Sí, es cierto que el Olympique de Lyon afrontaba el partido con el 1-0 a favor de la ida, pero por calidad individual y ritmo de competición, lo más normal hubiera sido que la Juventus de Turín se hubiera clasificado a los cuartos de final de la Champions League 2019/20. El conjunto francés ha dado la sorpresa metiéndose en la próxima ronda pese a haber perdido el partido por 2-1. 

De primeras, sorprendió la suplencia de Dybala y también la titularidad de Toko Ekambi en el cuadro francés. La Juventus salió con un 4-4-2 asimétrico y con flexibilidad posicional: Cristiano Ronaldo tenía mucha libertad y podía aparecer en cualquier sitio (habitualmente en posición de remate) y Rabiot, el centrocampista más cercano a la banda izquierda, no actuaba como un falso extremo, sinó como un centrocampista más rompiendo hacia dicha zona. En el minuto 9, Bentancur cometió un penalti que transformó Memphis Depay para el 0-1. Era el segundo partido del delantero holandés tras una larga lesión y ha vuelto a completar otro gran partido. 

El partido, en general, ha sido malo del líder de la Serie A con balón, especialmente la primera parte. Durante toda la temporada han tenido problemas para progresar y fluir en ataque posicional. Contra el Olympique de Lyon han vuelto a ser un equipo lento en la circulación, con falta de automatismos y sin jugadores para acelerar las jugadas. La mayoría de jugadas han tenido lugar en las bandas (17 centros intentados en la primera parte) pero de todas formas, los tres centrales del conjunto francés no se han sentido incómodos en todo el partido. Sin embargo, el empate llegó antes del descanso, también desde el punto de penalti, provocado por mano de Depay en un lanzamiento de falta de Pjanic y transformado por Cristiano Ronaldo. 

En el principio de la segunda mitad, la Juventus mostró una cierta mejora con balón acumulando más jugadores delante de balón, con movimientos constantes -sobre todo de Bentancur- y con una mejor ocupación de espacios, pero no duró mucho. Rozando la hora de partido, Cristiano Ronaldo marcó el segundo gol para la Vecchia Signora: trallazo con la pierna izquierda. A partir de este momento, el Olympique de Lyon supo defender el marcador sin muchas complicaciones. Incluso asentándose con balón en campo rival. 

Dybala entró en el 71 y tuvo que abandonar el partido en el 84 por lesión. Por su parte, Moussa Dembélé completó muy buenos minutos saliendo desde el banquillo oxigenando al equipo: bajando balones, dejándolos de cara para sus compañeros, luchando cada balón dividido y cayendo a banda para proteger el balón y ganar segundos. 

Temporada para olvidar para el equipo hegemónico en Italia pese a haber ganado la competición liguera. Sus exigencias -y resultados- deben ser mayores en clave europea. El Olympique de Lyon, ya en Portugal y a partido único, se enfrentará al Manchester City en cuartos de final.