber sido por un entonado Bingham que consiguió sacar dos manos espectaculares a la escuadra que impidió el sexto gol, la goleada hubiese sido vergonzosa para los pentacampeones. Sin embargo, en la última jugada del partido, Ginella colocó un centro en la misma línea de gol sin que ningún defensor se interpusiese y por allí apareció Rossi para anotar su cuarto gol y dar la puntilla a un Galaxy en caída libre.