Tres primeros puntos para los Red Bulls en el reinicio de la temporada regular de MLS en un partido ante su máximo rival. Durante la gran mayoría del encuentro estos demostraron una superioridad con la pelota que no consiguieron convertirlo en goles. Hubo que esperar a la segunda mitad para aprovechar un grotesco error del guardameta ‘citizen’ para que les diese la victoria. Los visitantes, sin embargo, no encontraron su mejor versión durante los 90 minutos. A pesar de haber contado con minutos de calidad y ocasiones, no fueron capaces de plasmarlo y eso les llevó a caer derrotadas y verse sumidos en el principio de una grave crisis.

Red Bulls no aprovecha las ocasiones

New York Red Bulls hizo valer su localía y, desde los primeros minutos, tuvo el control de la pelota, buscando un juego combinativo y tratando de llevar el protagonismo. Este inicio le permitió jugar en campo rival por mucho tiempo, pero no lograron superar poblada última línea de presión de los ‘citizens’. Estos, presionados por la salida en tromba de su rival, durante los primeros minutos buscaron generar peligro por medio de contraataques, sin apenas generar peligro real.

Se tuvo que superar los primeros 15 minutos para ver a New York City FC tener mayor control de la pelota, una mayor participación en el partido y sobre todo, más presencia en las inmediaciones de la portería rival. Sin embargo, fueron los locales los que gozaron de la primera ocasión clara de peligro en una acción a balón parado. Con una jugada ensayada de un libre directo, Parker cabeceó sin oposición la pelota en el segundo palo para asistir a un compañero en el punto de penal. Pero antes de que alguien rematase, Johnson sacó una mano milagrosa para evitar el peligro.

A partir de esta acción el partido tomó un camino bastante imprevisible. La pelota estaba en constante cambio de un equipo a otro, convirtiendo cada posesión en una llegada a las inmediaciones del área. Mientras que los Red Bulls continuaban con un juego más plano y de mayor circulación de la pelota, su rival hizo lo contrario, imprimirles mayor velocidad a sus acciones y buscar la sorpresa en el marcador.

Con el paso de los minutos, New York Red Bulls consiguió generar aún más peligro en sus acciones y gozó de las dos oportunidades más claras hasta el momento. Primero Royer y después Casseres Jr. sorprendieron con sendos disparos desde la frontal que se marcharon muy cerca del palo. Estos avisos obligaron al equipo rival a dar un paso adelante si no querían llevarse una sorpresa antes del descanso.

Por ello, en los siguientes minutos, New York City FC se hizo con un mayor control de la pelota por primera vez en el encuentro y buscó con ahínco la portería de su rival, pero sin suerte. Esto llevó a que el partido finalizase con empate sin goles del inicio.

Errores fatales

La segunda parte tuvo un inicio muy similar a lo visto en la primera, aunque en esta ocasión los Red Bulls sí que lograron imprimir mayor profundidad a sus acciones. Durante los primeros minutos consiguieron llegar en varias ocasiones, realizando disparos bajo los tres palos, pero todos ellos fueron rechazados por el guardameta ‘citizen’, muy seguro hasta el momento.

Tras este trepidante inicio por parte de los locales, New York City FC logró deshacerse de la presión a la que estaba siendo sometido y empezó a tener mayor control de la pelota. Aunque fuese con acciones a la contra y estas no generasen peligro, con solo salir de la presión era ya una buena noticia para estos.

Pero justo en los momentos previos a cumplirse la hora de partido, una acción calamitosa para los visitantes derivó en el primer gol de su rival. Duncan pescó en la frontal del área y balón rechazado y sin pensárselo ejecutó un potente disparo. El efecto de la pelota engaño a Johnson que no pudo blocarla y esta se escapó hacia la portería. En un intento por detener el disparo en la línea de gol, la inercia hizo que el guardameta acabase metiéndose el balón en su propia portería y después de revisarlo con el VAR, el colegiado decidió conceder el gol a Red Bulls, en una rocambolesca decisión.

A partir de ese momento el partido tomó un claro protagonista, New York City FC se convirtió en el dominador total de la pelota, buscando constantemente llegar sobre la meta de su rival. A pesar de aferrarse a esas transiciones rápidas, combinándolo de vez en cuando con un juego más combinativo, no consiguieron llevar peligro real sobre la portería rival salgo algún disparo que otro que se marcharon lejos. Pero los locales no se dejaron amedrentar, y aprovechando los errores cometidos por su rival, consiguieron tener un par de acercamientos a las inmediaciones del área que obligaron a estos a no despreocuparse de la defensa. Un segundo gol sería fatal.

Hasta el final del partido, los ‘citizens’ buscaron con ahínco el gol que les diese en el gol del empate, pero por más que lo intentaron no consiguieron su objetivo. Esto hizo que el partido finalizase con la victoria de los Red Bulls en este Hudson River Derby de una temporada tan atípica, decidiéndose por un grosero error del guardameta y una decisión más que dudosa del colegiado.