No hay victoria sencilla, pero es que los neyorkinos no tuvieron rival. Es más, de haber estado más acertados de cara a puerta, el encuentro hubiese terminado en goleada. En la primera mitad el equipo neoyorkino fue infinitamente superior a su rival y su merecimiento hubiese sido llegar con una mayor ventaja al descanso. Pero los fallos en los remates y el único error de la defensa, hizo que se llegase al descanso con empate en el marcador. La segunda mitad fue un monólogo de los locales que consiguieron en dos acciones tomar distancia y marcar dos goles que les dio la victoria.

Poca efectividad neoyorkina

Desde que inicio el partido, New York City FC dejó claras sus intenciones. Quería los tres puntos y no iba a permitir que se viesen especulaciones con el resultado, por lo que en los primeros minutos consiguió tener una doble ocasión en la que de no haber sido por el guardameta visitante, estos ya se hubiesen adelantado en el marcador. A pesar de esta salida en tromba de los locales, el Fire no se iba dejar dominar y consiguió contrarrestar el juego de su rival con acciones a la contra en las que puso en algún que otro problema a los neoyorkinos.

Con el paso de los minutos la intensidad fue disminuyendo, pero el dominio de los locales continuaba siendo muy claro. Con este cambio, apareció el primer desajuste en la defensa de los visitantes que acabó con un gol de los neoyorkinos. Parks aprovechó un espacio al primer palo para realizar un desmarque y recibir el centro sin oposición de un rival. Sin pensárselo y a la media vuelta, cruzó la pelota para hacer imposible la estirada del portero y anotar el primer gol.

Sin tiempo para digerirlo, New York City FC estuvo cerca de haber conseguido un segundo gol si el palo no se hubiese interpuesto en el remate. Fue en un saque de esquina donde Chanot, sin oposición, cabeceó la pelota, pero esta se estrelló en la base del palo.

Sobre el ecuador de la primera mitad el juego de ambos equipos se mantuvo muy igualado, con una posesión de la pelota muy pareja. Esta igualdad no estuvo tan pareja en las acciones sobre las porterías, ya que los locales fueron los que más activos estuvieron y los que en mayor número de ocasiones consiguieron. Con un Medina muy activo por banda derecha, fueron varias las llegadas en las que el futbolista paraguayo estuvo muy cerca de haber ampliado la distancia en el marcador.

En los minutos finales de la primera mitad se pudo ver al Chicago Fire más ofensivo hasta el momento y eso terminó por reflejarse en un gol en el momento más importante. Tras una mano salvadora de Johnson, se llegó a un saque de esquina mal defendido por los neoyorkinos en el que Pineda remató a gol en la misma línea sin que ningún defensor le marcase.

Sencillo y sin problemas

La segunda mitad comenzó de manera muy similar a los últimos minutos de su antecesora. El balón no tenía un dueño y las acciones sobre una y otra portería se intercambiaban sin que ninguno de los rivales consiguiese dar con gol. Fueron muchos minutos de indecisión hasta que, como dice el refranero español, “a río revuelto, ganancia de pescadores”, aparecieron los neoyorkinos como un pescador muy espabilado.

En una jugada en la que el Fire no fue capaz de despejar una pelota en las inmediaciones del área, llegando a tener una superioridad de jugadores, la pelota llegó a Tinnerholm, a quien le había dado tiempo a incorporarse. El lateral nórdico recibió un pase, escorado en el interior del área, pero eso no fue motivo para que con un disparo cruzado volviese a poner a su equipo por delante en el marcador.

Este gol tuvo una respuesta instantánea de Chicago Fire, que durante los siguientes minutos consiguió tener el protagonismo junto con el control de la pelota, peor esto no significó que lograsen poner en riesgo el resultado. Les falta ese pase determinante en una zona tan importante como las inmediaciones del área para conseguir generar peligro. Sin embargo, fueron incapaces de lograrlo.

Ante este desarrollo, New York City FC fue poco a poco haciéndose con el control de la pelota nuevamente y convirtiéndose en el claro dominador. Aunque este cambio no se tradujo en ocasiones de gol, el solo control de la pelota, marcando el ritmo al que ellos querían que el partido se desarrollase, era más que suficiente para demostrar su superioridad. Fue así como, entrando en la última parte del encuentro, los locales aprovecharon la debilidad defensiva del Fire para anotar un tercer gol que sería definitivo. Con Tinnerholm nuevamente como protagonista en la banda derecha, el lateral consiguió superar varios defensores en una acción individual con la que llegó al área y colocó un centro en el segundo palo. Por aquella zona se incorporó Ring para anotar a placer el tercer gol.

Este tanto dejó muy tocado al equipo visitante. Dos goles de desventaja era un lastre muy duro de superar, siempre teniendo en cuenta la poca efectividad que habían conseguido tener en ataque. Pese a ello, continuaron en los siguientes minutos insistiendo en lograrlo, pero la desesperación y los nervios los llevó a perder balones fáciles que les pudo costar algún gol a la contra.

Por ello, los últimos minutos apenas tuvieron historia. New York City FC control el balón con mucha inteligencia, sabiendo en que momento atacar la portería de su rival y en que otros mantener la calma. Así fue como llegó el final del partido y la recuperación de la sonrisa por parte de un equipo como el neoyorkino que no pasa por su mejor momento.