El Tottenham se recuperó de la igualdad ante el West Ham a último minuto, luego de ir ganando tres a cero en la jornada anterior, y venció al Burnley en Turf Moor por la fecha número 6 de la Premier League, en un encuentro que fue más difícil y trabajado de lo pensado para el elenco de José Mourinho. 

A pesar del triunfo entre semana por la Europa League, el conjunto del norte de Londres tenía la espina de los dos puntos que dejó escapar en su estadio hace ocho días atrás en el derbi de la ciudad. No tenía dudas que se quería tomar revancha este lunes en su visita al noroeste de Inglaterra

Por el lado del Burnley, no está en su mejor momento. Solamente acumuló una igualdad y cuatro derrotas hasta el momento, por lo que estaba obligado a sumar de a tres ante los Spurs, porque el futuro podría ser complicado y oscuro para los de Sean Dyche en el fondo de la tabla de posiciones. 

La plantilla competitiva que tiene el entrenador portugués, le permitió dejar descansar algunos de sus jugadores destacados para que tomaron un descanso. Sergi Reguilón, una pieza clave en el sector izquierdo, Giovani Lo Celso quedaron en el banquillo, al igual que Gareth Bale que todavía no encontró su lugar en el once inicial. Mientras que Steven Bergwijn, Harry Winks, que suele estar en la consideración de Mourinho, Serge Aurier, Dele Alli quedaron fuera de la convocatoria. 

A pesar de que el equipo fue similar al que superó al Manchester United, no logró en ningún momento esa conexión y generación de peligro como lo hizo en Old Trafford, sino que le costó más encontrar los espacios ante un equipo que estaba bien organizado y ordenado dentro del campo de juego. 

El equipo visitante apelaba a los pelotazos largos a Son, Moura o Kane, el tridente ofensivo, salteando líneas y poder aprovechar la explosión de los delanteros. Lo pudo lograr, en un pase largo para Harry Kane por izquierda, que le permitió quedar frente a Pope, sólo en el área, pero el delantero definió desviado. 

Esa fue una de las únicas situaciones claras para la visita, mientras que el local respondió con un gol de Ashley Barnes, pero que el juez de línea lo invalidaba por posición adelantada del delantero del Burnley. Esto, ponía en alerta al Tottenham que sabía que, si se distraía, el dueño de casa podía sacar ventaja. 

Esa ventaja, lo de Sean Dyche casi la consiguen la segunda parte. A pesar de que poco cambio lo sucedido del encuentro entre dos equipos que no arriesgaban para no perder, el Burnley casi consigue el gol del triunfo con un cabezazo dentro del área luego de un saque de esquina que sí, Harry Kane, el delantero goleador intuyó lo que haría el defensor de cabecear al poste más lejano de Lloris, retrocedió y evitó la caída de su vaya. 

Pero, en un partido típico que parecía que iba a quedar sin goles y con lo increíblemente errado por el Burnley, el Tottenham lo aprovechó. Érik Lamela ingresó para darle más frescura en el ataque y lo logró, el se encargó de un saque de esquina, Kane fue a buscar de cabeza, asistió a Son y marcó el único tanto del encuentro que le dio el triunfo a los Spurs. 

La dupla Heung-Min Son y Harry Kane, sigue dando que hablar. El delantero inglés sigue demostrando lo completo que es y la capacidad de lectura de juego que puede tener, no sólo para anotar, sino que para asistir y sorprender con el surcoreano, como también para defender e iniciar la jugada en caso que sea necesario. Un par de minutos que puedan demostrar esta conexión le bastan y le sobran a los de Mourinho para quedarse con los tres puntos a domicilio y quedar a dos puntos de los líderes, Everton y Liverpool.