Para muchos, el Southampton es una sorpresa en lo que van de las siete primeras jornadas de la Premier League. Para otros, viendo como fue evolucionando en las últimas temporadas, sabía que en cualquier momento podría ser una grata sorpresa en la liga inglesa, que sólo era cuestión de tiempo para que lo lograra. 

A pesar de que la temporada pasada, el equipo de Ralph Hasenhüttl había terminado muy bien, el inicio de esta no fue de los espero. En la primera fecha, fue derrota por la mínima ante el Crystal Palace en Selhurst Park, mientras que días más tarde le tocó quedar en el camino de la Carabao Cup ante Brentford en su casa y, en la fecha dos, una goleada ante el Tottenham por 5-2. 

Un encuentro ante los Spurs muy recordado por las cuatro asistencias de Harry Kane a Heung-Min Son, el otro fue el propio delantero inglés encargado de anotar. Sin embargo, dentro de la oscuridad de perder y encima con una diferencia tan abultada, el Southampton parecía que comenzara a salir la luz de una pequeña esperanza ya que, luego de dos partidos, Danny Ings, figura indiscutible de este equipo, volvía a amigarse con los goles ya que esa tarde hacía dos. 

Desde ese momento, cinco fueron los partidos que jugó el equipo de sur de Inglaterra, en el que acumularon cuatro triunfos y una igualdad, ante Chelsea, que tuvo sabor a triunfo ya que la igualdad llegó en tiempo de descuento, en la cabeza de Jannik Vestergaard. 

Esta buena racha de resultados favorables, le permitió escalar a la posición a la quinta posición sumando 13 unidades, a sólo tres puntas de diferencia con el líder, Liverpool pero que, siendo superado por sólo tres equipos, que son Leicester, Tottenham y Everton.

 

Esto demuestra lo parejo que está la Premier League hoy en día. No hay partidos fáciles ni rivales accesibles, todos son igual de difíciles y complejos, como ha expresado José Mourinho tras el triunfo de su equipo frente al Brighton

Como no hay tres puntos asegurados, a pesar de que muchos daban por sentado que el Everton era un equipo invencible, más cuando no fue derrotado por el Liverpool a pesar del flojo rendimiento en el derbi de Merseyside, a la siguiente jornada el conjunto de Carlo Arcelotti viajó hasta St Mary's Stadium creyendo en encontrarse un partido más accesible, pero que fue todo lo contrario ya que se sorprendió con el nivel de los dirigidos por Hasenhüttl, que los derrotaron 2-0 cortando el invicto.

¿Cómo es el Southampton de Hasenhüttl?

En la columna vertebral de cualquier equipo está basada en el portero la defensa central, el mediocampista central y el número nueve e ir rodeando el equipo según esos puestos a conectar. En el equipo de Hasenhüttl no quedan dudas: bajo los tres palos Alex McCarthy, un portero que ha pasado por muchos equipos de Inglaterra, que no es de los grandes nombres, pero que el austríaco ha puesto toda su confianza. 

En la defensa encabezada por Jan Bednarek, que al principio estuvo acompañado por Jack Stephens, pero con el correr de los partidos encontró mayor seguridad en la zaga junto a Jannik Vestergaard que no sólo le brindo solidez, sino poderío ofensivo en los balones detenidos. 

 

El mediocampo con los encargados de todo el juego, los relojes del equipo, los que dan el juego y están atentos en ayudar a la defensa cuando sea necesario, Oriol Romeu y James Ward-Prowse, especialmente en los pies del inglés es por donde pasa toda la proyección del equipo de Hasenhüttl. 

En la delantera, el indiscutido, el que todo el juego pasa por él, el de los goles, Danny Ings, que pareciera que encontró su lugar en el mundo y el entrenador austríaco se encargó de sacar el mayor provecho al jugador inglés. 

Pero, ¿Cómo juega el Southampton?

En base a su columna vertebral, el dibujo táctico de Ralph Hasenhüttl es básico: el 4-4-2. Una defensa de cuatro, con dos centrales y dos laterales, el doble pivot en el medio campo, dos mediocampistas por los costados y dos delanteros, el nueve de área y un mediapunta. 

En nombres propios, es un equipo casi de memoria: McCarthy en la portería, Kyle Walker-Peters por el lateral derecho, en el izquierdo Ryan Bertrand. Los mencionados anteriormente Jan Bednarek y James Ward-Prowse en la zaga central. En el medio campo, los también ya dichos Oriol Romeu y James Ward-Prowse, variando las opciones por los costados: en el derecho con Stuart Armstrong y en el izquierdo Moussa Djenepo o Nathan Redmond, sumando la opción de Theo Walcott que es una solución en los dos costados. En los delanteros no hay dudas, la dupla es Ings y Che Adams

 

Este equipo es el que le brinda intensidad, asociación, juego colectivo y ofensivo lo pretendido por Hasenhüttl y asociación colectiva, que al mismo tiempo tiene una gran solución a la hora de hablar del balón detenido, ya que en los pies de Ward-Prowse en los libres directos tiene una solución ya que le asegura gol directo del mediocampista o un centro al área para que puedan los centrales o los delanteros. 


Danny Ings, la figura 

El hombre Southampton. Hace todo, se encarga de todo, multifunción y más cuando está encendido. Cuando logra complementarse con sus compañeros logra hacer funcionar a todo el conjunto Santo y llevarlo a un gran nivel colectivo.

Puede encargarse de salir del área e iniciar la jugada, definir, abrir el juego para las bandas para que sea el propio delantero inglés que se encargue de definir y hasta de asistir. También, baja a defender e intentar recuperar el balón en caso de ser necesario, con buen juego aéreo, gran pegada de media distancia. Danny Ings le da muchas soluciones a Hasenhüttl, que lo rodea de un equipo que también sea beneficioso para él. 

 

Desde su llegada a Southampton para la temporada 2018/19, marcó un total de 38 goles y ocho asistencias en los 75 partidos que disputó con la camiseta de los Santos, en más de 5000 minutos jugados, dando un promedio de 0.5 goles por partidos. 

Ward-Prowse, la clave silenciosa

El cerebro del Southampton. El capitán, la voz de mando, el que organiza, el que roba y distribuye, el encargado de pasar todo el juego del conjunto Santo en sus pies. Es el reloj del equipo que le da la dirección en tiempo preciso que es necesario. 

 

Además, de un pie derecho privilegiado que lo favorece con su gran pegada en los libres directos, que le permitieron marcar tres goles hasta el momento y una asistencia. Además, los goles del Southampton con pelota en movimiento, iniciaron en sus pies.