El encuentro comenzó como se esperaba, con el equipo de Guardiola dominado sobre los de Nuno. La presión citizen impedía sacar el balón a los tres centrales de los Wolves, y siempre acababa en los pies de Rodrigo en una recuperación en el centro del campo. La intensidad con la que disputó el inicio el City hizo que los primeros errores surgieran ante una defensa que se queda en cuadro cuando uno de sus titulares causa baja.

Esta es una de las debilidades de los Wolves, el escaso fondo de armario con el que han de coquetear para llegar a Europa. Por el otro lado, los sky blue son el mejor equipo en esto, y es que, si uno de los titulares no tiene el día, Guardiola dispone de nombres como Bernardo Silva, Mahrez o Ferran Torres.

Aunque esta es una de las diferencias más notables en la liga, los Wolves no lo acusaron demasiado, al ser, quizá, la segunda jornada que juegan, y que tampoco tienen el peso de los jueves europeos y los días entre semana de copa de la liga.

Lo que sí se nota en el terreno de juego es la presencia de Kevin De Bruyne. El belga es la brújula que dirige el transatlántico del City, siendo sus pases filtrados los salvavidas en caso de emergencia. De él nacieron las ocasiones más claras de los de Manchester, además del primer gol, en un penalti provocado por Saïss en una de sus internadas para intentar dejar el balón atrás y que uno de los delanteros remate. El central marroquí no tenía lo suficiente para parar al diablo pelirrojo y cayó en su engaño.

Por su parte, Raheem Sterling fue uno de los más destacados en el City, y es que estuvo en constante movimiento por la banda derecha, aprovechando la línea de tres centrales de Nuno y la importante baja de Dohertty (fichado por el Tottenham). Esto obliga al entrenador portugués a usar a Adama Traoré como carrilero hasta que puedan moverse en el mercado, con lo que la asociación del español con la estrella del equipo, Raúl Jiménez, queda más desapercibida que nunca.

El ataque del Manchester City es un ciclón de posesión con rápidos balones al hueco en las bandas para que uno de los llegadores fusile en la zona sensible, entre la media luna del área y el punto de penalti. Así fue como pudieron poner el 0-2 en el marcador, con una de estas combinaciones de, quién sino, Kevin De Bruyne con Sterling, que dejó el cuero para que Phil Foden batiese a Rui Patrício y se reivindicase, reclamando el puesto que dejó David Silva tras su marcha.

Los lobos se llaman así por algo, y es que, a pesar de las dificultades, no dan nunca un encuentro por perdido, y menos el goleador mexicano Raúl Jiménez. La ayuda de Daniel Podence será clave en esta temporada, un poco más difícil por las grandes incorporaciones que están haciendo los clubes de la Premier League, y lo demostró en el gol naranja. Cuando parecía que De Bruyne tenía todas las lecciones aprendidas en el mundo del fútbol, el extremo luso le anotó en su cuaderno que cerrase las piernas cuando le tocase defender, ya que su caño deleitó a todos los aficionados, algo más espectacular aún en la repetición a cámara lenta que mostraba su pase teledirigido a la cabeza de Jiménez para batir a Ederson.

Un equipo que pasó de segunda a pelear por Europa no sabe lo que es gestionar un partido perdido para pensar en el siguiente. Pusieron toda la carne en el asador para sumar puntos en casa y repetir la remontada contra el mismo rival, algo que Guardiola no se perdonaría. Los sky blues siempre pecan de los mismo, y es dar por ganados los tres puntos cuando queda media hora, así le dan opciones a sus rivales, pero Gabriel Jesus no quiso que fuera así, y sentenció en el descuento, dejando el mensaje para Agüero, que, o se recupera de su lesión u ocupará su puesto de delantero titular del City.

Además, batió un récord de la Premier League con este tanto, y es que la liga está tomando otra dirección, y se marcaron más goles en una jornada que en cualquier otra disputada en la historia.

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