Eliminatoria vibrante desde los primeros minutos en donde los equipos cometieron varios errores a lo largo de los 90 minutos, y eso llevó a que todo tuviese que decidirse desde los once metros. En la primera mitad los locales consiguieron adelantarse en el marcador, pero antes del descanso su rival logró darle la vuelta. En la segunda parte volvieron los ‘Wizards’ a anotar nada más comenzar y aguantaron hasta el tiempo de descuento para marcar un tercero que les daba prácticamente el pase. Sin embargo, con un jugador como Wondolowski sobre el terreno de juego, uno no puede fiarse, y el delantero estadounidense se mandó el partido a la prórroga con un gol en el tiempo añadido.

Kansas City desaparece

El encuentro pronto se puso de cara para Sporting Kansas City que en una de sus primeras llegadas sobre la portería rival, en una acción a balón parado, lograron adelantarse en el marcador. Fue un gol inapelable de Roger Espinoza que se adelantó a todos los rivales en el primer palo, y peinó la pelota para mandarla al fondo de la red.

San Jose estaba totalmente cortocircuitado, no conseguía enlazar más de tres pases seguidos, y en cuanto superaba el campo rival con el control de la pelota, la perdía a causa de un error en el pase. Unido esto a la alta presión que realizaban los locales en zona de inicio, provocó que apenas se viese incidencia de los californianos en el juego ofensivo. Para ver la primera aproximación hubo que esperar hasta casi el minuto 14, con un centro que fue despejado por la defensa.

A partir de ahí se vieron poco a poco buenos minutos de los ‘Quakes’, beneficiados por el paso atrás que dio su rival. Esto les permitió tener el control de la pelota durante más tiempo en campo rival, generar llegadas y buscar un resquicio que poder atacar. En una de estas acciones, los californianos se aprovecharon de una rocambolesca jugada en la que Fierro disparo a puerta y, tras varios rechaces, el balón se introdujo en el fondo de la meta.

En los siguientes minutos, Sporting Kansas City volvió a tomar las riendas del partido y con el control de la pelota y una circulación rápida, buscó un gol que les pusiese nuevamente por delante en el marcador. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en el inicio, no fue capaz de encontrar los espacios que atacar, ni tener el mismo resultado con una presión alto.

Pero San Jose Earhtquakes tenía reservada una sorpresa. En un nuevo contraataque dirigido por Espinoza, el mejor futbolista visitante hasta el momento, estos lograron dar la vuelta al marcador. Aprovechando un desajuste por banda derecha, el extremo argentino llegó hasta línea de fondo y colocó un balón en el pronto de penal donde apareció un compañero. Salinas llegó libre de marca y a placer marcó el segundo gol.

Des de ese momento y hasta el final de la primera mitad, el partido se embarró. Los visitantes no quisieron dar posibilidades a que el rival realizase su juego y con constantes faltas y mantenimiento de la pelota, consiguieron llegar al descanso con el marcador a favor.

‘Los viejos rokeros nunca mueren’

La segunda mitad inició de la misma manera a como ocurriese la anterior. En la primera acción en la que los locales se acercaron al área con una jugada a balón parado, estos volvieron a subir un gol al marcador. En esta ocasión fue Reid el que se aprovechó de un batiburrillo de jugadores en el área pequeña para peinar la pelota y engañar lo justo al portero para anotar el segundo gol.

A partir de este momento se volvió a ver un partido totalmente deferente a lo visto hasta ahora. Los dos equipos se lanzaron al ataque y fueron constantes las llegadas en una y otra portería, aunque a diferencia de lo ocurrido hasta el momento, ninguno de ellos consiguió generar una ocasión manifiesta de gol. Todos los disparos a puerta terminaban rechazados por la defensa o atajados por los el portero.

Con el paso de los minutos, la intensidad fue disminuyendo y eso favoreció el juego en el centro del campo donde los locales demostraron su gran superioridad. Fue mayor su protagonismo con la pelota, pero no consiguió llegar a las inmediaciones del área. La falta de profundidad en sus acciones los llevó a estar varios minutos sin generar un disparo a puerta. A pesar de esta circunstancia, ninguno de los entrenadores decidió gastar los primeros cambios, buscando dar una solución al partido que estaba siendo planteado.

Conforme el encuentro llegó a los últimos minutos, los entrenadores empezaron con el baile de cambios. Ambos vieron que les faltaba frescura en el ataque y dieron entrada a jugadores que aportasen algo diferente y que revolucionasen el partido. Los primeros en encontrar la portería fueron los visitantes en un saque de esquina. Una doble oportunidad para los californianos en donde el portero local se hizo grande y tapó todas las opciones.

Pero del otro lado, el equipo ‘Wizard’ si gozó de la suerte necesaria para anotar cuando entrados en el tiempo de descuento, Busio apareció libre de marca en el punto de penal para recibir un pase de tacón de Shelton. El Homegrown Player no falló y a placer, anotó el tercer gol que parecía definitivo para llevarse la eliminatoria y el pase, aún más cuando tuvo unos minutos después un mano a mano con el portero en el que su tardanza en definir, llevó al defensor a atajar la jugada.

Pero cuando todo hacía prever que el partido acabaría del lado local, apareció un jugador del que nunca puedes fiarte. Chris Wondolowski, el máximo goleador en la historia de MLS apareció en el último minuto para con un gol marca de la casa, anotar el tercer gol del empate y mandar el partido a la prórroga.

Todo a los once metros

La primera mitad de la prórroga fue un pasar del tiempo en el que ninguno de los equipos quiso cometer un error que permitiese al rival generar una ocasión de gol. Fueron los californianos los que, empujados por el gol conseguido por Wondolowski llevaron la iniciativa, pero apenas generaron un disparo a puerta. Su rival, sin embargo, tuvo un par de acciones a balón parado en los que puso a prueba a un portero visitante muy dubitativo. En la segunda parte de la prórroga, el equipo californiano continuó llevando la iniciativa e incluso generando alguna que otra ocasión para haberse llevado el partido. Sin embargo, el partido terminó yéndose a los 11 metros en donde todo se decidiría.

Aquí apareció un viejo conocido del conjunto local, Tim Melia. El guardameta de Sporting Kansas City volvió a erigirse como el héroe del equipo deteniendo los tres lanzamientos de su rival y con el acierto de sus compañeros, dar el pase a su equipo a la semifinal de conferencia.