Tottenham deja escapar dos puntos increíbles luego de ir ganando el 3-0 gracias a los tantos convertidos por Heung-Min Son y Harry Kane en dos ocasiones. Sin embargo, Balbuena, Davinson Sánchez y Manuel Lanzini lograron rescatar un punto de su visita en el Derbi de Londres. 

El conjunto de José Mourinho no quería que el parón terminara con su buena racha que había tenido de do triunfos en forma consecutiva antes de enfrentar al equipo de David Moyes, incluyendo al Manchester United y al Maccabi Haifa, por la clasificación a la Europa League donde entre ambos partidos marcó 13 goles. 

Sin embargo, había dos principales atracciones para el equipo dueño de casa. La primera era que, finalmente, Mourinho pudo contar con Harry Kane a pesar del cortocircuito que hubo con el entrenador de la Selección Inglesa, Gareth Southgathe, por una presunta lesión del delantero, pero que el inglés declaró que estaba en perfectas condiciones. Una de las piezas claves en el equipo de Mourinho para encontrar el funcionamiento. Por otro lado, por primera vez desde su llegada a su casa, Gareth Bale iba al banco de suplentes tras su lesión. 

En cambio, los Hammers llegaron hasta este derbi con la ilusión de sus nuevas incorporaciones le sigan cambiando la cara a este equipo que sufrió tanto en temporadas anteriores, pero que en esta ocasión, pareciera que va a dar mucho más que hablar, especialmente con la goleadas tanto a Leicester y al Wolves, dos equipos fuertes, especialmente el de Rodgers que aspira a pelear por la Premier League, por lo que quería hacer lo mismo con el Tottenham. 

Pero cualquier plan prometedor que se podían hacer antes del inicio del encuentro quedaba en solamente una ilusión. En menos de un minuto de juego, exactamente en 46 segundos, un balón largo desde su propio campo para Son que se encontraba en el sector izquierdo, ingresa al área, engancha ante su marca y anoto con su pierna derecha la apertura del marcador. 

Los de Moyes ya sabían que era un encuentro difícil antes del encuentro, pero a esto había que sumarle lo complicado que es dar vuelta el resultado. Aún más difícil ante un Tottenham eficaz, ordenado, efectivo y agresivo que se vio en los primeros minutos. Tan así fue que siete minutos más tarde del primer gol, Harry Kane recibió un balón en la puerta del área, metió un caño a su compatriota Declan Rice, disparó y marcó el segundo tanto del juego. 

Cada vez era más complicado el partido para los Hammers, especialmente con la ambición que tenía el equipo de Mourinho por anotar más goles, que llegó a la media hora de juego. Lo consiguió cuando Son abrió juego para Reguilón por izquierda, el español lanzó el centro preciso para la cabeza de Harry Kane para que haga una de sus especialidades: hacer goles. En este caso de cabeza, dejando sin posibilidad a Fabianski.

Una ventaja considerable en favor del conjunto del norte de Londres le permitía hacerse cargo del ritmo del partido. Tottenham sabía cuando era el momento exacto para atacar y hacerle daño al West Ham que, con el resultado, parecía debilitado. A pesar de eso, algunos ataques entre Kane y Son pudieron ampliar el marcador, pero no lo consiguieron. 

Los Hammers quisieron mostrar reacción y generar peligro a la portería defendida por Hugo Lloris que, de todas maneras, no consiguieron llegar al descuento, a pesar del empuje de sus extremos, Fornals y Bowen, y su delantero Antonio. No encontraban la forma de vulnerar la defensa bien firma y ordenada, como de costumbre en un equipo de Mourinho

Mucho tenía que cambiar Moyes para la segunda parte soñar con el descuento. Por empezar con la actitud. Un equipo demasiado tranquilo se pudo ver en los primeros 45 minutos, y eso hizo. Un West Ham más agresivo, que presionaba, que ganaba más lo segundos balones,  que estaba más adelantado en sus líneas y recuperaba rápido el balón. 

A los cuatro minutos, un cabezazo de Fornals, tras un buen centro al área, pudo ser el primer descuento del equipo visitante, pero aún así, se fue desviado. Pero la intensidad no bajaba y seguía buscando esa luz de esperanza. El Tottenham no podía hacerse dueño del balón como en la primera parte que cada vez se hacía más fuerte en, cuando podía, los balones largos a Son.

A los 71 minutos de juego, llegó el momento que todo aficionado de los Spurs estaba esperando. El ingreso de Bale, que volvía a vestir la camiseta White luego de siete años de manera oficial que, además, le iba a dar ese cambio de ritmo y velocidad que le faltaba al Tottenham para liquidar de forma definitiva el juego. Lo primero que hizo fue hacerse cargo de un libre directo que terminó en las manos del portero.

Bale debuta con la camiseta de los Spurs luego de siete años. Foto: Premier League.
Bale debuta con la camiseta de los Spurs luego de siete años. Foto: Premier League.

El ex jugador del Real Madrid empezó a tener un rol clave. En lo que pudo ser el hat-trick de Kane, el galés dejó pasar el balón, arrastrando con él la marca y dejarle el espacio al delantero para su remate que se estrelló en el poste. Y, cuando todo parecía el partido perfecto para los de Mourinho, un centro para Balbuena en un libre directo, marca de cabeza el descuento. Sólo quedaba ver si tenía tiempo todavía de reaccionar. 

Para sorpresa de todos, un gran pase de Yarmolenko para Cresswell que lazó el centro al área, el balón se desvió en Davinson Sánchez y marca el segundo descuento, lo que pone más suspenso al partido y a un sólo gol de diferencia, algo que parecía imposible por como se dio el transcurso del juego. 

En tiempo de descuento, Bale recibió una gran asistencia de de Kane que encaró, se sacó a dos hombres de encima, enganchó para rematar, pero el balón se fue desviado. La mala puntería arruinó el debut perfecto del galés en su vuelta al equipo de Londres. 

En el último minuto adicionado por el árbitro. Manuel Lanzini aprovecha un balón que Bale no supo despejar, saca un remate al ángulo y preciso que no pudo alcanzar Lloris, que no pudo alcanzar y sentenció el empate en el último instante.

Otro partido que se le escapa al equipo de Mourinho, otro partido que le logran empatar en el último minuto como ante Newcastle, y que en ninguno de los casos lo mereció, ya que fue superior, tuvo el control, pero que errores al final le cuestan los tres puntos. Con este empate, le privó estar en la segunda ubicación junto al Liverpool y a tres puntos de Everton, ahora está a cinco.